Don't You Remember... || Louis Tomlinson [Terminada/Editando]

Over again.

Me miro en el espejo y no reconozco a la chica que esta frente a él, luzco terrible. Las vacaciones de verano por fin terminaron y debo volver a la escuela. Hoy renovamos las clases. Escucho que Debora anuncia la llegada de Harry, en menos de un minuto estará en mi habitación, lo sé. La puerta se abre sin que el pida permiso, camina hasta mi cama y se deja caer en ella, lo miro de reojo, tiene ojeras. Saca su celular y teclea un mensaje de texto.

– No quiero volver a clases –Murmuro, me acero a él y me desplomo a su lado.

– Ni yo –Suelta el teléfono– Pero para ser honestos necesitamos buscar algo más que solo encerrarnos a ver películas o series viejas –suspira– Además este semestre debemos enfocarnos en la Universidad –Concluye.

– Lo sé.

– ¿Aun irás? ¿Cierto? –Su preocupación es audible, debo ser honesta. Desde que me aleje de Louis dude sobre si debía o no aplicar a la Universidad. Estuve a punto de negarme, pero a estas alturas me había acostumbrado a esta vida, no quería dejarla.

– Sí –el asiente.

Me pongo de pie y continuo cepillando mi cabello, Harry me acompaña y mira su cuerpo, las clases de box comienzan a dar resultados, luce más apuesto, la cabellera larga le sienta bien. Han pasado más de tres meses desde que sucedió el accidente. Desde la última vez que estuve en casa de Louis, desde la última vez que hemos mantenido una conversación. Johanna se dispuso a llevar esto aún más lejos, ella asistió a la escuela y hablo con la directora acerca de lo sucedido, al final la directora acepto que Johanna hablara con la comunidad estudiantil para que ninguno dijera algo acerca del pasado de Louis, eso tal vez podría traerle problemas. Por otra parte Joe y yo arreglamos la situación. No del todo, pero hablamos. El me confeso algunas cosas sobre la vida de mi madre, como que mis abuelos se opusieron a su matrimonio y la única forma de ser felices fue viniendo a Londres. Me hablo sobre Sebastián, su muerte y la propiedad en Cuba. El lugar al que Louis me llevaría era de él. Yo lo súper por las cartas de mi madre pero jamás me atrevería a revelarle toda la información que yo tenía, eso siempre sería un punto a mi favor. Él no estaba seguro de todo pero creía que Cassandra pretendía dañarme pues, a pesar de que mantenía el apellido de mi padre su familia me veto y desde entonces jamás creyó que alguna parte de la herencia sería dedicada para mí. Probablemente eso sea cierto o no, desde el accidente André se ha mantenido alejado de todos pero aseguran que eso no es una novedad, él siempre fue de esa manera, a estas alturas el único que sabe la verdad es Louis, es el único que podría decir si fue Cassandra quien provoco el accidente pero hay un pequeño inconveniente, él no recuerda nada.

– ¿Haciendo más enredos? –Pregunta, su voz es fría y sus ojos me atraviesan, Harry ha cambiado mucho desde ese día. A veces logra intimidarme, el chico alegre y relajado ha desaparecido. Desde que Su y Louis volvieron a su vida normal él no me ha dejado.

– Solo pienso –Murmuro– Espero no tener clases en común con ellos.

– Las tendremos –dice, mi ceño se frunce– En el último año no te cambian de salón, es el mismo que un semestre atrás –Mis pocas esperanzas caen y todo lo que quiero es que esto termine.

Salimos de casa y Harry juega con su llavero, luce más nervioso que nunca y es normal, ahora los veremos más seguido. Si bien las vacaciones fueron un infierno, mantenernos encerrados y al margen fue lo mejor, no verlos ayudo a disminuir la culpa y el dolor. Recuerdo que una semana después de lo sucedido Harry se inscribió a box, su hermana Gemma dijo que le ayudaría a controlar el mal genio que traía y el accedió. Fuimos a que se inscribiera y más tarde al centro comercial, necesitaba comprar guantes para no dañarse, los sacos podían fracturar alguno de sus dedos. Ese día después de haber comprado lo necesario me sugirió ir por pizza para encerrarnos en mi casa y comenzar a ver todas las temporadas de The Big Bang Theory. Probablemente fue la peor idea, Louis y Sussane estaban ahí. A través del cristal vimos a una pareja enamorada dando pequeñas demostraciones de amor, abrazos, sonrisas y múltiples besos, eran ellos. Recuerdo perfectamente como mi cuerpo se debilito, mi estómago se revolvió y algo dentro de mi pecho se compacto, desde ese día un vacío se formó dentro de mí y no ha desaparecido. De reojo pude ver como Harry se tragó todo su llanto, se dio la vuelta y se fue. Desde ese día nos hemos vuelto la sombra del otro y nos alejamos de los demás, dolía mucho estar cerca aun cuando sabíamos que lo que ellos tenían no era verdad.