[Por favor, al final, lean la notita de autor, las amo, en fin, disfruten<3]
Se podría decir que desperté en los brazos de un Ángel, si, técnicamente así fue. Sentía sus pasos al caminar con rapidez mientras me llevaba, y viendo su perfilado mentón, fue que recordé los últimos sucesos.
—¿Qué sucede? —me atreví a preguntar.
—Alguien se ha colado en el castillo mientras dormías, los guardias estaban distraídos con lo que sucede afuera... Mierda, ¿estás bien? —Se veía nervioso, molesto, había perdido ese aire de indiferencia que solía caracterizarlo, notar eso me revolvió el estómago.
—Lo estoy.
Evité decir que no recordaba nada, evité decirle que de los millones de recuerdos que había recuperado esa misma mañana, sólo conservaba uno, aunque ese era suficiente como para saber en qué me estaba metiendo. Eso no cambió, aún así, que apartara la cara cuando Sasori intentó darme un beso.
Él me miró con incredulidad, incómoda, tuve que fijar mi atención en algún punto de su armadura.
—¿Sucede algo?
Y pensé en qué podría responder, ¿era el momento adecuado? Ni siquiera sabía qué sucedía a nuestro alrededor, estaba desorientada por completo, ¿podría decirle a la cara que realmente le daba igual los sentimientos de mis yo del pasado? ¿Que no quería comenzar eso con él tan rápido, porque los sentimientos que tenía, los actuales, no habían llegado a ser tan desbordantes como los de él, y se sentía incorrecto el corresponderle en esa situación?
Negué con la cabeza.
—No sucede nada —dije, modulando una sonrisa, a pesar de saber que Sasori poco me creyó—. ¿Me podrías bajar?
Mas no recibí respuesta, alcé una ceja ante aquello, pero no dije nada. Todo acabó cuando cruzamos cierto portón de inmenso tamaño que había visto con anterioridad en el recorrido del castillo que había hecho no hace mucho, Sasori me puso de pie, asegurándose de que podría sostenerme, no se movió de mi lado.
Dentro de aquel lugar estaba reunida una gran cantidad de ángeles, todos con sus alas extendidas y equipados de armaduras que se veían aún más resistentes que las utilizadas a diario, y lanzas o espadas peligrosamente afiladas. Aveces, al moverse, chocaban las alas contra otro de ellos, era aterrador ver sus miradas vacías, sus manos tensas sobre algún tipo de arma, pero sin el más mínimo temblor.
Fue en ese momento que comprendí alguna de las palabras que había dicho el misterioso hombres antes de perder el conocimiento, fue exactamente en el momento que una fuerte explosión sacudió el lugar, que Sasori me tiró al suelo y se colocó encima de mi, que supe a qué se refería con "tratado de paz".
—¿Qué está sucediendo? —En mi voz podía notarse el pánico, mas no quité en ningún momento mi mirada del rostro del pelirrojo, y pude notar una sensación ajena a mi me envolvía, como la furia se hacía cargo de mi, me sentía impotente, mis manos se empuñaron a ambos lados de mi cuerpo, y deseé con todas mis fuerzas destruir lo que estuviera a mi alcance—. Es extraño... Sasori, algo me sucede, ¿por qué estoy molesta? No lo comprendo...
Ahí fue cuando el arcángel decidió devolverme la mirada, y al momento que nuestros ojos se conectaron la calma me invadió, todo mal sentimiento que pudo haberme incordiado se esfumó, las preocupaciones dejaron de ser importantes, y sólo deseé que permaneciéramos así algún tiempo más. Quizás por eso, no esperé que sus labios se unieran con los míos en un casi efímero toque, nuestras bocas estuvieron así algún tiempo, y cuando decidió acabar con el contacto, mi respiración acelerada y la de él se volvieron una, esa prueba de su cercanía me calmó, y ni siquiera pude pensar en lo que me nublaba la mente minutos antes.
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Tú eres mi Ángel [Sasosaku]
FanfictionSakura Haruno era una joven normal, tenía un novio al que amaba con locura y buenos amigos que darían la vida por ella. Hasta que un accidente hace que su vida acabe de una forma temprana e inesperada. Ahora debe ser una espectadora de como todo ca...