Diecisiete

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Mi cuerpo duele, mi respiración comienza a fallar, quiero dejarlo, pero una mirada hacía él no hace más que confirmar mis sospechas, no me dejará parar, me dice claramente que siga con su sonrisa petulante. Me animo a mi misma, sólo un poco más... sólo dos más y podré terminar esta tortura. Corro con todo lo que me permiten mis piernas, siento como estas me comienzan a fallar, y no es hasta ahora que noto lo deficiente de mi estado físico. 

¿Cómo es posible que estando muerta mi cuerpo siga sufriendo? Corro, corro aún más, pongo todas mis energías en ello, una y media, cada vez voy reduciendo mi lejanía de la meta, y así es como luego de lo que a mi me parece una eternidad termino, y apenas me detengo mis piernas se debilitan por complejo, observo con terror la caída inminente, intento que reaccionen, pero sé que he pasado mi límite y no responden, pero justo cuando intento poner mis manos para reducir el impacto, el tiempo parece detenerse.

Es un dèjá vu, recuerdo cuando sucedió lo mismo en aquel extraño castillo donde descansamos antes de llegar a Nueva Delhi. El lugar se oscurece al punto que creo estar viendo una película antigua, me detengo en el aire como si alguien hubiese tocado el botón de pause, a diferencia de esa ocasión, no puedo moverme de los hombros hacía abajo, y puedo notar como Sasori se mueve en mi dirección con una rapidez inhumana, en un parpadeo está a mi lado, parpadeó con sorpresa, y apenas el ambiente vuelve a la normalidad noto que ya no caigo, me encuentro en sus brazos.

—¿T-tú? ¿Cómo has hecho eso? —Detecto en su mirada un atisbo de alarma, y antes de que me interrumpa decido continuar—: ¿Por qué no podía m-moverme? 

—¿Qué has visto? —inquiere con dureza.

—A ti corriendo, dime, respóndeme ¡¿Por qué no podía moverme?!

El murmura algunas maldiciones mientras me envía una mirada cargada de lo que parece ser molestia, dejando en claro que no tiene ninguna intención de responderme, ¿ahora qué bicho le ha picado? Intento seguir hablando, pero las palabras mueren en mi boca al escuchar su voz, pero no... no se dirige a mi, y tampoco ha movido la boca, le observo con incredulidad, ¿por qué está en mi mente?

«Es peor de lo que pensaba, maldición, ¡me ha visto mientras utilizo el Kreth! Me has dicho que no me preocupase, que no pasaría nada. ¡Pues está pasando algo! Necesito una solución para hoy, no puedo permitir que siga fundiéndose conmigo, terminará mal, tanto para ella como para mi».

La voz de Sasori se oye con un eco, mi vista se mantiene fija en su boca, necesito saber si está abierta, necesito pensar que él solo está fingiendo ser un ventrílocuo, pero lo siguiente que escucho termina de quitar mis dudas, él está en mi cabeza, y no habla sólo.

«Señor, le recuerdo que fue usted quien decidió traerla, le recuerdo que fue usted quien decidió que se debía adelantar la hora de su muerte, le recuerdo que fue usted quien quiso separarla del humano, usted sabía las consecuencias de dicho acto al reclamarla como suya, pero igual lo hizo».

De pronto, lo único que puedo escuchar es un zumbido, esa es la voz de Deidara, observo a Sasori con terror, quien aún me mantiene en sus brazos y no se percata de mi estado, al parecer continúa con su charla mental. No me importa, mi cuerpo se encuentra tenso, mi corazón lastimado, y una vez más estoy cara a cara  con la traición. Quiero llorar, pero lo primero que hago es moverme frenéticamente, necesito que me baje, necesito que me deje irme, necesito alejarme de él.

—¡Suéltame! —grito como una posesa, y mis movimientos son tales que él no tarda en dejarme en el piso con la confusión pintada en el rostro, las lágrimas no tardan en aparecer, sin quitarle la vista de encima comienzo a caminar de espaldas, mis manos tiemblan, todo mi cuerpo parece una gelatina a decir verdad, y a causa de eso es que poco después doy un paso en falso y termino en el piso, el hace un ademan para acercarse—, ¡no! ¡No se te ocurra acercarte a mi! ¡Aléjate!

Me siento intimidada por el arcángel, y lamento decir que hubiera preferido mil veces vivir en la ignorancia a saber esta verdad. La mentira duele, la traición lastima, pero la verdad mata, así era el dicho ¿No?

