Capítulo 42.-El gran secreto.

84 7 3
                                    

Habían pasado dos semanas desde la muerte de mi padre. Mi madre y yo habíamos permanecido prácticamente encerradas en casa todo el tiempo. Alice había intentado sacarme de casa pero yo había preferido quedarme con mi madre. Estaba destrozada. Nos apoyamos la una en la otra intentando recomponernos. Lloramos una sobre el hombro de la otra y recordamos juntas anécdotas sobre mi padre. Vimos albums de fotos y vídeos. Reímos y lloramos, y pasadas esas dos semanas, mi madre se armó de valor para llenar varias cajas de cartón con ropa de mi padre. La dimos para la gente necesitada. Una vez pudimos hacer eso, estábamos preparadas para dar un paso más en nuestras vidas. Habíamos terminado el duelo, pero el luto lo llevaríamos siempre en nuestro interior.

-Claire, mañana iremos a la agencia-dijo mi madre.

-¿A la agencia? ¿Para qué?-Pregunté.

-¿Cómo que para qué? Alguien debe coger las riendas del negocio. No podemos dejar la empresa de tu padre a la deriva.

-No... no había pensado en eso.

-He quedado con los asesores en la agencia mañana a primera hora. Firmaremos y pasarás a ser la nueva directora de Parker Advertising.

-¿Directora? No mamá... no estoy preparada para tanta responsabilidad-dije temerosa.

-Claire, yo tampoco estaba preparada para quedarme viuda, pero la vida es así. Debemos amoldarnos a lo que nos venga. Eres la única heredera. Has de asumir el mando.

Mi madre fue muy firme con sus palabras. Tenía razón. Debía armarme de valor y coger el timón del barco, que a mi padre le costó tanto poner a navegar. Si por lo menos Brian estuviera conmigo, podría apoyarme en él y me ayudaría a organizarme. Eso me hizo pensar en Alice. Tenía un montón de llamadas suyas sin contestar, un montón de mensajes por leer. Me había encerrado con mi madre en una burbuja de protección y era la hora de salir, de enfrentarme al mundo.

Llamé a Alice.

-¡Dios mío Claire! ¿Cómo estás? Me tenías preocupada...

-Lo siento Alice... no estaba para nadie...

-Me lo imagino... ¿estás mejor nena?

-Sí. Mañana vamos a la agencia a firmar. Voy a ser la nueva directora.- Dije inexpresivamente.

-Ah... vaya. Me alegro...- Dijo dudando si era una buena noticia o no, dadas las circunstancias.

-Pero necesito a Brian-dije.

-Yo también... -Empezó a llorar.

Alice lo estaba pasando fatal y yo lo sabía. Debíamos solucionar esto lo antes posible.

-¿Hablaste con la abogada para el asunto de Eric? ¿Podemos ir a verle a prisión?-Pregunté.

-¡Oh Claire! ¡Gracias por preguntármelo! ¡No quería agobiarte en tu situación! ¡Podemos verle en una hora!-Dijo desesperada.

-¿En una hora?

-¡Arréglate Claire! ¡Te recojo en veinte minutos!

-Pero...

Ya había colgado. Alice era un terremoto. Yo quería ayudarla y solucionar el tema de Brian, ¿pero ya? ¿Ahora mismo? ¿De verdad íba a reencontrarme con Eric en menos de una hora? Dios... se me revolvió el estómago.

-Mamá, he quedado con Alice.

-¿Pero a dónde vais?-Preguntó mi madre que ya se había acostumbrado a mi compañía.

-Voy... a comprarme algo de ropa. Ahora he de parecer una directora ¿no?-Dije dándole un beso.

-Sí Claire, es cierto. Cómprate algo bonito hija.- Dijo bajando la vista de nuevo al libro que estaba leyendo.

Indigente | #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora