Capítulo 10.-Ayudante inoportuna.

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-¿Pero qué te pasa nena...me estás asustando?-lloraba como una niña pequeña con suspiros entrecortados.

No podía contestarle. No podía hablar.

-¿A dónde quieres que vayamos Claire?-me preguntó desesperándose.

-Conduce Alice...llévame muy lejos de aquí.-dije sin dejar de llorar.

-Dios nena...¿pero qué te han hecho?-Alice puso su mano sobre mi rodilla.

Me vió tan mal que decidió llevarme a su casa. No podíamos ir a ningún sitio en el estado en que yo me encontraba. Alice vivía sola en un piso alquilado. Hacía poco que se había independizado. No se llevaba bien con su padrastro. Esto le empujó a buscarse trabajo en una cafetería, para poder pagar el alquiler. Trabajo que había tenido que dejar, para entrar a trabajar en el periódico.

Vivía cerca de Rockefeller Center. Era un piso pequeño pero muy acogedor. La entrada, la cocina y el comedor, eran una misma habitación. Una barra de madera, hacía de separador entre la zona de estar y la cocina. Luego una única habitación con cama de matrimonio y un cuarto de baño.

-Siéntate cariño-dijo dejándome en el sofá y cogiéndome el bolso.

Yo me tapé la cara con las manos. Alice suspiró.

-Voy a prepararte un té.

Asentí con la cabeza. Creo que una infusión le vendría bien a mi estresado estómago.

-Claire por favor...cuéntamelo todo. Sé que hay cosas que me has ocultado de Eric. Siempre evitabas hablar de él en nuestras conversaciones.-dijo sentándose a mi lado cogiéndome las manos.

-¡Alice! ¿qué voy a hacer? mi vida se ha convertido en un infierno...

-No nena...nada puede ser tan grave, además no estás sola, estoy contigo en esto.-Alice me abrazaba.

Estuve llorando un rato más hasta que me quedé sin lágrimas. Ella esperaba a que descargara, para poder hablar más tranquila.

-¿Qué ha pasado cariño? ¿qué te ha hecho?-me preguntó con dulzura.

-Ha intentado...violarme.-yo ya no lloraba.

-¡Cerdo asqueroso! ¿cuándo? ¿dónde?-Alice se había alterado.

-Esta mañana. En el parking de la agencia.-dije con la mirada perdida.

-¿Se lo has contado a tu padre?-preguntó.

-¡No! no puedo hacerlo.

-¿Cómo que no? ¡es tu padre Claire! ¡le despedirá!-dijo alzando el tono de voz.

-Ese es el problema Alice. Que no puedo contarlo. Nadie me creería.

-¿Pero qué dices? yo te creo nena.-dijo apretándome la mano.

-Lo sé...pero en el trabajo es diferente. Le he ocultado cosas a mi padre. Sería complicado que me creyera. Si lo cuento él le dará la vuelta a todo lo que yo diga, y me dejará como una niña caprichosa despechada. ¡Esto es una pesadilla Alice!-le miraba desesperada.

-¡Joder Claire, es un psicópata! ¿qué más te ha hecho? y no me mientas por favor.-dijo suavizando la voz.

Dudé por un instante, pero sabía que debía contarle a alguien toda la verdad.

Le conté lo que pasó en mi casa, después de que le pilláramos en la cafetería con la morena. Cómo casi me deja sin respiración, apretándome el cuello de aquella forma. También cómo descargó su furia conmigo clavándome la pulsera, dejándo en mi muñeca las marcas de los osos, como si yo fuera un animal de ganado, sellando en mi piel su firma. Y ahora ésto. Encima había conseguido que mi padre se enfadara conmigo. Me encontraba tan indefensa...

Indigente | #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora