Estoy bien.

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Salgo del banco, mi teléfono vibra por enésima vez y decido que lo mejor es apagarlo. No quiero comunicarme con nadie, nadie debe saber de mí. No sé dónde me encuentro con exactitud pero estoy segura que está lejos de casa, he venido pocas veces al centro de Londres y admiro cuan hermoso es. Localizo un lugar para comer, mi estómago me reclama alimentos. Visualizo un McDonald's, ruedo los ojos, es el mejor lugar para entrar un buen rato y refugiarme, es totalmente público y lo mejor de todo, debe estar lleno de niños, dudo que alguien pueda hacerme daño estando ahí dentro.

Esta es mi segunda hamburguesa, terminare con muchos kilos demás después de todo esto, ¡ja!, si es que logro llegar al final con vida, pero mi única justificación para todo esto es sencilla, la ansiedad y el miedo provocan un mayor apetito en mí. Al poco rato estoy arrepentida de haber entrado a este lugar, debí ir a una cafetería tranquila. Es un lugar repleto de niños pequeños en compañía de sus madres y algunos otros de sus abuelos. Trato de disimular mientras distraigo mi mente en otros asuntos, el señor del banco fue muy amable al darme tremenda cantidad de dinero en efectivo y además una chequera lista para usarse. Debo ir a casa para guardar el efectivo, si tengo suerte podré hacer las demás compras con cheques. Mañana saliendo de clases comprare un auto, es mi prioridad, buscare algo sencillo pero eficaz. Saliendo de clases iré al mirador que alguna vez fui con Harry, será mi refugio. Bebo un sorbo de mi soda, ni siquiera me siento libre de disfrutar el sabor de mi soda favorita. Hay mucha gente aquí, mis ojos se pierden en una madre con su pequeña, la niña está aún vestida con lo que supongo es su ropa de ballet, yo siempre quise tomar clases, mientras le muestra algunos pasos de baile, lo mejor de todo es la forma en la que su mamá la mira. La devoción, cariño y amor que impregnan su mirada es alucinante, hubiese dado todo lo que poseo por tener un momento así. He necesitado tanto de una madre... Suspiro, tengo que salir de aquí.

Esta por anochecer, aún no ha oscurecido del todo pero lo más probable es que ya sea tarde, miro el cielo, los tonos amarillos están por rendirse y desaparecer dejándole su lugar a la noche. El taxista permanece en silencio, ambos sabemos que pronto llegare a casa, incluso él puede percibir que no deseo volver. Miro mi reflejo por la ventanilla, el aire ha despeinado mi cabello, mis ojos se ven cansados y ya no hay ni una gota de maquillaje, luzco patética, no he dormido bien en días. El hombre habla para decirme que le indique donde me deja, puedo ver mi casa, le señalo el lugar y tomo un billete, pienso darle el cambio, ha sido amable. El auto se detiene frente a mi casa, me sorprende ver que hay luces prendidas y la camioneta de Niall esta estacionada junto al auto de Joe, debe de estar aquí.

Salgo del auto y me preparo para rechazarlos a todos, estar sola me ayudo a encontrar una forma de conseguirlo, incluso puede que yo misma me odie pero es la única idea que tengo para mantenerlos al margen.

Abro la puerta cautelosamente para poder encerrarme en mi habitación lo antes posible, me deslizo por la pequeña abertura y entra la mitad de mi cuerpo, inspiro victoriosa pero una voz me detiene.

– ¡Sophie está en casa! –Entrecierro los ojos, gracias Debora, desaparece en la cocina y en una fracción de segundo el pasillo está poblado de gente. Mi padre y todos mis amigos están aquí.

– ¿Dónde estabas? –Joe se acerca– ¿Qué diablos ha pasado? ¿Estás bien? –Pregunta, Zayn recarga su brazo en Liam y no puedo evitar ver su pie, trae un yeso y su brazo esta vendado, a pesar de todo él está aquí, aun con huesos rotos. Mi garganta quema mientras me trago toda la rabia, debo hacer lo que ellos me pidan para mantener a todos a salvo.

– Solo fui a dar un paseo, no es nada –Atravieso el pasillo con decisión, paso a lado de mi padre y él se mueve, siento las miradas de todos sobre mí, agradezco que nadie me detenga, Joe me examina– Estoy cansada, iré a dormir –Murmuro, mi voz suena fría pero no de la forma que espero, Debora llega con una charola, trae comida en ella, bajo la vista, no puedo hacerles daño a ellos. Mi mano aprieta el borde de la escalera.

Don't You Remember... || Louis Tomlinson [Terminada/Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora