♡~Un amor inesperado~♡

Organizando la boda.

Silvia: Pero que estas personas no tienen una vida.- enfadada.-
Jorge: Les pagan por esto mi amor, pero no les hagas caso.-
Silvia: Tienes razón, no vale la pena discutir.- besé su mejilla y seguimos viendo televisión.-

El resto de la noche fue de pereza, a las nueve y media nos fuimos a acostar, ya que teníamos llamado para las ocho.

Al otro día, grabamos las escenas pedidas, y a la hora de salir, nos fuimos con la doctora.

Silvia: Buenas tardes Isa.- nos saludamos de beso en la mejilla.-
Isabel: Buenas tardes señor Salinas.- se estrecharon las manos.-
Jorge: Hola doctora.-
Isabel: Bueno Silvia, ¿Empezamos?.-
Silvia: Sí.-

Entramos los tres a la sala de ecografías.

Isabel me pidió que me recostara en la camilla. Después levantó mi blusa, y comenzó a extender con el transductor un frío gel por mi vientre mientras nos mostraba todo por el monitor.

Isabel: Miren, aquí tenemos el saco gest. Y allí el saco vitelino.-
Silvia: Mira mi amor, está súper chiquito.- una lágrima de emoción rodó por mi mejilla.-
Jorge: Sí amor, está muy chiquito.-
Isabel: Bueno, todo está muy bien aquí.- me limpió el gel y volvimos a su oficina.-

Isabel: Ok, como les dije, todo está perfecto con el bebé, pero a ti Silvia, te noto algo estresada, lo mejor será que descanses mucho, ocho horas son lo ideal, y sigas comiendo sano. Les recuerdo que los primeros meses son los que más cuidado necesitan.-
Silvia: Sí, doctora, prometo descansar las horas necesarias. Y también comentarte que ya grabé la última escena haciendo pole dance.-
Isabel: Muchísimo mejor, bueno, eso es todo.-
Jorge: Muchas gracias doctora, nos veremos en el próximo control.- estrecharon sus manos.-
Isabel: No hay de qué, y el próximo control es en exactamente un mes, el 31 de octubre. Aquí tienen el ultrasonido impreso.-
Silvia: Gracias Isa, adiós, nos vemos.- nos despedimos con un abrazo y nos fuimos.-

Jorge: ¿Y ahora que hacemos?.-
Silvia: Vamos a casa, quiero un baño de tina.- mirándolo coquetamente.-
Jorge: Perfecto.- siguiendo mi juego.-

Llegamos a la casa, y subimos.

Silvia: ¿Hoy te dije cuanto te amo?.- entre besos.-
Jorge: No lo recuerdo, ¿y tú?.-
Silvia: Te amo mi amor.-
Jorge: Y yo a ti princesa, te amo.-

Los besos siguieron aumentando hasta que llegamos a la tina. Jorge comenzó a quitarme la ropa al igual que yo a él, minutos pasaron, que ya nos encotrabamos en la tina. Sin esperar un sólo minuto más, Jorge acomodó su miembro y me bajó lentamente tomándome de la cintura. Él comenzó a sobar mis pechos besando mi cuello; giré mi cabeza y extendí mi mano para tomar la esponja.
La empecé a pasar por su espalda, apretándola, pues aún seguíamos unidos.

Pov Jorge.

Ella pasaba espuma por mi espalda, apretándola y rasguñándome. Lo único que provocaba que hiciera eso, era excitarme aún más.

Fin pov Jorge.

Narradora.

Mientras Jorge y Silvia se provocaban mutuamente, el agua de aquella tina, también hacía de las suyas. Golpeando contra la espalda de él, y sobre la parte inferior de los pechos de ella. Silvia, quien gozaba plenamente de Jorge, sentía su corazón con palpitaciones apunto de explotar, él la hacía llegar a las nubes cada vez que hacían el amor, lo amaba, lo amaba como nunca se hubiera imaginado amar a alguien.
Jorge, se encontraba en las mismas condiciones, ya no tenía sus manos en los pechos de ella, y a cada movimiento de Silvia, los veía moverse de arriba a abajo, salpicando pequeñas gotas de agua en el pecho de él. Su cuerpo, estaba dominado por un cosquilleo; sin darse cuenta, sus manos se encontraban encima de sus pompas, presionándolas fuertemente, en el momento que se percató, las liberó un poco, lo que menos quería era lastimarla. Trazaba círculos, y las masajeaba suavemente. Ella acariciaba su nuca y cabello, mientras se encontraban unidos en un apasionado beso. Silvia volvió a bajar sus manos a la espalda de él, clavando sus uñas en ella dejándole marcas, sólo podía significar una cosa, juntos, estaban llegando a su máximo punto de excitación, al orgasmo. Jorge se movía aún más rápido, ella gemía sin parar, mejor dicho, gritaba del placer mientras apretaba sus dientes para callar aquellos sonidos, obviamente, le resultó en vano. Ambos se detuvieron cerrando sus ojos, él, reposó su cabeza entre los senos de Silvia para regularizar su respiración, ella, recostó la suya encima de la de Jorge.
Salió lentamente de ella, mientras ambos soltaban el último gemido, salieron de la tina, dejaron correr el agua, y se pusieron las batas.
Se dirigieron a el closet para vestirse, ayudándose el uno al otro.

***

Al encontrarnos completamente vestidos, me recosté en la cama.
Silvia: Ven mi amor, acuestate aquí conmigo.- me sonrió tiernamente y accedió.-
Recosté mi cabeza en su pecho mientras platicábamos.
Jorge: Mi amor, tenemos que fijar una fecha para la boda.-
Silvia: Sí amor. Pero como ya te dije, tiene que ser antes de que se me note la panza, y eso recién comenzará a pasar en los tres meses.-
Jorge: Sí princesa, tú sólo di cuando.-
Silvia: ¿Qué te parece el próximo mes?.-
Jorge: Está perfecto bonita, ahora solamente nos falta... Todo.-
Silvia: Nos faltaría el salón, la iglesia, el vestido, tu traje, el pastel, todo el banquete... Tienes razón, nos falta todo.-

Seguimos platicando y comenzamos a organizar todo, a hacer llamadas, y buscar lugares en internet. Una hora más tarde, bajamos a cenar, y volvimos a subir para acostarnos.

Silvia: Entonces mañana saldré con mis amigas y mis mamás para buscar el vestido.-
Jorge: Y yo con los míos para buscar mi traje.-
Silvia: Suerte que Osorio canceló las grabaciones de mañana.-
Jorge: Entonces, a la hora del almuerzo nos encontramos en tú restaurante todos.-
Silvia: Sí mi amor, pero ahora sí, vamos a dormir que estoy muerta.-
Jorge: Que descansen mis amores, los amo.- besó mi panza, luego mis labios y nos acomodamos, conciliando el sueño rápidamente.-

A la mañana siguiente, despertamos, nos bañamos, y bajamos a desayunar. Luego Jorge me llevó hasta la casa de Candy, de ahí saldríamos todas hacia la tienda de vestidos.

Silvia: Que tengas lindo día mi amor, nos vemos en el almuerzo.- Jorge: Tú también mi vida, te veo en el almuerzo.- nos besamos y luego se fue.-

Ya mero sigo... Disculpen la tardanza.