«Only you» Isaac Lahey (EDITANDO)

Capítulo 15

—Te recomiendo que hagas reposo, no hagas esfuerzos, alguno de los chicos te puede cuidar.

Asentí y le sonreí a Deaton, agradecida. Isaac me miraba sonriendo y abrió la boca para decir algo, pero Scott lo fulminó con la mirada y negó con la cabeza.

—Ni siquiera lo pienses, Isaac. Tú no la cuidarás, nosotros lo haremos. —dijo él.

—Alguien tiene que buscar al dueño de la torta. Yo sé que tú quieres. Yo la cuidaré, estará bien conmigo. —atacó Isaac.

—Tengo una mejor solución. Skylar decidirá. ¿Isaac o nosotros? —preguntó Scott esperando que lo eligiera a él.

Mordí mi labio y suspiré. Con los chicos me voy a divertir mucho, seguramente veremos muchas películas y comeremos hasta quedar como pelotas y rodar por el suelo. Pero con Isaac... no, no con Isaac nada. O sí.

—Skylar deja de sonreír como una idiota y decídete. —dijo Stiles.

Salí del trance en el que estaba y miré a cada chico que me rodeaba detenidamente. Cuando mis ojos se posaron en el rostro de Isaac mordí mi labio, él pasó su lengua por los suyos. Stiles chasqueó sus dedos en mi cara y dejé de mirar a Isaac para enfocarme en él.

—¿Qué? —pregunté como idiota.

—Deja de babear y elige de una vez. —ordenó él.

Rodeé los ojos y bufé.

—Elijo a... Isaac.

Mis amigos se quejaron mientras yo miraba la sonrisa de Isaac. Scott suspiró y lo señaló.

—Te quedas a cargo de Skylar. Mantén tus manos fuera de sus pantalones, ¿okay? —el chico asintió y yo me sonrojé. Por qué me haces esto Scott.

—Tranquilos estará bien. Yo la cuido. —aseguró él.

—Eso es lo que nos preocupa. —Stiles murmuró.

—Nosotros buscaremos al dueño de la torta. —dijo Scott y suspiró.— Bueno, lo que sabemos es que la torta tenía acónito, así que buscamos a un hombre lobo o un cazador.

—¿Por qué me afectó? No soy un ser sobrenatural. —Deaton suspiró y me miró.

—Levanta tu camiseta. En la espalda tienes algo. —contestó.

Fruncí el ceño confundida y entré al baño, cerré la puerta y levanté mi camiseta. Intenté ver mi espalda como pude. ¿Que?... Mi rostro se tornó pálido y abrí la boca lentamente. Bajé mi camiseta y salí del baño a paso de tortuga.

—No sabemos cómo te hiciste eso. Lo tenías cuando Deaton te revisó. —Stiles habló mirando el suelo.

—Yo... No sé de dónde salió. —dije confundida.

—Debe haber sido antes de la torta. —concluyó Deaton.

Intenté recordar cuándo y quién me clavó sus garras en mi espalda. Una imagen pasó rápidamente por mi cabeza.

—Peter.

—¿Qué? —Isaac me miró confundido.

—Peter Hale.

Antes de que alguien pudiera reaccionar, le quité las llaves del Jeep a Stiles y caminé aceleradamente al auto. Entré y lo encendí, aceleré, ignorando los gritos de mis amigos.

Qué inteligente que eres, Sky. Ni siquiera sabes a dónde ir.

Una idea invadió mi mente y dudé un poco.

Casa Hale, aquí voy.

(...)

Luego de estacionar entre unos árboles, bajé del Jeep. Caminé dudosa a la casa destruida, temblando de miedo. Odio el bosque. Lo odio. Ni siquiera sé que hago aquí. No es seguro. Tengo que volver.