♡~Un amor inesperado~♡

Estamos a nada del gran día.

Justo ahí, sonó mi teléfono, era un texto de Jorge.
Lo leí, y le contesté.

"Ahorita estamos en casa de Gene, dice que tiene un regalo para los bebés."

Cuando Génesis volvió, trajo una caja, grande.

Génesis: Bueno, este, es un detallito para mis futuros sobrinos.-

Silvia: ¿Detallito? Pero si es inmenso Gene, no te hubieras molestado...-

Génesis: No, no, pero si no es ninguna molestia Sil, al contrario, para mi es un placer hacerlo.-

Silvia: Pues muchas gracias amiga.-

Génesis: Ay ya, mejor abrelo.-

Después de quitar los encoltorios, me encontré con la caja que tenía la foto del regalo, era uno de esos gimnasios para bebés.

Silvia: Me leíste la mente amiga, esto era justamente lo que me faltaba para ellos, dicen que es bueno para su entrenamiento desde temprano. Muchas gracias, está hermoso.-

Génesis: Pues el otro día lo vi en la plaza y me encantó. De inmediato pensé en ellos y fue inevitable no comprarlo.-

Eliz: ¿Cómo será el día que llegue el mini Mau?.- susurró. Todas reímos.-

Génesis: ¿Qué dijiste?.- fingiendo molestia.-

Silvia: Jajaja, calmate Gene. Luego luego se consigue uno y ahí ya la bulearas tú.-

Flor: Oye pedorra, ¿ya terminaste de decorar y reorganizar la habitación de los niños?.-

Silvia: Ya casi, solamente me faltan algunos adornitos para la cama de Lupita y estamos. Pero eso creo que los compraré en esta semana.-

Ana: Pues es mejor que no lo aplaces mucho, ya estás a nada de dar a luz.-

Silvia: Sí mana, estoy a ya menos de dos meses, si la otra semana entro en los ocho. Eso me recuerda que no podremos celebrarlo ese mismo día porque Jorge anda con lo de su novela, seguramente lo haremos en el fin de semana.-

Candy: Tú sí que te sacaste la lotería con Jorge amiga ehh.-

Silvia: Oye oye, cuidado con mi hombre, jajajaja. Pero sí, te concedo toda la razón, es un hombre extraordinario.-

Eliz: No pero si el amor por él se te nota desde China querida.-

Silvia: ¿Por qué lo dices?.- entre risas.-

Eliz: No más con hablar de él te babeas toda y te brillan los hermosos ojos que tienes.-

Génesis: Eliz tiene razón. Y nos encanta verte al fin tan feliz con un hombre.-

Silvia: Ay amigass... Mejor no sigan que me pongo sensible por las hormonas y voy a llorar y se me va a correr el rimel.-

Todas rieron.

Después de haber estado mucho tiempo más hablando, dieron las cuatro treinta. Todas nos despedimos y nos fuimos en carro cada una. Cargué el regalo en la cajuela y me fui.