Capítulo 21

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Cuatro meses después...

—¿Estás lista? —gritó Lydia desde la cocina.

—¡Si! ¡Ya voy! —respondí, gritando también. Tomé mi celular, lo guardé en mi bolso y bajé las escaleras dando saltitos. Estaba feliz, porque todo ha estado tranquilo desde el kanima, ningún hecho sobrenatural. Mi relación con Isaac no ha cambiado, estamos juntos todo el día, literalmente. El timbre sonó y supe que eran los chicos, sentí la puerta abrirse y Lydia me avisó que me esperaban afuera. Cuando llegué a la puerta, divisé el Jeep en la calle, así que me di un último vistazo en el espejo que había a un lado de la puerta. Acomodé mi cabello y mi ropa. Lydia me había ayudado a elegir la ropa, que consistía en una falda negra de vuelo, que me quedaba tres dedos por arriba de la rodilla, una camiseta con el típico logo de "Jack Daniel's" en negro y unas converse negras con plataforma. Las zapatillas fueron la solución de Lydia cuando le dije que de ninguna manera me pondría tacos. Acomodé mi cabello lacio un poco más y una persona me interrumpió.

—Déjalo. Estás hermosa. —luego de asustarme por su repentina aparición, sonreí hacia Isaac.

—Hey, te extrañé. —dije pasando mis brazos por su cuello y dejando un pequeño beso en su nariz.

—Si, fueron las cuatro horas más largas de mi vida. —murmuró en mi boca. Sonreí, besando sus labios, mientras él rodeaba mi espalda con sus manos.

—¿En serio? ¡Consíganse una habitación! —gritó Stiles desde el Jeep.— ¡No tienen que mostrarle a todo el mundo su amor! —Isaac separó nuestros labios riendo y negando con la cabeza. Tomó mi mano y luego de cerrar la puerta, caminamos hasta el Jeep. Mi celular vibró en el bolso, así que lo tomé y lo desbloqueé, llevándolo a mi oído.

—Hola mamá. —hablé entrando al Jeep, saludé moviendo mi mano a Stiles y Scott.

¿Todo bien por allá? Quiero que sepas que me quedaré en el hospital toda la noche.

—Sip. Umm... ¿mamá?

—Oh no, aquí viene.

—Estoy yendo a una fiesta, no hay vuelta atrás.

—Una madre normal te castigaría, pero sé que no le darías importancia y no valdría la pena, así que te haré una sola pregunta, ¿Irás con Isaac?

—Um, si... también irán los chicos.

—Sólo usa protección, no quiero nietos todavía.

—Okay, nos vemos mamá. —hablé rápidamente.

—¡Y no tomes alcohol! —Terminó de decir cuando corté.

Cuando miré a los chicos, estos aguantaban la risa. Malditos, nunca olvidarán "ese" día en el que nos descubrieron.

—¿Cuándo volverá... Allison? —dije lo último en el oído de Lydia, para que Scott no nos escuche.

—Creo que mañana. —respondió en mi oído. Asentí y guardé mi celular en el bolso, ya que no lo había hecho cuando terminé la llamada.

—¿Quién es la chica de la fiesta? —le pregunté a Stiles.

—Una chica, que conocí hace mucho tiempo. —me respondió. Wow, cuánta información.

El Jeep se estacionó y bajamos, yo con ayuda de Isaac. Rodeó mi cintura con su brazo, dirigiéndose a la puerta de la casa que emitía música. Nos atendió una chica rubia, la cual saludó muy feliz a Stiles. Luego de desearle un feliz cumpleaños, con Scott, Lydia y Isaac fuimos a buscar unas bebidas. Le pedimos una cerveza para cada uno al barman y fuimos afuera. Había una piscina, con personas riendo y lanzándose agua. Nos sentamos en un muro bajo, mirando a las personas bailando. Isaac no soltaba mi cintura, lo cual me hizo sonreír. Apoyé mi cabeza en su hombro y fruncí el ceño confundida cuando vi a Stiles subiendo unas escaleras desesperadamente. Ignoré eso, dando un trago a mi cerveza, que no sé porqué la había pedido, no me gustaba. La dejé a un costado y miré a Isaac.

