Quizás fue mera casualidad, quizás simplemente debió pasar así.
Aquella tarde todo transcurrió con normalidad, Sakura se encontraba en casa del pelinegro, desfilando para él cuanta ropa veía, sin importarle en ocasiones de agarrar la ropa de él para complementar sus atuendos. Sasuke se encontraba encantado, sonreía cálidamente mientras se dirigió a ella, ese era quizás el octavo atuendo que veía, pero no importaba. Con delicadeza la tomó de la cintura trayéndole hacía él para hablarle en el oído.
—Te amo, ¿Lo sabes?
—Claro que si —musitó Sakura con calidez, acercándose a él para darle un beso que fue bien recibido por su parte—. Pero... Todavía no sé que ponerme —hizo un mohín.
—Con cualquier cosa que te pongas te verás jodidamente hermosa.
—Lo sé —le guiñó un ojo antes de volver a la habitación para seguir desordenando el armario.
...
—¡Saku! ¿Podrías traer tu trasero hasta acá para irnos de una maldita vez?¿O quieres que sea yo quien te traiga? Recuerda que no me importa sino tie... —las palabras se secaron en sus labios, observando como su querida novia se acercaba a él con aquel vestido corto del mismo onyx que sus ojos y aquellos tacones de aguja que le volvían loco.
Sasuke sintió como su garganta se secaba, un pinchazo ahí abajo que anunciaba el hecho que ver a Sakura de tal forma le excitaba, y sobretodo, como el amor le inundaba hasta el punto de ir hasta donde ella se encontraba y besarle con necesidad, hasta que casi por obligación tuvieron que separarse para tomar aire, ambos se sentían llenos, cómodos, como en casa.
—Vamos —susurró sobre sus labios la pelirosa, Sasuke le cogió de la mano y ambos esperaron a que el elevador llegara al piso 14 dónde vivía el Uchiha.
Aquella noche sería genial, Naruto les había invitado a una fiesta, posiblemente un reencuentro de todos los que habían estudiado en Konoha High School en la promoción cuarenta y siete, apenas hacía 6 meses que habían terminado todo, y posiblemente hoy era el día en el que por completo, los diecisiete estudiantes de allí estaban en la ciudad nuevamente.
Si, no había cupo para errores, no los habría.
Un joven observaba a la distancia, invisible para la mayoría, estaba encima de un poste de luz y hermosas alas de oscuro color estaban desplegadas desde su espalda, tenía una armadura que brillaba al contacto con el sol y tenía una mirada de lástima en sus ojos, negó con la cabeza y desapareció por completo antes de siquiera ser notado.
...
Llegara la fiesta fue relativamente fácil, Sasuke se sabía el camino de memoria todavía, y es qué ¿Cómo no? Pasó todos los años, desde la escuela primaria visitando aquella tan conocida casa del hijo del alcalde, en realidad el Uchiha tendría que sufrir de una severa amnesia para siquiera pensar en desconocer la dirección.
Ambos se veían despampanantes con sus trajes informalmente formales saliendo del descapotable de Sasuke, eran el prototipo de pareja perfecta que vez siempre en las películas, una joven notablemente más baja que él chico, ambos con sonrisas colgate hasta cierto punto y que ignoran su belleza, lo que les hacía, irónicamente, más atractivos.
Muchas chicas suspiraron al observar como Sasuke le habría la puerta del auto a su novia para que esta saliera, y luego enviaron miradas de envidia al ver como esta le recompensaba con un beso, ¡Cuánto darían por un amor así!
No pasó mucho antes de que ambos cruzaran el umbral de la gran puerta de vidrio perteneciente a la casa Uzumaki-Namikaze.
Extrañamente nada se había salido de control, todo estaba en orden, como si cada detalle fuera meticulosamente planeado y no un simple plan de improvisto dado que todos estaban en Konoha por las vacaciones. Aquella calma era perturbadora, Sakura la había notado, y aunque estaba extrañada por la casi artificial perfección de la noche, los besos de Sasuke y quizás aquellos shots de tequila borraron todo pensamiento racional de su mente.
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Tú eres mi Ángel [Sasosaku]
FanfictionSakura Haruno era una joven normal, tenía un novio al que amaba con locura y buenos amigos que darían la vida por ella. Hasta que un accidente hace que su vida acabe de una forma temprana e inesperada. Ahora debe ser una espectadora de como todo ca...