Observo maravillada como Tenten se ha quedado dormida, como abandonó la postura defensiva que había tenido en un principio y su respiración poco a poco se fue volviendo a la normalidad, los sollozos quedaron en el pasado.
En realidad no ha pasado mucho desde nuestra conversación, pero si lo suficiente como para que luego de un especialmente frustrante debate mental que de seguro me habría causado migraña si se tratara de una situación normal, decidir que sin importar cuando dure deberé buscar respuestas a todo, no es momento de quedarse sentado a esperar, y siendo completamente sincera, la razón de mi interés sobre la situación no tiene que ver mucho con la misma, sino que de cierto modo estoy buscando a toda costa un método para distraerme.
Observo a la joven de apariencia asiática por unos momentos, ¿para ella había sido igual? Me refiero al proceso de cambio, de pasar a ser una humana con nada fuera de lo normal, a un ser celestial, es que seguía sin creerlo del todo, el lugar parecía sacado de una imagen surrealista.
Me senté en la cama, colocando los codos encima de las rodillas y acunando mi rostro entre mis manos, mi vista se encontraba clavada directamente en el piso, siguiendo una y otra vez los patrones del diseño de la alfombra, seguía una y otra vez una misma ruta con la mirada, cierto espacio que inspeccionaba sin descanso, hasta que de pronto, un mareo vino a mi, rápido, colándose bajo mi piel, haciendo que mi equilibrio fallara y por precaución, me recosté justo a un lado de la joven durmiente.
Y pronto la furia comenzó a burbujear dentro de mi, como un caldero hirviente, ¿qué me ocurría? ¿Por qué razón estaba molesta, no, furiosa? Si, tenía una que otra razón, la injusta de la vida, lo insoportable del pelirrojo, pero aquel sentimiento era intenso, sentía como poco a poco tomaba control de mi, ahogándome, y así tan rápido como apareció se fue, sin dejar ningún tipo de prueba de lo ocurrido, solo consiguiendo poner otro problema a la lista.
Me levanté con rapidez y subí a mi cama, cara a cara con la almohada volví a llorar, no era una persona especialmente emotiva antes de mi fallecimiento, pero por los momentos no sentía vergüenza de dejarlo salir, procuré ser silenciosa, tanto como ala noche anterior, no me encontraba sola en el lugar y debía de hacerme la idea.
—Dejé a una llorando y al llegar encuentro a la otra imitándole —Su voz me sobresalta, intento en vano quitar las lágrimas que continúan cayendo sin parar, niego con la cabeza al notar en su voz la carencia de humor distintiva, se encuentra ronca, lo que hace que mi curiosidad salga a la luz.
—¿S...Sucedió algo? —balbuceé, y lamenté que mi voz sonara tan débil.
El observó como Tenten dormía por un momento, antes de clavar sus ojos rojizos en los míos.
—Hidan se salvará... pero la magia no puede hacer nada por él, temo por su salud mental cuando el proceso de curación termine —confesó—. ¿Qué te sucedió a ti?
Mordí el interior de mi mejilla, debatiéndome entre si preguntarle o no, sin estar completamente segura sobre si era beneficioso o no el hacerlo, suspiré.
—Ha ocurrido algo extraño conmigo —le dije en un susurro—, de pronto me he molestado sin razón.
—No veo nada raro, estás molesta con el mundo, ni siquiera un ciego pasaría eso por alto.
—Lo preocupante es no sólo me he molestado, he dejado que la furia entrara en mi cuerpo y dominara todo lo que siento... estoy aterrada, no sé que me sucede —Mis palabras parecen producir una especie de sorpresa en él, porque abre los ojos como platos por un segundo antes de recomponerse casi robóticamente.
—¿Hace cuanto fue eso?
—Hace unos minutos, no mucho —mi voz es ahora un hilo, casi un susurro lastimero, tardo unos segundos en comprender lo patética que me veo frente a él. Con determinación limpio los restos de lágrimas de mis mejillas e ignorando su mirada llena de interrogantes me dirijo al baño.
Esperé verlo al salir, pero tanto él como Tenten habían desaparecido por completo en los pocos minutos que duré lavándome el rostro.
Me guíe por instinto hacía mi cama, y me senté en el cómodo colchón, dejándome seducir por la sensación de estar entre las nubes terminé acostándome por completo, quité la armadura de mi cuerpo, y posteriormente de haberla dejado en el piso procuré cubrir mi desnudes con un edredón que recién y notaba, se encontraba bajo la almohada.
Mi vista se dirigió a la puerta por una fracción de segundo, la noche anterior estaba pasando factura en mi; el cansancio era casi intolerable, todo mi cuerpo pedía a gritos que me dejara caer en el mundo de los sueños, pero el miedo volvió. No tenía las agallas suficientes para no derrumbarse si llegaba a soñar con alguno de sus seres queridos, una cosa era pensar en ellos y luego distraerse en cualquier otra cosa, estar en un estado de limbo emocional. Pero el que tu propio cerebro se esforzase para traer el tema a relevancia una y otra vez era casi doloroso.
Entiendo que tampoco podría hacer como si mi vida no hubiera existido, pero ahí estaba la clave, pasado, ya no más, el dolor prevalece, ellos morirán en algún momento, reharán sus vidas, me olvidarán progresivamente hasta solo convertirme en un recuerdo lejano... yo no estaba tan segura de poder hacer lo mismo, ni para poder soportar que eso ocurra.
Luchando contra las lágrimas negué con mi cabeza, aún cuando nadie podía ver me sentía débil, completamente avergonzada, y quizás a causa de esto me rendí ante las exigencias de mi cuerpo, esa noche contra todo pronóstico no soñé con nadie de mi vida pasada, la única imagen que se repetía una y otra vez eran dos preciosos ojos de tono rojizo, y alas negras siendo extendidas.
En algún momento de la noche sentí como un peso hundía mi colchón en uno de los bordes, aunque intenté no pude ver nada, me encontraba en un estado medio entre dormida y despierta, para mala suerte no tenía control de mi cuerpo.
—¿Por qué te he hecho esto? —susurró una voz ahogada en arrepentimiento, me pareció levemente conocida, pero así de rápido como salí de mi ensoñación volví a entrar en ella, olvidando por completo aquel suceso.
El resto de la noche transcurrió entre ojos canela y majestuosas alas moviéndose mientras se elevaban en un vuelo maravilloso que me hizo sentir como en una caída libre, como en una montaña rusa del parque de atracciones, pero mil veces incrementado, era una sensación nueva, rebosante de adrenalina, y si de algo me encontraba completamente convencida, era la idea de quererla volver a sentir a como de lugar.
†
Mis vidas, bellezas <3
¡He logrado aguantar una semana! [Al menos acá en Venezuela ya se cumplió la semana] Aunque en realidad porque había tenido inspiración, pero no ánimos para escribir, así que andaba con las ganas off hahahaha.
Espero que les gustara el capítulo <3
Lo terminé mientras esperaba que se cargara el capítulo 6 S7 de GoT, no pude esperar, la curiosidad me mató </3, pero el internet está del asco, así que dije "Bah, no tengo problema con escribirlo con unas horas de adelanto" ;)
Nos leemos<3
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Tú eres mi Ángel [Sasosaku]
FanfictionSakura Haruno era una joven normal, tenía un novio al que amaba con locura y buenos amigos que darían la vida por ella. Hasta que un accidente hace que su vida acabe de una forma temprana e inesperada. Ahora debe ser una espectadora de como todo ca...