Veintinueve

587 72 26
                                    

Sakura

Debo obligarme a mi misma a salir de la estupefacción, porque hacia tan sólo algunos segundos el cuerpo de Sasori parecía un cadáver, doblado inhumanamente. No obstante, cuando lo observo, puedo percibir un brillo saliendo de él, su cuerpo lleno de tierra ahora parece reluciente, y casi me ahogo cuando veo que comienza a incorporarse como si hacía tan sólo unos segundos su cuerpo no había sido destrozado.

—¿Q... Qué pasó? —No pude evitar cuestionar.

—Al parecer, esto es lo que sucede cuando los compañeros se unen —dice, antes de inspeccionar con la mirada el entorno—, no pude obtener toda la información sobre este cambio, al menos no antes.

Me tiende la mano y ayuda a incorporarme, el cansancio y dolor que tenía hacía tan sólo segundos parecen haberse esfumado, me encuentro estupefacta, pero ahora, por primera vez desde que lo vi en esta vida, sé que tendré una respuesta lo más sincera posible de su parte... Al menos cuando podamos hablar.

Decido también ver cómo está la situación, y entonces noto como Kakuzu intenta atacar a Zetsu a la lejanía, pero, a diferencia de lo que ocurrió con Sasori, sus movimientos son completamente descontrolados, parece querer destruirlo todo, sin importar quién esté en el medio. Sasori fija su mirada en el mismo lugar que yo, y veo como su ceño se frunce.

No tarda en aparecer una mancha rubia en el cielo, acercándose lo más rápido que puede con sus alas, no tarda mucho en aterrizar justo a mi lado y hacer una reverencia a Sasori.

—Confío en ti para que cuides a Sakura con tu vida.

Recibe un asentimiento de Deidara, y entonces, con una rapidez imposible de distinguir con los ojos, parte en dirección a la batalla.

—Todavía no me agradas del todo... Pero debo agradecerte, porque sin tu llegada en esta vida, seguiría estancado —dice, mientras saca de algún lugar de la armadura lo que parece ser una daga y me la entrega.

La tomo, frunciendo el ceño con confusión, lo miro, sé para qué es la daga, en el caso de que sean muchos adversarios y no pueda garantizar mi seguridad, lo que me intriga realmente son sus palabras, pero enseguida noto que no dirá nada más. Y yo sólo puedo preguntarme qué habrá querido decir con "estancado".

A algunos metros de nosotros, descansa el cuerpo de Hidan, no puedo sostener la mirada sobre él mucho tiempo, por lo que termino viendo el espectáculo de muerte que ofrece Kakuzu.

SASORI

Después de ese beso, mi cuerpo no deja de sorprenderme.

Siempre supe que la unión entre Sakura y yo sucedería cuando ella aceptara el peso del vínculo que nos mantenía juntos y más aún, me aceptara por completo a mi. Aún así, ninguna de las personas que podía ofrecerme información sobre los compañeros reveló el secreto de lo que ocurriría, o al menos, nunca me dijo que el cambio o sería tan drástico.

Justo ahora estoy experimentando el hecho de que mi alma se ha moldeado por completo a la suya, al sacrificarse, al aceptarme, al quitar sus defensas hemos podido completar la está unión que trasciende de todo entendimiento, somos, de alguna manera, uno sólo.

Mi cuerpo, además de haberse curado casi milagrosamente, se siente mucho mejor, sé que justo ahora mi fuerza ha aumentado, en cantidades abrumadoras, y no tengo dudas en lo que debo hacer.

Por Hidan, por todos los que han dado su vida en este enfrentamiento innecesario.

Mi velocidad sobrepasa lo que yo creí, era mi límite. Y sólo transcurre un instante antes de poder plantarle cara a Kakuzu. He mandado a Kimimaro a este lugar, confío en que él matará a Zetsu para acabar de una vez por todas con el problema desde raíz. Puedo verlo por el rabillo del ojo moviéndose hacia acá.

Por otro lado, se nota a leguas lo mucho que le ha afectado la muerte de mi soldado al arcángel.

Cuando Hidan apareció hace algunos años en mi territorio, pidiendo asilo y poder unirse a mi bando, creí que se trataba de un espía. En más de una ocasión lo pude observar con Kakuzu, uno al lado del otro en las reuniones, pero, con actos como el de hoy, supo ganarse mi confianza poco a poco.

No sé qué los habrá separado a ambos, pero sí tengo la seguridad de que si Hidan prefirió morir a manos de aquel a quien más amó, debió tener peso.

Cuando el desesperado arcángel fija su mirada en mi, sólo puedo vislumbrar ojos inyectados en sangre y una pesada aura que lo rodea. No necesito esperar más, me aseguro de que Kimimaro no ha dejado que Zetsu escape, antes de que mis hilos se muevan con rapidez hacia Kakuzu, quien los esquiva de un salto, sin notar que por arriba le esperaban más.

Logró cortar una de sus largas extremidades, pero sé que nada de lo que haga lo matará, por lo que envío mi energía vital desde el hilo, calcinado aquella cosa. Avanzo con rapidez, esquivando los ataques que me dirige con el resto de sus partes grotescas. Lo que hacía tan solo minutos me había costado toda mi energía, parece un recorrido por una pista de juegos para infantes.

Pero no puedo distraerme con mi cambio, esquivo otro ataque de su parte y mando mis hilos hacia él por todas las direcciones, logra esquivar unos cuantos antes de perder una de sus piernas.

Entonces, lo que en algún momento fue un pierna se lanza hacia mi como si tuviese mentalidad propia, la esquivo por algunos segundos, consiguiendo un corte en la mejilla. Niego con la cabeza.

Con cada segundo, Kakuzu parece más inestable, sus ataques dejan de seguir algún tipo de patrón y sólo se centran en intentar dañarme, sin éxito.

Hasta que un pequeño error de su parte decidió el enfrentamiento. Cuando no se percató de que mis hilos tenían por dirección su espalda no su brazo restante, al esquivarlos terminó dándome acceso a mi objetivo. Fue entonces que pude tomarle de las alas y, aprovechando su sorpresa, terminar con el resto de sus extremidades.

Lo envié al suelo, donde cayó con un ruido grotesco, aún así, la caída no pareció afectarle en lo más mínimo.

Rápidamente me coloqué frente a él. Y aunque quería interrogarlo, porque necesitaba saber qué había hecho con su cuerpo, de dónde había salido esa versión antinatural de sí mismo, sabía que cualquier tiempo que le diese, lo utilizaría de ventaja, pese a mis comentarios, Kakuzu no era del todo un idiota.

Le miré a los ojos, no pude encontrar allí más que rendición, dolor y agonía pura. Rápidamente coloqué mi palma en el pecho ajeno, y comencé a sentir como la energía salía de esta para transferirse a él, llenándolo y a su vez, calcinando al arcángel.

Y antes de que Kakuzu, el arcángel, muriera, una lágrima solitaria cayó por su mejilla para perderse en su cuello, mientras que en su mente imágenes de él junto a su compañero, a quien acababa de asesinar, se reproducían como si fuese una película.

Entonces la energía de Sasori terminó de recorrer su cuerpo, fue allí cuando todo acabó.

Disculpeeeeen por lo corto de este capítulo, así como también mi tardanza, pero ya sólo falta otro para que terminemos💜

Y espero que ese capitulo ya esté para la próxima semana, ¡desenme suerte y mandenme energía para que pueda encontrar motivación!

Los quiero mucho, son los mejores lectores del mundo, mucho mejores de lo que merezco por ser tan mala a la hora de escribir, por eso les agradezco muchísimo que aún sigan aquí🥺

Espero que les haya gustado. ¿Se imaginaban que esto pasaría así?

Tú eres mi Ángel [Sasosaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora