Indigente | #Wattys2015

Capitulo 1.- Herida de muerte

Corria por la Quinta Avenida huyendo de la intensa lluvia que el cielo de Nueva York estaba derramando sobre el asfalto.

Ingenuamente, me cubria la cabeza con el periodico de la mañana. Obviamente, poco podia hacer por mi todo aquel papel mojado.

¿Quien me mandaba a mi quedar aquella tarde con Alice, a espaldas de mi novio? Seguramente los dioses estaban descargando su furia contra mi por haber mentido a Eric. ¿Pero por qué demonios era tan celoso? ¡Solo queria tomarme un café con mi mejor amiga! Pero hasta eso le molestaba. Era un controlador obsesivo, pero yo le amaba. Le amaba demasiado.

Desde que le vi por primera vez en la agencia de publicidad de mi padre, que me quedé prendada de su maravillosa sonrisa. Era tan guapo que pensé que se trataba de uno de los modelos, pero más tarde descubrí que lo habia contratado para encargarse de gestionar los contratos con las modelos.

Mi padre solia llevarme a la agencia para que fuera familiarizándome con la empresa. Se supone que yo, como su única hija que era, heredaría el negocio. Mi gran pasión era la fotografía, así que podría encajar perfectamente.

A mis dieciocho años y teniendo ya mi futuro solucionado, solo debía terminar los cursos de fotografía que estaba haciendo, para poder incorporarme a la empresa de inmediato.

Eric me dejaba estar presente en las sesiones de fotos de las modelos y fue así como me enamoré de él.

Tenia veinticinco años pero yo no lo veía mayor para mí. Hacía tres meses que estábamos saliendo y de momento no le habíamos dicho nada a mi padre. No estaba bien visto en la empresa eso de mezclar trabajo y amor, y dentro de muy poco yo iba a formar parte del personal de la agencia.

Todo empezó en una sesión fotográfica con Brian, uno de nuestros fotógrafos y Adel Morrison, la modelo del momento. Era una chica muy sensual y las fotos eran un poco subiditas de tono. Mientras Adel posaba sugerente, Eric la miraba y luego me miraba a mí. Era como si la modelo encendiera su deseo y luego lo proyectara hacia mi. No me quitaba el ojo de encima y yo desde luego le correspondia.

Brian estába eufórico con ella. Le indicaba las posturas que debia hacer, a lo que Adel, como buena profesional, obedecía gustosa.

-¡Eso es nena! ¡enamoras a la cámara! ¡me enamoras a mí!-decia Brian mientras disparaba la cámara una y otra vez.

Se excitaba realmente con su trabajo. En esta ocasión las fotos eran para una conocida firma de ropa interior y Adel estaba realmente sexy, moviéndose sobre aquella cama con sábanas de seda.

Para hacer la sesión más real, habían puesto música de fondo que resultaba muy sensual...erótica diría yo. Todo hacia que el ambiente en aquella sala, se hubiera caldeado.

Cuando Brian dió el trabajo por terminado, me encontré mirando a Eric descaradamente. La tensión sexual flotaba en el ambiente, incentivada un poco por la explosiva Adel. Era mi primera sesión, y había sido extremadamente excitante en todos los sentidos.

Eric me cogió del brazo y salimos de la sala. Me llevó por el pasillo con cierta brusquedad hasta llegar a una puerta que abrió energicamente.

Era el almacén de la limpieza. Me metió dentro y cerró la puerta tras de si. Me miraba con increíbles ojos de deseo. Tenía la respiración acelerada y me contagió totalmente aquella excitación. Nos mirábamos jadeantes sin atrevernos a tocarnos. Entonces me cogió de la cintura y la pegó con fuerza a la suya. Sentí una explosión divina en mi interior que hizo que se me acelerase más el corazón. Yo esperaba el ansiado beso que no llegaba. Deseaba fundirme en su boca y probar las delicias de su lengua. Me acerqué para besarle y entonces me sujetó por el cuello con una mano. La otra la tenía en mi trasero presionándome contra él. No me permitió acercarme a su boca, aunque por sus jadeos sabía que lo deseaba tanto como yo. Deslizó su mano por mi garganta hasta introducirla bajo mi blusa, entre mis pechos. -"¡Oh Dios, no puedo más! ¡esto no...aquí no!"