Don't You Remember... || Louis Tomlinson [Terminada/Editando]

Javier.

Es la quinta vez que el sonido de la alarma tintinea cerca de mi oído, debo levantarme, hoy es lunes y tenemos clases. El sonido se detiene y aprecio el silencio que se forma, es agradable. Ayer después de leer la última carta todas las piezas del rompecabezas se ajustaron. Sus abuelos nunca quisieron a Sophie porque jamás estuvieron de acuerdo en lo que sus padres tenían, pero sigo sin comprender que hizo Joe para que Demian lo odiara tanto, no había alguna razón para no aceptarlo. Algo se remueve a mi lado y siento una mirada fija en mí pero mis parpados se niegan a abrirse. Sus labios presionan los míos y mis labios se encorvan.

– Debemos ir a clases Lou –Su mano atraviesa mi cabello y siento las yemas de sus dedos en mi cuero cabelludo, me encanta cuando hace eso.

Mis ojos pesan, ayer pase la mitad de la noche observándola mientras dormía, pongo todo mi esfuerzo y mis parpados se abren despacio, la luz de la habitación me deslumbra y llevo mi mano hasta mis ojos mientras me acoplo, Sophie está sentada en la orilla de la cama, levanta sus brazos y todos los músculos de su espalda se relajan, puedo verlos a través del camisón que era de su madre, debe usar más de esos, pienso. Me incorporo a sus espaldas y mis piernas rodean su cuerpo, Sophie ladea su cabeza y me deja el acceso directo a su cuello, deposito pequeños besitos y ella ríe.

– Mueve tu trasero Tomlinson, debemos llegar a clases – Dice, pero en ningún momento me pide que me detenga, aprovecho y disfruto el momento.

Estamos a casi mitad del penúltimo semestre, en menos de un año estaremos en la Universidad de Manchester, las solicitudes han sido enviadas y solo esperamos la respuesta, la selección es tardada, durante todo este semestre ellos se encargaran de evaluar nuestro desempeño, deben ver si somos aptos para solicitar una beca, si ellos creen que lo eres te dan un pase directo para realizar un examen de múltiples conocimientos y además una entrevista con el comité de la Universidad, si no lo eres entras en la lista de espera donde exactamente haces eso, esperar a quienes rechazan para que te den una oportunidad.

La clase de historia sigue su recorrido habitual, el profesor Thomas lee algunos fragmentos del libro y corrige la historia según a su punto de vista, todos estamos por caer dormidos. Harry me mira de reojo y lanza a mi banca una pelota de espuma, la lanzo de vuelta y la tonta actividad nos mantiene entretenidos. Scarlette, Halley y Sophie charlan en voz queda, Zayn hace dibujos por toda su libreta, Liam intenta no caer dormido y Niall duerme plácidamente sobre su pupitre. Todas las clases durante el resto del semestre serán iguales. La puerta se abre y la directora entra en el preciso momento en el que devuelvo la pelota de espuma a Harry, su mirada nos fulmina, mi mejor amigo guarda la pequeña bola y prestamos atención a nuestra máxima autoridad escolar. El anuncio es breve pero concreto, dentro de tres semanas cerraran la escuela, la mayoría se emociona al creer que será por el resto del semestre pero la realidad es que tendremos una semana libre mientras se encargan de fumigar la escuela y arreglar el servicio de internet. Sophie se gira para verme y su mirada me dice que tiene algo planeado, una loca idea ha surgido en esa cabeza y presiento que será difícil negarme.

El resto del día fluye con normalidad, salimos del colegio y todos debemos volver a casa, el lunes es el peor día de todos, tener tres clases de historia seguidas funde nuestras pequeñas mentes. Espero a Sophie en la entrada de la escuela, ella y Scarlette han ido a los sanitarios. Zayn enciende el motor de su motocicleta, llevara a Scar al centro comercial, deben comprar abono para los nuevos girasoles de su novia. Las chicas se acercan y nos despedimos. Johanna me ha pedido que comamos con ella, Sophie se sube al auto y enciende la radio, su actitud es fría, siento que hice algo malo pero desconozco que sea. Estamos por llegar a casa y ella por fin habla.

– Debo ir a mi casa para ordenar algunas cosas –Dice

– Le dije a mi madre que comeríamos con ella –anuncio. Sophie empuña sus ojos y lleva sus manos a su vientre– ¿Te sientes mal? –Pregunto, ella niega y dirige su mirada a la ventana.