Mensaje incómodo.

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Jorge: Pero es que yo no quie...- fue interrumpido por la voz de un hombre que me nombraba, yo lo miraba sonriente. Mientras me paraba.

Narradora.

Él volteó, y observó al hombre. Le resultaba familiar... claro, era Emmanuel, un... ex novio de Silvia. Nunca se lo vio con él, pero ella le había dicho que siempre lo apreció mucho.

Desde el momento en que ella le había hablado acerca de Emmanuel, Jorge claramente sintió que algo lo movía. Y eso comenzaba a preocuparlo en ese mismo instante.

Por su parte, Silvia se sentía contenta de ver a su ex novio. ¿De qué mundo era eso? Desde cuándo eso le pasaba a alguien... la razón era que su relación había terminado de la mejor manera, sí, hubo algo de tristeza por alejarse. El motivo era que Emmanuel vivía en Irapuato, el viejo pueblo de ella. Al querer empezar su vida profesional en las pantallas, se fue de allí para empezar con TV Azteca.

Silvia: Emmanuel, hola, qué gusto verte.- decía con emoción, mientras le daba un beso en la mejilla.

No se limitó a más, conocía a Jorge.

Emmanuel: Silvia, hola. El gusto es mío...- le hizo una seña con los ojos a ella, en señal de que le presentara a Jorge.-

Silvia: Ah sí, mira, él es como ya has de saber: Jorge Salinas, mi esposo.-

Emmanuel: Mucho gusto Jorge, yo soy...- fue interrumpido.-

Jorge: Emmanuel Sodja, sí, he oído de ti.- se paró y estrecharon sus manos.-

Permaneció un silencio un tanto incómodo por unos segundos, y Silvia decidió romper el hielo.

Silvia: Emmanuel te presento a mis hijos, Guadalupe Savanna y Luis Daniel.- acercó un poco la carreola.-

Dejó de mirar a Jorge y volteó a verlos.
Jorge, se sentó. Molesto.

Ya que ellos no dejaban de hablar, decidió llevarse a sus hijos a pasear un momento por el lugar.

Emmanuel: Oye, como que Jorge se molestó tantito ehh.-

Silvia: Ah, no, sólo es un poco celoso... Pero cuéntame de ti, cómo has estado, qué ha sido de ti.-

Emmanuel: Pues, no hay mucho que contar; hago deportes, me recibí de contador y nada más.-

Silvia: ¿Hijos, esposa?.-

Emmanuel: No. Recuerda que siempre había coincidido contigo en lo de no tener hijos. Además... bueno Silvia... yo... nunca te dejé de querer, fuiste mi primer amor y siempre será así.-

Silvia: Emmanuel, por favor no digas esas cosas. Yo ya soy una mujer casada y con dos hijos. No soy la Silvia de antes.-

Emmanuel: Y créeme que lo sé, muy bien además...-

Siguieron hablando unos minutos e intercambiaron números.

Silvia tomó la pañalera, su bolsa perfecta, y empezó a caminar por el lugar para buscar a Jorge y los niños.

Lo encontró mirando una vidriera de la joyería, con la carreola a su lado. Caminó hasta allí, y lo abrazó por atrás.

Silvia: ¿Qué hacen por aquí?.-

Jorge: Estaba viendo pulseras y collares, para Guadalupe.- respondió un tanto cortante.-

Ella, lo soltó.

Silvia: Ahh, bueno, ¿Ya nos vamos?.-

Jorge: Sí.-

Fueron hasta el coche en silencio total. Guardaron la carreola y pusieron a los bebés en sus asientos.

Después de un silencioso camino, llegaron a su casa.

Silvia: Oye mi amor, tengo que ir para el restaurante, ¿quieres ir más tarde y almorzamos?.-

Jorge: Sí, ahí te veo.- subió las escaleras sin saludarla.-

...

Mientras conducía hasta mi restaurante, se me cruzó por la mente el hecho de que necesitaba una nueva niñera o nana.

-Están mis amigas, pero tampoco puedo andar pasando a mis hijos de brazo en brazo. Mierda, justo cuando necesito que mi esposo me ayude con esto, se le ocurre tener un ataque de celos, patético.- decía con fastidio.-

Llegué al restaurante y subí directo a mi oficina. Papeles y más papeles. Justo cuando pretendía empezar una nueva novela, el restaurante se encontraba en su cuerda floja. Después de firmar todos los archivos y documentos, bajó a la cocina para probar las cosas del menú.s

Silvia: Estos tacos necesitan más sal en la masa. Los chilaquiles más pimienta. Y El apapacho, como ya te lo había dicho chef, necesita más mango... Bueno, a trabajar todos.-

Seguí pasando por los pisos, cuidando cada detalle.

Jorge y mis hijos llegaron luego. Él seguía con su trance de celos, su fastidioso trance.

Silvia: Me había olvidado de contarte que Dafne se fue a España ayer a la noche. Te quiso saludar, pero estabas en la televisora.-

Jorge: ¿La aceptaron allá?.-

Silvia: Sí. Y como te había comentado, probablemente ya vuelva a trabajar. Por eso necesitamos ver cómo haremos con los niños, no pudimos terminar de hablar en la mañana.-

Justo cuando empezaba a abuenarse, toqué el tema.

Jorge: Bueno, al menos podré terminar de hablar. ¿O vendrá de nuevo Emmanuel a interrumpirme?.- con ironía.-

Entrecerré los ojos.

Silvia: No, no vendrá. Puedes hablar tranquilo.-

Jorge: Ok, perfecto. Yo no quiero dejar a mis hijos con ningún desconocido.-

Silvia: Nuestros hijos... Y yo tampoco quiero dejarlos. No son unos objetos.-

Jorge: Bueno, por el momento tendremos que llevarlos con nosotros al trabajo.-

Silvia: Claro.-

Almorzamos en silencio. Yo también había acabado molesta. Nos fuimos a la casa, Jorge hizo dormir a ambos bebés después de que les di el pecho y él también se acostó.

Yo pretendía acostarme también, pero decidí ir a la biblioteca, donde estaban los retratos y fotos. Encontré una foto junto a mi padre, dos años y un mes de su muerte. Lo extrañaba, deberas lo extrañaba. Me hubiera encantado que mis hijos y él se conocieran, pero por desgracia ya no había posibilidades... Al borde de las lágrimas, continué viendo los porta retratos, me entretuve viendo una foto familiar de Jorge y sus padres. Él no acostumbraba mucho a hablar de su mamá, le causaba mucha tristeza hacerlo.

Fui a la cocina por un té helado y subí a la terraza donde siempre hacía yoga. Por alguna razón, ese día era el que más recordaba y extrañaba a mi padre. Después de rato, me fui a la habitación. Me recosté.

Casi conciliaba el sueño, cuando recibí un mensaje.

"Hace muchos años tuve que dejarte ir... Por más que ahora quiera revivir viejos tiempos, ya estás casada. Pero nada me quita la posibilidad de que sigamos tratándonos, aunque sea de amigos.

Emmanuel."

Holis, je. Puto Emmanuel e.e

Bendiciones :* Sean felices

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