♡~Un amor inesperado~♡

Me toca a mí.

Narradora.

Silvia se acomodó encima de su prometido sin dejar de besarlo. Él siguió haciendo círculos en la espalda y pompas de ella. Silvia bajó sus manos hasta la camisa de Jorge para desabotonarla lentamente. Por cada botón, le daba pequeños besos en la piel que se descubría. Jorge subió sus manos hasta los hombros de ella bajando las tiras de la pijama mientras besaba sus hombros.
Silvia terminó de desabotonarle la camisa; pasó sus manos por debajo de la tela para quitársela dejándolo con con la parte de arriba descubierta. Siguió bajando con pequeños besos hasta la parte baja de su abdomen, bajó sus pantalones abruptamente y contempló el bulto que se había formado. Sonrió pícaramente, y volvió a sus labios y cuello. Jorge terminó de quitar el pijama de ella; para su suerte, Silvia no llevaba sostén, obviamente él ya lo había notado, pues los pezones se distinguían bien con su vestido. Bajó directamente a la parte baja de su vientre, y pasó sus manos a las pompas de ella; Silvia llevaba una braga muy finita, por lo que aquellas nalgas, se podían apreciar perfecto. Pasaron por debajo de la tela, mientras la terminaba de quitar. Su lengua empezó a jugar en el punto más débil de ella. Para ese momento, ya se encontraba ardida de tanto placer. Y Jorge, uff, él ya estaba apunto de sentir un orgasmo, tan solo de contemplarla y saborear su clítoris; su amigo inseparable, apunto de explotar con tanta dureza, sus boxers, parecían ser de un pequeño de dos años, le estaban lastimando de tan ajustados que estaban. Sus pompas, ya tenían las marcas de la ropa.
A Silvia, los pezones se le pusieron súper duros, como pequeñas piedras. Mientras que en su entrepierna, parecía haber pasado un océano. Él ya comenzaba a penetrarla con su lengua, haciendo maravillas allí. Ella no contenía gemido alguno, no le importaba que los vecinos la escucharan o no, porque era algo inútil contenerlos. Lo gozaron un largo rato, hasta que ella habló.

Silvia: Me toca a mí.- con la voz totalmente quebrada y bajando hasta la parte baja de su vientre. Al llegar, observó asombrada el enorme bulto.
Silvia: Wow, ¿ésto te provoqué?.-
Jorge: Sí amor, ahora, hazte cargo.- seductoramente.-

Bajó los boxers de Jorge, y se acercó; comenzó a besarlo y meterlo en su boca, él se estaba volviendo aún más loco. Siguieron gozando tanto como lo quisieron, hasta que ya no aguantaron. Querían ser uno solo, en ese mismísimo instante, y así lo hicieron; Silvia se levantó levemente acomodando el miembro de Jorge mientras bajaba lentamente. Él la tomó por sus caderas para ayudarla a que pueda moverse a su antojo. Silvia, bajó su torso para que pudieran besarse, desesperadamente. No paraban ni un solo segundo, lo único que querían, era sentirse. Siguieron así, por un largo rato, hasta que comenzaban a sentir las palpitaciones en sus pelvis, a mil por segundo. Sus corazones, apunto de salírseles del pecho. Al darse cuenta de que estaban llegando al máximo punto de excitación, los movimientos se volvían más rápidos, muchísimo más. Finalmente, sentían que no podían más, tenían que detenerse. Ella se recostó en el pecho de Jorge, escuchando como latía el corazón de él mientras sus respiraciones se regularizaban. Se acomodaron entre las almohadas para al fin dormirse.

A la mañana siguiente, despertaron alrededor de las nueve treinta; tomaron una ducha, y bajaron a la cocina, tomaron su desayuno, y subieron a la terraza. Platicaron acerca del tema que quedaron en la noche, la boda. Jorge había aprovechado, y eligió sus best men. Silvia recibió una llamada de parte de Jennifer, la amiga que se había hecho en un viaje a Hawaii.

Inicio de llamada.

Silvia: ¿Bueno?.-
Jennifer: Hola, sí, ¿con la señora Navarro?.-
Silvia: Sí, ella misma, ¿quién es?.-
Jennifer: Sil, soy yo, Jenni.-
Silvia: Jenni querida, ¿cómo haz estado?.-
Jennifer: Muy bien, ¿y tú?.-
Silvia: Igual y mejorando. ¿A qué debo el honor de tu llamada?.-
Jennifer: Ah sí, es que ando de aventurera como siempre, y estoy aquí en el DF, hay que vernos.-
Silvia: Claro, ¿ya tienes dónde hospedarte?.-
Jennifer: Sí, me estoy quedando en un hotel.-
Silvia: Ok, nos vemos ésta noche en Sabor Amor, ¿vale?.-
Jennifer: Ahí te veo, a las nueve.-
Silvia: Ay ni te imaginas todo lo que tengo que contarte, te mando un beso, te quiero.-
Jennifer: Ay mana, lo que me espera. Te mando otro, y yo también te quiero.-

Fin de llamada.

***

Jorge: ¿Quién era amor?.-
Silvia: Jenni, una amiga que conocí en un viaje a Hawaii. Saldré a comer con ella en mi restaurante por la noche.-
Jorge: Ok guapa, que te diviertas.-

El resto del día pasó muy rápido, a las ocho y treinta, ya estaba saliendo de casa para llegar a tiempo. Llegué dos minutos antes, pero de todos modos entré. La esperé en la mesa, y llegó enseguida.

Jennifer: Silvia, holaa.- corrió a abrazarme.-
Silvia: Mi Jenni, amiga. Qué gusto verte.-

Nos sentamos en la mesa y ordenamos. Nos contamos todo lo que nos había pasado en el último año que no nos habíamos visto. Le encantó la noticia de mi embarazo, y mi boda. Me había dicho que no se perdía la boda por nada del mundo.
A las doce treinta, media noche, nos despedimos y cada una se fue.

Llegué a casa, y subí a la recámara, Jorge no estaba en la sala, supuse que ya se había acostado. Entré al cuarto cuidadosamente quitándome los tacos. Me coloqué la pijama y me acosté. Cayendo dormida al instante.

Al otro día ya era lunes, teníamos grabaciones nuevamente.
Llegando al foro, cada uno entró a su camerino. Como siempre, Ana ya estaba ahí junto a Candy. Me puse el vestuario, y las maquillistas llegaron. Volvimos al set, y empezamos a grabar. Por alguna razón, la mañana parecía haber pasado muy rápido. En el primer descanso, nos fuimos a almorzar todos juntos. Encargamos de todo, entre pizzas, hamburguesas, tacos, tamales. Entre otras cosas.

Ahora sí, todas a dormir. Jajajaja, las amo, besos.
Bendiciones :* Sean felices

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