—Me aburro. ¿Quieres irte? Podemos comer unos tacos en una tienda que vi cuando veníamos.

—Estaba esperando a que me preguntaras eso. Esta fiesta es muy aburrida. —dijo dejando su botella a un lado.— Y esta cerveza es un asco.

—Lyd- —me giré pero no encontré a la pelirroja. La busqué con la mirada y la encontré bailando... o lo que sea que estaba haciendo con un chico. Busqué a Scott, pero no lo encontré, así que le envié un mensaje, avisándole que íbamos a comer tacos. No esperé su respuesta y tomé la mano de Isaac. Salimos de la casa y caminamos unos pasos cuando Isaac se detuvo repentinamente. Giró su cabeza hacia una ventana que quedaba en la parte inferior de la casa.

—¿Qué pasa? —pregunté. Negó con la cabeza y seguimos caminando.

—Creí haber escuchado algo. Falsa alarma. —dijo sonriendo.

Cuando llegamos al restaurante de tacos, nos sentamos en una mesa junto a la ventana. Hablamos de tonterías, riendo. Nos trajeron los tacos y comenzamos a comer.

—Oh mi Dios, esto está delicioso. —dije luego de masticar. Isaac asintió, concordando conmigo. Comí todo el taco y luego tomé Coca-Cola. Hablamos un poco más y luego de pagar, salimos del restaurante. Caminamos por las calles, sólo alumbradas por los focos a los costados de los caminos. Unas sombras aparecieron por una esquina, luego pude identificarlas bien, eran dos chicos, eran... gemelos. Isaac tomó fuertemente mi mano y me puse nerviosa por las caras serias que mantenían los castaños. Una mala sensación me recorrió la espina dorsal. Isaac se detuvo repentinamente, mirando fijamente a los extraños.

—Mierda. —susurró, provocando dos sonrisas de parte de los chicos. Me colocó detrás suyo y comenzó a dar pasos hacia atrás. Los desconocidos aceleraron sus pasos, nosotros también, llegamos al punto en el que estábamos casi corriendo, pero el sonido de una motocicleta detuvo nuestros pasos. Aprovechando la distracción de los gemelos, la motocicleta marchó directo hacia nosotros. La persona que iba encima, tenía un casco, no le podía ver el rostro. Estiró su brazo y rodeó mi cintura, quería que subiera con él o ella. Decidí saltar y ubicarme en la parte trasera de su vehículo. Aceleró, doblando en las esquinas, hasta estacionar y ayudarme a bajar.

—No sé la dirección de tu casa, tendrás que caminar sola. O no podré ayudar a Isaac. —identifiqué su voz femenina, y asentí, todavía confundida por la situación. Giró sus muñecas en el manubrio, provocando el rugido de la motocicleta. Miré a mi alrededor y tomé mi celular, buscando el número de Derek en mis contactos.

Estaba desesperada y asustada.

(...)

—¡Mamá! —grité y me lancé a sus brazos.

—¿Estás bien? Te he llamado en el momento que cerraron las puertas de su habitación.

—¿Y cómo está?

—Él está bien, ¿has dormido hija? —preguntó preocupada. Negué con la cabeza y me senté en un banco de la sala de espera. Luego de que la extraña me dejó en el medio de la nada, llamé a Derek y él me dejó en mi casa. Se quedó toda la noche conmigo, no me dejaba salir, así que aproveché cuando se durmió y justo en ese momento, llamó mi madre, diciendo que habían traído a Isaac en una camilla. Nunca había tenido tanto miedo y preocupación.

—¿Algún familiar de Isaac Lahey? —me levanté de golpe cuando escuché a la enfermera decir su apellido y corrí hasta ella.— ¿Eres familiar de Isaac Lahey?

—Soy su novia. No tiene familiares. —la mujer asintió y me guió hasta una habitación blanca con cables, una camilla en el centro y sobre ella, Isaac profundamente dormido.

«Only you» Isaac Lahey (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora