Capítulo 23.-El doctor Bieber.

43 6 2
                                    

Hoy quería ser yo la que cocinara para él. Me había despertado antes y quería sorprenderle con un buen desayuno. Investigando por la despensa y la nevera, descubrí que mi Warry tenía de todo, como siempre. Preparé unas tortitas y chocolate humeante...mmm. Warren no tardó en asomarse guiado por el delicioso aroma.

-Buenos días...¿chocolate...huele a chocolate?-preguntó adormilado.

-Buenos días Warren. Sí chocolate espesito para mi chico.-dije sirviendo dos tazas.

-Pero ¿tenía chocolate?-preguntó peinándose el pelo con las manos.

-Tienes de todo Warren.

Se acercó a mí y me dió un beso en la mejilla. Parecíamos un matrimonio, me hizo gracia pensarlo.

-¿Te he dado las gracias por lo de ayer?-preguntó sentándose a desayunar.

-Unas cien veces.-dije sonriendo.

-Pues entonces son pocas. Gracias Clairy.-dijo cogiéndo chocolate con el dedo, untándome la nariz.

-¡Oye! ¡ciento una!-dije devolviéndosela untándole la cara de chocolate.

-Gracias otra vez...-ahora me manchó la barbilla.

-¡Ciento dos!

Casi sin darnos cuenta nos pusimos a jugar como dos niños pequeños, acabando con chocolate hasta por el pelo. Reíamos divertidos.

-Te has levantado juguetón ¿eh?-dije riendo mientras me chupaba los dedos manchados.

-Me he levantado renovado Claire. Has sido un chute de energía para mí. Me has resucitado...¿te he dado ya las gracias?-dijo acercándose a mí peligrosamente con una cuchara llena de chocolate.

-¡Warren basta ya!-dije riendo, escapándome hasta el cuarto de baño de mi habitación. Me siguió.

-¡Oye! sal de aquí que voy a ducharme.-dije colocando las manos en la cintura.

-No puedo irme...es que tengo que darte las gracias...-dijo juguetón.

-Warren ya vale...¡vete que voy a desnudarme!-dije amenazante.

Se cruzó de brazos como diciendo..."desnúdate si quieres porque no pienso irme".

-Tú lo has querido...

Me puse de espaldas a él y abrí el grifo de la ducha. Miré de reojo y seguía allí.

-Gracias Clairy...gracias...-repetía como un loro canturreando.

Me quité la parte de arriba del pijama. Continuaba tras de mí.

-Graaaaciaaaasss...-entonaba una melodía desconocida para mí. Estaba claro que se divertía con ésto. Me quité el pantalón y me quedé en bragas.

-¡Wau! graaaaciaaas...-me hizo reír. Me quité las bragas.

-¡Aaaaay! ¡bonito culo Claire!-dijo riendo y saliendo disparado del baño. Hizo que la ducha de aquella mañana, resultara excitantemente divertida. Y también dulce, porque el chocolate se resistía a despegarse de mi piel.

Mientras me secaba y buscaba algo que ponerme, empecé a pensar en el motivo real por el que había conocido a Warren y estaba ahora en su casa. El motivo era Eric Beer. En parte le estaba agradecida, por haber conocido a un ser tan maravilloso como mi psiquiatra, pero por otra parte me hizo pensar en la cruda realidad...Eric estaba robándole a mi padre y quería matarme, ¿y qué estaba haciendo yo? esconderme en casa de Warren. No...no podía esconderme...debía actuar...buscar pruebas que incriminasen a Eric. No sé de qué forma pero debía intentarlo. Empecé a tramar en mi cabeza una especie de plan. Decidí elegir la ropa adecuada. Me puse unos vaqueros desgastados que me quedaban grandes, eran perfectos para lo que pretendía. Encontré unas zapatillas de correr blancas y azules...perfectas. Ahora al armario de Warren. Salí en sujetador.

Indigente | #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora