♡~Un amor inesperado~♡

¿Y quién dice que no quiero que me des esos besos?

Nos mostró sus ideas y lo dejamos con manos a la obra. Seguimos por lo salado, de eso se encargaban en mi restaurante. El chef nos enseñó los platillos y los aprobamos todos.

Silvia: Amor, y si nos quedamos a comer aquí, ya me cansé de tanto caminar.-
Jorge: Claro, solo déjame voy al baño.- cedí con mi cabeza y el se fue. Yo ordené.

Él volvió y se sentó. Me preguntó que había ordenado y sonrió. Mientras hablábamos de lo que acabábamos de decirle a la prensa, un mesero me llamó la atención pidiéndonos ver la televesión. Y ahí estaba, la nota de la boda, ya era hasta tendencia en twitter, y estaba en todos los canales de chismes del país.

Silvia: Deberíamos cobrar por cada entrevista acerca de nuestra relación.- ambos soltamos una carcajada.-
Jorge: Qué ocurrencias las tuyas linda. Pero mira como se pusieron con la boda, no me quiero imaginar cuando se enteren del embarazo.-
Silvia: Sí. Y nuestras fans, están súper traumadas con la noticia mira.- le enseñé el celular.- Como tú dices, no me quiero imaginar con la noticia del embarazo.-

Después de almorzar, aún nos quedaban compras por hacer; para empezar, tomamos una malteada. Seguimos con la joyería, teníamos que encargar las alianzas.

Entramos y nos atendió una chica.

X: Hola.- amablemente.-
Saludamos.
X: ¿Qué andan buscando?.-
Silvia: Estamos buscando las alianzas.-
X: Bueno, estos son los modelos que tenemos ahorita. Pero también pueden traer uno propio y se lo mandamos a hacer.-
Observamos todos los anillos que tenían, pero ninguno nos convencía. Cuando estábamos a punto de rendirnos, ambos hincamos la mirada en dos que estaban bien en la esquinita.
Nos miramos, y luego a la chica.

Silvia: Esas. Queremos esas.- más que segura.-
X: ¿Éstas?, perfecto. Sólo necesitaré tomarles las medidas de sus dedos para adaptar a los anillos.-

Nos tomó las medidas y los encargó. Nos dijo, que en una semana estaban listos.

Salimos del lugar y seguimos por la agencia de viajes con la que iríamos de luna de miel. Acordamos todo, y nos dijeron que el avión saldría el tres de noviembre, al otro día de la boda.
Caminamos hasta la agencia de limusinas, que se encontraba a dos calles de ahí. Después de rentarla, solo nos quedaba pagarle a los dueños del salón. Jorge me había dicho que él se encargaría de ello.

Al fin volvimos a la casa, llegando, me puse una ropa más cómoda, al igual que Jorge, y salimos al patio trasero, para recostarnos en las sillas plásticas de la piscina. A mi lado, había una charola con muchas frutas y jugo.

Silvia: Oye guapo, ¿me harías un mega favor y así?.- copiando a Paulina.-
Jorge: ¿Cuál mi amor?.- el leía un libro.-
Silvia: ¿Me pones el protector en la espalda?.- agitando el frasco de protector solar en mi mano.-
Jorge: Ok.- marcó la página de su libro y se sentó en mi silla. Yo me di vuelta quedando boca abajo.

Me encantaban los masajes que me hacía a cada pasada, sus manos tan grandotas en mi pequeña espalda, encajaban perfecto.

Jorge: Ya está princesa.- dulcemente.-
Silvia: Gracias mi amor.- me di la vuelta y cogí el libreto. Estaba practicando mis líneas. También tomé un vaso se jugo.

El resto del día transcurrió normal, como siempre. A las nueve treinta ya estábamos perdidos en las sábanas, con la luz apagada mientras platicábamos.

Jorge: Entonces, reiteremos, para la boda, lo único que nos falta recoger son: las vestimentas, anillos, pagarle a Franco el salón, e ir a buscar las invitaciones.-
Silvia: Ésas estarán también la semana que viene. Ah, y no olvidemos también las vestimentas de las damas de honor y los best men.-
Jorge: Y yo aún no los eh elegido.- yo abrí los ojos como platos. Él lo notó.- Pero tranquila, que yo los elijo en un zas. No te preocupes, y tampoco me mates.- reí.-
Silvia: Conste eh. Estás advertido.- con autoridad, mientras movía mi dedo índice.-
Jorge rió, luego habló: Mejor ya nos dormimos, porque de sólo verte sonreír, me dan ganas de comerte a besos.- sonreí, por ese piropo, y a propósito.-
Silvia: ¿Y quién dice que no quiero que me des esos besos?.- acariciando su nuca.-
Jorge: Ah, con que esas tenemos.- subió encima mío; con su mano derecha, corrió mi vestido de pijama de mi pierna derecha mientras la flexionaba. Nos mirábamos fijamente a los ojos. Pasé una mano por su dorso hasta llegar a su espalda, mientras que la otra aún estaba en su nuca. Lo acerqué con lentitud con la misma mano, ambos cerramos los ojos, y nos quedamos a un milímetro de distancia; nuestras respiraciones mezcladas. Poco a poco, ese milímetro se terminó, mientras nos uníamos en pequeños roces, muy lentos. A cada roce, nos quedábamos más tiempo quietos, hasta que por fin nos fundimos en un dulce beso. Introduje mi lengua, mientras se entrelazaba con la suya. Él comenzó a trazar círculos en mi pierna, girando para dejarme encima de él.

Narradora.

Silvia se acomodó encima de su prometido sin dejar de besarlo. Él siguió haciendo círculos en la espalda y pompas de ella. Silvia bajó sus manos hasta la camisa de Jorge para desabotonarla lentamente. Por cada botón, le daba pequeños besos en la piel que se descubría. Jorge subió sus manos hasta los hombros de ella bajando las tiras de la pijama mientras besaba sus hombros.
Silvia terminó de desabotonarle la camisa; pasó sus manos por debajo de la tela para quitársela dejándolo con con la parte de arriba descubierta. Siguió bajando con pequeños besos hasta la parte baja de su abdomen, bajó sus pantalones abruptamente y contempló el bulto que se había formado. Sonrió pícaramente, y volvió a sus labios y cuello. Jorge terminó de quitar el pijama de ella; para su suerte, Silvia no llevaba sostén, obviamente él ya lo había notado, pues los pezones se distinguían bien con su vestido. Bajó directamente a la parte baja de su vientre, y pasó sus manos a las pompas de ella; Silvia llevaba una braga muy finita, por lo que aquellas nalgas, se podían apreciar perfecto.

Aquí ando nuevamente, bueno, les contaré lo que pasó. Mi amada mami tuvo que ser operada de la vesícula por piedras. Y bueno, Males tuvo que quedar de enfermera de ella. Aún no les digo adiós, los recompensaré con dos capítulos por la paciencia, y apoyo que me dan...