Enojo.

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Él se quedó callado unos minutos, tenía razón, no lo haría. Se sentía un idiota por haber dudado de ella.

Jorge: No, no era mi intención dudar de ti.-

Silvia: Pues lo hiciste, y me duele que lo hagas.- una lágrima corrió por mi mejilla.- Yo que venía tan contenta porque ya tengo un nuevo proyecto, ya mandaron una demanda al inspector y mis hijos están muy bien de salud. ¿O acaso no sabías que hoy tenían control con el médico y yo una reunión de trabajo?.-

Jorge: Sí, por supuesto que sabía. Y tú mejor que nadie sabes que yo muero por acompañarte a esas cosas, pero el trabajo me consume todo el tiempo.-

Silvia: Pues tendrás que tratar de que no te consuma tanto, porque ambos somos los padres, ambos tenemos que cuidarlos.-

Jorge: Lo sé, lo sé. Tengo que hablar con mi jefe para organizarme un poco así puedo llevarme a los niños yo también cuando empieces a trabajar.-

Silvia: Ajá, hasta que te acuerdas que tienes que hacerlo. Además, ya nos fuimos del tema.-

Jorge: ¿Me perdonas?.-

Silvia: Ahh claro; tú puedes venir, dudar de mí, gritarme y luego pedirme perdón como si nada hubiese pasado.-

Me miraba fijo, cómo niño inocente.
Resople y subí a mi habitación con los bebés.

Pov Jorge.

Idiota, un total idiota. Eso me sentía, Silvia tenía razón en enojarse conmigo, yo había actuado como un patán sin necesidad alguna. Todo se podía haber aclarado sin necesidad de pelear. Pero los celos que me desprendía Emmanuel, me hacían hacer totalmente lo opuesto.

Quería ir con ella, pero era mejor dejarla sola. Además, yo también me sentía un poco molesto: ella no me había dicho nada de su salida, supuestamente para evitar mi actitud.

"¿Será que están en contacto todo el tiempo? ¿Cuántas veces ya se habrán visto?."
Preguntas como esas retumbaban en mi mente, provocándome cierta rabia.

Caminaba de un lado a otro por toda la sala, revolviendo mi mente, imaginandome tonterías. Caminé hasta el comedor y me serví un vaso de agua. Salí de allí y fui hasta la biblioteca, sentándome en el sillón.

Desajuste un poco mi corbata y algunos botones de la camisa.

Recibí una llamada, fastidiado, la tomé.

...

J: ¿Diga?.-

X: Ohh, bro, ¿qué es esa vibra?.-

J: Pablo, hermano, ¿cómo estás?.-

P: Pues yo perfecto... No te pregunto a ti porque ya me di cuenta con tu hablar.-

J: Acabo de discutir con Silvia. Pero bueno, dime, ¿a qué debo el honor de tu llamada?.-

P: Ah sí, bueno, era para invitarte a la despedida de soltero de un amigo mío. Es que no conozco a sus cuates y me dijo que llevara a alguien si quería.-

J: ¿Cuándo dices que es?.-

P: El domingo, a las 11 PM.-

♡~Un amor inesperado~♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora