Miro a Kate desconcertada y después a Oscar que asiente confirmando lo que ella a dicho.
-No puede ser. Te han dado la factura en mano?- frunzo el ceño.
-Sí, yo misma lo he confirmado y así es, está pagada. Pero...- baja la mirada al suelo preocupada- lo más extraño de todo es que mira lo que pone donde tendría que estar el nombre de la persona que lo ha pagado.
Me entrega el papelito y yo lo examino desconcertada.
-Señor S....- leo con la voz ronca.
-¿No se te ocurre ninguna inicial o algo que pudiera darnos alguna pista acerca de su nombre?.- me pregunta Kate.- Mario, Oscar, necesito hablar a solas con Ani.- acto seguido ellos se levantan y salen mirándome confundidos.
-No lo se Kate, nadie de mi familia tiene en su apellido ninguna S, y del trabajo tampoco se me ocurre nada.- le desvío la mirada y la clavo en mi ventana.
-Ani, mírame. Cual es el segundo apellido de tu padre?- ahora si la miro con los ojos bastante abiertos y el ceño fruncido.
-Sanz... Cristóbal García Sanz. Pero no creo que tenga que ver con él, es muy poco probable.
-Yo no lo descartaría... ¿Cuanto tiempo hace que no sabes nada de ellos?- me pregunta.
-Desde que ocurrió aquello...
Un dolor en lo más profundo de mi sale a la luz al recordar lo sucedido. Cuando se enteraron de que yo estaba embarazada quisieron alejarme a toda costa de Mario y tratar de que yo abortara para que ellos pudieran tapar su reputación. Mi padre trabaja o trabajaba en una importante empresa de marketing y la noticia de mi embarazo podría haber afectado su expediente.
El orgullo lo cegó y a mi madre igual. En lo más profundo de mí trato de pensar que también lo hicieron porque me querían y porque querían evitar a toda costa que mi reputación se viera afectada y que la gente me viera como una cualquiera. Pero eso a mí no me importaba y para nada era una buena razón para acabar con la vida de la criatura que llevaba en mi vientre, así que me negué a toda costa.
Las peleas se incrementaron mucho y mi hermano que solo tenía once años se veía muy afectado. Me fue muy difícil no ceder pero estaba decidida a tener mi bebé les gustara o no. Como no desistian aproveché una de las peleas en las que me dijeron que si no abortaba me tendría q ir de casa. Tomandoles la palabra hice las maletas y me fui a buscar a Mario. El resto de la historia ya la sabéis. Nunca he vuelto a tener contacto con ellos desde entonces, solo con Irving mi hermano.
El caso es que no tendría ningún sentido que de repente mi padre se preocupara por financiarme un capricho como lo del gato o mi factura del hospital. No obstante como dice Kate no le voy a descartar.
-Ani te sientes bien?- Kate me despierta de mis pensamientos y me mira preocupada.
-Sí... solo estaba pensando que eso me parece poco probable.
-Quizá, bueno por ahora no pensemos en esto. Te traigo una buena noticia, vengo de hablar con el médico y a dicho q te dará el alta en un par de horas cuando vengan a revisar tus niveles de oxígeno por última vez.
-Oh Kate que bien, tengo ganas de dormir en mi cama y en mi casa y de ver a Peluche.- la preocupación que antes marcaba nuestra cara ha sido reemplazada por una brillante sonrisa.
-Y yo de dejar de dormir en ese incomodo sillón. Angie vendrá por la tarde-noche a traer a Peluche.
"Toc toc"
- Chicas tenemos que irnos, mañana nos mudamos y tenemos que recoger y limpiar la habitación.- ambos se acercan y se despiden de nosotras. Oscar me da un abrazo amistoso y Mario parece meditar mucho lo que va a hacer hasta que por fin se decide en darme dos simples besos en la mejilla, aún así yo me tenso al sentir su contacto y creo q él lo nota porque mira al suelo algo triste.
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El arte de olvidarte
RomanceSiempre se dijo que las segundas oportunidades nunca fueron la mejor opción, sin embargo hay veces q no están fácil dejar marchar. ¿será mejor dejarlo estar o volverá Anabel a caer en las redes del q fue su primer amor? leed este libro y averiguarl...