CAPÍTULO 13

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Ingresamos al local y una mesa larga para mas o menos 20 personas estaba ubicada en el centro del local. ¡Y si! Ahí están algunas amigas y compañeras del equipo de porristas, llamando la atención de todos los clientes masculinos, con sus hermosas piernas, grandes cenos, traseros y ropa diminuta. Yo solo llevo un short y un top de flores, ¡admito que son prendas demasiado pequeña!, ¡pero en mi defensa, no sabia que saldría de casa!. Nos ubicamos en la mesa y un mesero se acercó a mi, me entregó el menú y se quedó mirando mi escote. ¡Qué tipo tan desagradable!.
-¡oye mis ojos están en mi cara!- dije señalando mi rostro, de manera grosera. ¡Solo me defiendo!. El mesero se sonrojó de tal manera que parecía que su rostro iba a arder el llamas. Todas comenzaron a reír, todas menos yo, quien seguía fulminando al pervertido mesero con la mirada.
-¡lo siento mucho! ¡No es lo que parece!- dijo acomodando su sudoroso cabello rojizo con una mano temblorosa como gelatina.
-¡mejor trae 22 coffe late's y donas sin calorías, también 22 sodas dietéticas! ¡Con hielo!, ¡has tu trabajo!- le entregué el menú de mala manera. Y el chico se fue. ¡Se que fui grosera, no pretendía serlo, pero ese tipo no debe tratar a las mujeres como un objeto para observar! Y además debo quedar bien, frente al equipo de porristas.
-¡acabo de recibir un texto!, ¡hay una gran fiesta en los puertos, irán solamente populares y gente con dinero de Boston y New York!- dijo Jade (porrista). ¡Adoro las fiestas!, cuando era pequeña fui a una fiesta de un niño de mi clase y me hicieron beber aguar del retrete y correr en círculos imitando el sonido de un cerdo. ¡Tan solo recordarlo siento un gran odio!. Desde ese momento no iba a fiestas, excepto las de mi pequeño amigo, un adorable niño, que me obsequiaba dulces. ¡Lamento tanto no recordar su nombre!, ¡no era muy lindo, pero era mi único amigo, por mas que no hablábamos mucho!, ¿qué habrá sido de su vida?, si mi memoria no me falla, se marchó de Boston cuando tenía unos 12 años.
-¡Alicia!- dijo Kim sacándome de mis pensamientos mientras agitaba su mano frente a mi rostro.
-¡disculpen! ¿Qué sucedió?- sonreí en forma de disculpas.
-¡queremos saber tu opinión sobre la fiesta!, ¿en qué pensabas?- dijo y todas se volvieron a mi y me observaban esperando mi respuesta. ¡Diablos! ¿Que digo?.
-Emm... En nada, solo estoy un poco distraída, creo que deberíamos ir a la fiesta, pero no debería ser solamente para "populares", creo que deberíamos incluir a todos los estudiantes!- ¡rayos! ¡Recibiré críticas por lo que acabo de decir!.
-¡por dios! ¿Oí bien? ¿Alicia McCourny, quiere que nos mezclemos con los marginados?- dijo Caroline con el tono mas sarcástico y burlesco que he oído. El mesero trajo la orden y volvió a retirarse.
-¡pues no veo nada de malo en eso!- dije sonando a la defensiva. ¿Por qué estoy diciendo esto?.
-¡Ally amiga, esta vez la cerda (Caroline) tiene razón, ¿qué es eso de mezclarnos?- dijo Kim, sonando completamente petulante.
-¡es por su nuevo amigo el marginado de Matt Johnson! ¿Ahora te unirás a su grupo de marginados?, ¿que sigue luego? ¿Que te unas al decatlón académico?- hizo una risa petulante mientras miraba a todos en la mesa- ¡pues no lo permitiré, si quieres ser marginada, pues adelante, pero no podrás seguir en el equipo!.
-¡primero que nada, Matt no es un marginado!- elevé mi tono y la ira comenzó a notarse- ¡y puedes quedarte tranquila, que no me uniré a ningún decatlón académico, a ti no te vendría mal, tienes el coeficiente intelectual de un simio! ¡Procura poder mantener tu lugar en el equipo y deja de entrometerte en lo que no te incumbe! - dije tratando de mantener la calma, para no terminar con mis manos sobre su cuello. ¡Realmente muero por darle un buen golpe a esta imbécil!.
-¡Oooh! ¡Tranquilas bonitas!- sentí una mano en mi espalda, no volteare porque se que mataré al imbécil.
-¡aparta tu mano de mi!- apreté mis dientes tratando de contener la rabia. Giré y me topé con Brandon quien estaba extremadamente cerca de mi.
-¡hola mi amor!- intentó darme un beso. Giré mi cara esquivándolo y me puse de pie inmediatamente. Miré a Kim. ¿En qué diablos pensaba Kim? ¿Por qué no me dijo que vendrían estos simios?.
-¡dijiste que seriamos solo chicas!- fulminé a mi amiga con la mirada, tomé mi bolso y comencé a caminar a la salida. ¡No puedo creer que Kim haga esto! ¡Luego de que le confesé que Brandon me golpeaba!. Ella vino tras de mi me sujeto del brazo ya en la acera.
¡Ally detente! ¡No sabia que ellos vendrían! - dijo mirándome seria.
-¡solo déjame! ¡Me iré a casa!- comencé. Caminar por la acera y Kim permaneció en su lugar.
-¡pues no tienes automóvil!- dijo con tono de triunfo.
-¡pues tengo dos piernas para caminar y dinero para un taxi!- dije aun mas soberbia. Seguí caminando. ¡Dios, realmente no tolero a Brandon!, ¡y mucho menos cuando está con sus amigos, es aún más petulante y machista que de costumbre!. Tendré que decirle a mi madre que terminé con Brandon, eso no será nada fácil.
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Estaba en la sala de casa buscando en la televisión algo para ver y mi movil comienza a sonar. Un número no registrado. Vaya, quien podrá ser. Presioné verde y dije- ¿hola?- diuu mi voz sonó muy formal.
-¡hola preciosa!- la voz encantadora y varonil de Matt sonó del otro lado del altavoz. Reí como una niña - ¿tienes planes pera esta tarde?.
-¡no!- dije emocionada sin poder ocultarlo. Salir con Matt es lo mejor, es tan tierno y atento. Me encanta ver su perfil tallado por los mismísimos dioses.
-¿señorita McCourny, le gustaría dar un paseo esta tarde conmigo?- imitó la voz de un mayordomo inglés. Ambos reímos.
-¡por supuesto que me gustaría señor Johnson!- contesté con el mismo acento inglés.
-¿puedo pasar por usted a las 16:00 horas en punto?- continuó.
-¡estupendo! ¿Cómo debo ir vestida?- dije interrumpiendo el diálogo inglés.
-¡lo mas casual que puedas preciosa!.
-¡excelente! ¡Entonces nos vemos!- dije un poco cursi.
-¡nos vemos ,preciosa! ¡Te quiero!- su voz es tan cálida cuando me dice así. ¡Es inevitable! Mi fierecilla ya está como loca y ni siquiera Matt está aquí.
-¡yo te quiero aún más!- espero que no comience una discusión de "quien cuelga primero", aunque no lo creo, Matt no es de esos chicos, tiene sus momentos cursi pero eso no quiere decir que lo sea.
-¡adiós preciosa!
-¡adiós!- sonreí al teléfono como una niña. Ambos colgamos a la vez.

Mentiras PiadosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora