Mi cabeza estalla, el dolor es casi insoportable y los recuerdos de cómo comenzó todo esto martillan dentro de mí. Necesito hacer un recuento de todo lo que me guio hasta aquí, de todo lo que hice por ser feliz.
Mis ojos escuecen gracias a lo mucho que he llorado, estos últimos días se ha convertido en una tarea esencial para mí. Mi mente analiza cada recuerdo y sabe que todo va relacionado a él. Mi él, mi primero, mi único y mi verdadero amor. Para ser honesta lo nuestro es cómo todas las historias de amor, donde algo nos impide estar juntos, donde todo se pone en contra de nosotros para separarnos, donde nunca vemos un futuro al lado del otro, porque que cada vez que lo intentamos todo se complica. No creo terminar feliz a lado de la persona que más amo ni siquiera en un futuro lejano, en un futuro donde eres vieja y reencuentras a ese amor de tu juventud que no pudo ser, pero tal vez lo peor de esta historia es que nosotros no tenemos la culpa. Todos los errores que se interponen entre nosotros se cometieron hace años, por personas que ni siquiera pensaron que lo nuestro existiría, o que nosotros mismos existiríamos; no fue nuestra elección enamorarnos y tampoco sufrir.
Me acerco a la ventana y jalo de la cortina para opacar el pequeño rayo de luz que se cuela, la paranoia se ha apoderado de mí y temo que por ese diminuto espacio alguien me observe, me vigile y se dé cuenta de mis planes, vuelvo a la cama y me recuesto, mi cuerpo forma un ovillo, tengo hambre pero no quiero salir a buscar comida, más tarde tal vez sea capaz de pedir algo a través del servicio a la habitación.
Mi mente vuelve a él, ese chico que me robó el corazón desde el primer día que lo conocí, se robó cada suspiro y aliento de mí, llego en el momento justo, sin esperarlo y quererlo apareció, dio una vuelta a mi mundo y me enseño lo que era vivir. Me mostro sentimientos que jamás pensé experimentar y mucho menos apreciar. Aprendí el verdadero significado de la palabra amor.
Se por la historia de mis padres que el amor siempre es complicado y la vida difícil pero cuando ambos deciden fastidiar a una persona la joden por completo. Y creo que ese es mi caso, si no jamás hubiera llegado aquí, una habitación en un hotel de segunda y lo peor de todo, sola.
Mi estómago gruñe y cambio el rumbo de mis pensamientos, como en todo lo malo también hubo cosas buenas, no siempre pasaron cosas malas no todo fue tristeza y llanto, hubo un tiempo, corto pero aun así existió, en el que fui inmensamente feliz, como tal vez jamás volveré a serlo en lo poco que me resta de vida.
Me siento en la orilla de la cama y miro mi reflejo en el espejo, debo enfocarme en algo que no provoque más a mi estómago vacío, sonrío irónica, lo único vacío aquí no es mi estómago, toda yo estoy completamente vacía. No reconozco a la chica desecha que esta frente a mí, tiempo atrás yo era Sophie Lewis, tenía 17 años y llevaba una vida que cualquier adolescente de mi edad podía envidiar. Mi padre, Joe, propietario de una de las mejores empresas de publicidad y mi madre fue Carol, falleció al momento de mi nacimiento, suspiro, su sacrificio me costó más de lo que ella pudo imaginar.
Mis ojeras cubren gran parte de mis pómulos, antes de él jamás tuve ojeras. Antes de él mi vida se basaba en clases privadas, viajes, fiestas con modelos y múltiples galas o eventos sociales de suma importancia, antes de él lo tenía todo pero al igual que ahora estaba completamente vacía. Recuerdo cómo fue que lo conocí, como llego a mí y a pesar de eso me sonrío, no me arrepiento.
Me gustaría decir que incluso antes de él era una adolescente rica y caprichuda, de la clase de chicas rebeldes que sale de fiesta y siempre aparece en la portada de una revista de celebridades pero no, a mí me criaron diferente, llena de inseguridades y aislada de lo que en verdad era la vida, sí, con caprichos demasiado caros y ostentosos que me hacían creer que con eso bastaba, que no necesitaba más de nadie, pero creo que en el fondo siempre supe que todo eso me mantenía vacía.
Me recuesto de nuevo y empuño mis parpados, tiempo atrás jamás pensé que algo me haría cambiar de opinión acerca de la vida que llevaba, nunca creí que alguien llegaría a mi vida y cambiaria a la Sophie que siempre fui, al grado de darme cuenta de que todo lo que poseía y creía era una simple capa de seda que ocultaba mi realidad, mi vida estaba vacía; entonces de la nada llego él.
El me enseñaría vivir, pero lo que no sabía es que él era capaz de destruirme. El me olvidaría...
Mi cuerpo se relaja y me dejo vencer por el sueño, necesito recordar como llegue hasta aquí, mi mente divaga y reconstruyo el comienzo de todo, soñaré con él, al menos eso aligerara la espera, pronto todo esto terminar; es mi única esperanza para que los ataques de pánico se mantengan al margen.
No tendré la oportunidad de cobrarme las sonrisas que el destino me debe pero al menos pronto llegaré ese lugar, donde dijo que siempre me recordará. Nuestro nunca jamás y ahí esperaré por él.
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Don't You Remember... || Louis Tomlinson [Terminada/Editando]
FanfictionTrailer: http://youtu.be/NoRFz0IpN3w