—¿Q-qué sucede? Sakura, ¿qué mierda sucede?

—T-tú —tomo aliento, encontrando aquel valor momentáneo que sale de mi cuando lo tengo a mi alrededor—. Tú me mentiste, me has quitado lo que más quería, ¡todo es tu culpa!

El abre los ojos con impresión, y parpadea sorprendido, como si no se hubiese esperado tal respuesta de mi parte.

—¿Pero qué dices, pequeña incongruente?

—¡Te he oído! Estabas en mi mente, podré sonar como una loca, pero sé perfectamente que era tu voz y la otra pertenecía a Deidara... Lo he escuchado, sé que tu fuiste el causante de mi muerte —revelo, y entonces veo como el pánico atraviesa su mirada.

Intento ponerme de pie, pero mis piernas no tienen la fuerza suficiente, deseo ponerme a llorar como una pequeña bebé, de cierto modo lo soy para ellos, pero no me encuentro dispuesta a dejar que él haga conmigo lo que le plazca.

—¿Cómo lo has escuchado? —exige saber, rehuyendo de mi mirada.

—¡No lo sé y no me importa! Sólo apareció tu voz en mi cabeza y luego la de él, y... y... ¡eres despreciable! Me has destruido la vida, me has destrozado, todo lo que me está sucediendo es tu culpa —sollozo y se rompe aquella capa de protección, las lágrimas escapan de mis ojos como un diluvio—. ¡¿Por qué lo has hecho?! ¿Tanto me odias? ¿Qué te hice?

Mi voz termina siendo un hilo, no tengo fuerzas de nada, sólo deseo irme a dormir, de preferencia eternamente, todos aquellos sentimientos de discordia que habían en mi se han unido y formado uno nuevo, el odio puro. Entonces me doy cuenta de que es la primera vez que realmente odio a alguien, antes no habían sido más que molestias absurdas y pasaderas, pero ahora es diferente, es real, y hace que todos mis pensamientos se desvíen a la persona que esta frente a mi con una expresión de rendición.

—No te odio, no podría odiarte nunca sin importar lo que hagas —responde clavando su mirada en mis ojos, y es entonces cuando nota el resentimiento en ellos, su rostro se contrae de lo que parece ser dolor—. No, no me veas así, S...

—Si no me odias, ¿por qué me has hecho esto? ¿Es que disfrutas con el sufrimiento de los demás? ¿Te regocijas en el dolor? ¿Te hace sentir poderoso?

De pronto lo tengo frente a mi, intento arrastrarme para hacer distancia, pero no me lo permite al colocar su mano en mi cuello y atraerme a él, intento desesperadamente parar su acercamiento, pero su fuerza me somete y me obliga a estar tan cerca que puedo sentir como nuestras respiraciones se mezclan, el huele a canela y manzana, siento mis ojos picar por las lágrimas que desean salir nuevamente.

—Sakura, nada de lo que he hecho ha sido para dañarte, puedes insultarme, golpearme, pero nunca intentes decir que disfruto cuando sufres. Cuando tus hermosos ojitos lloran yo soy quien entra en agonía —confiesa con dolor en su voz, subo lentamente la mirada para encontrarme con sus ojos café enviándome una mirada de anhelo, desea que le crea, ansía que le responda. Pero yo estoy estupefacta, las palabras de han ahogado en mi boca, simplemente no puedo hablar.

Es entonces, cuando en un acto desesperado de su parte, se acerca más a mi, y puedo observar con sorpresa como sus labios chocan con los míos, no sé que estoy haciendo, no sé por qué no me separo de Sasori, lo único que puedo decir con exactitud es que los fuegos artificiales explotan en mi estómago mientras me besa.

La espera valió la pena, ¿eh?

¡Holaaaaaaaas bellezas de wattpad! Les juro que yo no pensaba hacer el final del capítulo así, pero sólo ha salido. :0

Sinceramente, yo tenía pensado hacer una cosa completamente distinta, pero a medida que avanzaba y avanzaba esto es lo que ha salido, me disculpo si hay algún error ortográfico [Si lo ven me avisan -w-], y espero que les haya gustado, porque a mi en lo personal me encanta 7w7r.

Ahorita me pondré a responder los comentarios del capítulo anterior, que me han sacado un montón de sonrisas al leerlos. <3

Puedo considerarme oficialmente de vacaciones, y por eso celebro con ustedes. UwUr

Sin más que decir ¡La esposa de Sasori se despide por ahora!

Tú eres mi Ángel [Sasosaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora