Capítulo 20

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Unas manos sacudieron levemente mi cuerpo, provocando que abriera mis ojos.

—Skylar. Levántate, nos tenemos que ir. Ahora. —dijo Isaac colocándose una camiseta.

—¿Qué pasa? —pregunté sin obtener respuesta.— Isaac. ¡Isaac! —grité. Se giró y desordenó su cabello. Se acercó a mi, me tomó el rostro con sus manos y me besó.

—Tenemos que volver a Beacon Hills. Escuché el aullido de Scott. —me levanté y me puse un abrigo, todavía las estrellas cubrían el cielo. Miré la hora en mi celular, luego de hablar en la fogata, nos acostamos a dormir porque estábamos exhaustos, y por la hora que marcaba mi celular, sólo habíamos descansado media hora. ¿Qué necesita Scott a las once de la noche? Luego de ponerme el abrigo, guardé las prendas que había dejado fuera de mi mochila, dentro otra vez. Cuando sacamos todas las cosas y las pusimos dentro del auto, desarmamos la tienda. La metimos en el maletero y nos sentamos en nuestros lugares. Isaac encendió el auto, adentrándose en la carretera.

—¿Qué quiere? —le pregunté mirándolo.

—No lo sé. No tengo señal para llamarlo. Pero usó el aullido para avisarme que me necesitaba. —dijo sin despegar sus ojos de la carretera.

(...)

—Sky. Ya llegamos. —abrí los ojos y los refregué con una mano.

—¿Dónde estamos? —pregunté confundida.

—Acabo de enviarle un mensaje a Stiles, me ha dicho que nos encontráramos aquí. —bajé del auto y miré a mi alrededor, estábamos en la casa de Stiles.— Tú te quedas aquí. Entra en la casa.

—Claro que no. Voy contigo. —afirmé subiendo al auto.

—Voy a estar bien, ve. Stiles te espera dentro. —dijo suspirando. Supe que no había manera de que Isaac me dejara ir, así que decidí quedarme callada. Me acerqué y lo besé, luego de desearle suerte, bajé y toqué la puerta de Stiles con mis nudillos. Él abrió y asintió con la cabeza hacia Isaac, luego me dio un abrazo. Sentí el motor del auto encendido y cómo se alejaba por la calle.

—Entra, Lydia está conmigo. —corrí a la sala de estar y me encontré con Lydia hablando por celular. Me vio, se acercó corriendo a abrazarme y me susurró en el oído. "Te extrañé". Sonreí y le dije que yo también la había extrañado.

—¿Qué ha pasado? ¿Por qué estamos aquí? ¿Dónde está Scott y por qué se fue Isaac? —interrogué dirigiéndome a Stiles.

—Hey, tranquila. Ahora que piensan que estaremos aquí vamos a ayudarlos. —dijo tomando mis hombros y empujándome hacia el Jeep.— Te explico en el camino. —me subí al Jeep, dejé que Lydia se sentara delante. Stiles encendió el auto y arrancó.

—¿Me explicarás? —pregunté cuando noté que él no me iba a decir nada.

—Oh, cierto. Bueno, Scott está luchando con el Kanima. Isaac lo fue a ayudar y nosotros también lo haremos.

—Okay. Tres humanos contra una lagartija humana, que es mi primo, que tiene saliva paralizadora, una cola asquerosa y unas garras más largas que mi mano entera. Oh, casi olvido los dientes, asquerosos también. —dije. Nunca había visto a este ser, pero eso era básicamente lo que me habían dicho los chicos cuando me explicaron cómo lucía.

—Gracias, Skylar. No lo había pensado así. —sonreí hacia Stiles y me acomodé en mi asiento.

(...)

Grité cuando Stiles chocó contra la bestia verde, tirándola en el suelo. Unos segundos después, el reptil se había montado en el capó del Jeep, grité otra vez, seguida por Stiles. Lydia bajó rápidamente del auto, se enfrentó con el Kanima, y cuando éste la iba a matar, ella sacó una llave. Miré hacia Isaac, él ya estaba con su rostro normal, formando un "¿estás bien?" con sus labios. Asentí y seguí mirando la escena. Mi primo estaba dejando la piel de reptil atrás, solo tenía en algunas partes de la cara, en el pecho y los brazos. En un instante, Derek y ¿Peter? ¿De dónde salió? Maldito, tenía todo arreglado. Clavaron sus garras, Derek en el estómago y Peter en la espalda, de Jackson. Grité, bajando del auto, pero Stiles me abrazó y me alejó de ellos, ubicándonos al lado de Scott y Isaac. Jackson se desplomó en el suelo y Lydia tomó su cabeza, no sé qué fue lo que pasó después, porque abracé a Isaac, ocultando mi rostro en su pecho mientras él rodeaba mi espalda con sus manos. De repente, sentí el ruido de unas uñas contra el piso, me giré, mi primo se levantó de golpe y abrió los ojos, mostrando el color azul de estos y su rostro lobuno. Se había convertido en hombre lobo. Mis ojos comenzaron a cerrarse luego de sentir un pellizco en mi brazo, dejando que cayera dormida.

«Only you» Isaac Lahey (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora