Las reglas están para romperse.

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Jorge: Gracias por haber llegado a mi vida, mi amor.-

Silvia: Gracias a ti por aceptarme en ella a pesar de todo.-

Lo tomé de las mejillas, y lo besé a medida que él rodeaba mi cintura con sus manos.

Narradora.

Al separarse, Jorge acercó su boca al oído de ella.

Jorge: Te necesito hermosa.- le susurró, con su voz ronca y varonil.-

Ella se estremeció.

Silvia: Y yo te necesito a ti. Pero tenemos que seguir las órdenes.- con los mismos susurros y su voz quebrada.-

Jorge: Dicen por ahí que las reglas están para romperse...- le coqueteo.-

Silvia alejó su rostro para mirarlo, y ver su sonrisa de malicia.

Silvia: ¿Estás bromeando cierto?.- con una risita tímida.-

Jorge: Jamás bromearía con eso mi amor... por favor, intentemoslo. Si no te sientes segura o algo así, nos detendremos.-

Silvia: Mmm, no sé... Suena tentador...-

Jorge: Más tentador es ponerlo en práctica.- seguía con el mismo tono.-

Silvia se soltó de el cuello de Jorge y también quitó sus manos de la cintura de ella.
Se asomó un poco a la calle, y paró un taxi, ambos subieron. Jorge, no entendía nada.

Silvia: Hasta Chapultepec, en el edificio Morelos por favor.-

El hombre empezó a conducir y Jorge analizó esa dirección: el edificio del departamento de soltera de Silvia.
La volvió a mirar pícaramente, y ella le devolvió la expresión.

Silvia: Me lograste convencer.- susurró.- pero igual en cuanto la cuarentena se cumpla, te daré una sorpresa.-

Jorge: Ya me estaba preguntando yo por qué no cancelabas aún la renta del departamento... y tienes razón, esto sólo es una probadita de lo que de viene.- ella rio, y él le dio un beso en la mejilla.-

En el resto del camino se fueron tomados de la mano, observando la bella ciudad.

Le pagaron al taxista, y subieron al departamento. Silvia abrió la puerta y dejaron sus cosas en la mesa de alado de la puerta. Ella observó por unos segundos su antiguo hogar, en lo que Jorge iba al tocador.

Pronto volvió, y se acercó a Silvia tomándola de la cintura, ella rodeó su cuello.
Sus miradas se encontraron, y se perdieron allí... Jorge se acercó a ella muy lentamente, chocaron sus narices, en pequeños roces e intercambios de respiración. Los mismos roces, se pasaron a sus labios, toquesitos apenas visibles.
Poco a poco, se acabó la lejanía que tenían, uniéndose en un dulce beso, que aumentaba de intensidad a cada segundo que pasaba.

(Ya extraña escribir esto *.* okz sigo xD)

Silvia se quitó los zapatos sin despegarse él, teniendo que quedarse de puntitas de pie para alcanzar sus labios.
Él la cargó, mientras soltaba pequeñas risitas en medio del beso.
Llegaron a la habitación, y la bajó frente a la cama.
Sus lenguas se encontraron empezando el jugueteo que tanto los provocaba. Silvia quitó los botones de la camisa de él, uno por uno, deslizando sus manos por los hombros para quitársela del todo.

Jorge bajó sus besos hacia el cuello de ella, hasta encontrarse con su escote, rozó sus dedos por él junto con pequeños besos. Silvia soltó un jadeo con los ojos cerrados. Él terminó por bajar el cierre del vestido, dejándolo caer hasta su cintura; se arrodilló, besando su abdomen, ya perfectamente bien marcado según él, y quitó el vestido.

♡~Un amor inesperado~♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora