CAPÍTULO 25

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Llegué a la escuela y saludé a Matt como de costumbre, la clase fue normal y solo llamaron nuestra atención un par de veces, Matt se encontraba deslumbrante, con sus vaqueros de jeans azules y su camiseta verde. ¡Amo como luce, se ve tan sexy!, ¡y es mío!, el horario escolar se pasó volando y Matt debía ir a la casa de su padre a almorzar con Makailee.
Así que me despedí de el y regresé a casa.
Ingresé a la cocina y alguien se encontraba en la nevera, pero no es Clara, ella no utiliza tacones tan caros, y tampoco es mi madre, ¡conozco sus pies!. Me alerté al instante y comencé a caminar hacia la nevera y dije -¿quién es?- el miedo es mas que notorio en mi voz . ¡No creo que sea un ladrón!, ¡pero no se quien es y estoy sola en casa con esta persona!. Cerró la nevera y reveló una mujer de alta edad, al juzgar por su piel arrugada en algunas partes de su cuerpo, en donde las cirugías plásticas no surtieron efecto, una mujer muy elegante de labios rojos me miró sonriente, intentó aproximarse a mi, pero retrocedí a medida que ella avanzaba.
-¿quién es usted?- dije un poco asustada.
-¡Cher, Je suis ta grand-mère!- dijo con un excelente francés, del que obvio no entiendo nada.
-¡no comprendo francés!- dije siendo muy borde.
-¡oh disculpa!, ¡querida, soy tu abuela Yiyí!- dijo sonando muy rara.
Retomé mis postura.
-¡oh un gusto señora!- dije, ya que nunca había visto a mi abuela materna, ¡esto es raro! Pensé para mi misma.
-¡mírate Alicia que bella eres!- dijo analizándome de pies a cabeza con la vista.
-¡gracias!, no es por se grosera pero, ¿que hace aquí?- debe creer que soy una maleducada, pero esta mujer jamás se interesó siquiera por verme.
-¡Cher, vine por tu cumpleaños!- dijo fingiendo una sonrisa. Me parece realmente extraño que justo ahora que cumpliré 18 años y heredaré todos los bienes  de mi padre ella decide visitarme.
-¡oh!, ¿no tenía algún viaje o algun compromiso que le impidiera venir?, como cuando fue mi cumpleaños número 16, que justo había un coctel en su mansión, o para mi cumpleaños número 17 cuando pescó un resfrío y "no podía viajar", y así todos mis cumpleaños- dije siendo muy sarcástica y borde. Su sonrisa fue aún más forzada. Y en eso ingresó mi madre a la cocina.
-¡Alicia, ella es tu abuela ha venido a visitarte!, se quedará hasta el día lunes de la semana próxima!- dijo sirviendo vino en 3 copas. ¡Mierda, tendré que soportar a estas dos serpientes en mi casa!.
-¡ya lo sé!, ¿por qué sirves tres copas?- pregunté ya que solo estamos nosotras tres en casa y mi madre nunca me deja beber de su vino.
-¡haremos un brindis por la visita de tu abuela!- dijo entregándome una copa de vino blanco. ¡Me gusta el vino, pero no quiero hacer un brindis por esta señora!, ¡su visita no me da buena espina!. Recibí su copa totalmente  inexpresiva. Y me dispuse a hacer el brindis mas falso de mi vida. Nos dirigimos al comedor y Clara había preparado un coctel de mariscos solo para nosotras tres. Tomamos asiento y Clara sirvió la comida.
Comenzamos a almorzar y me dispuse a solo comer. ¡No quiero hablar con nadie!, pero sé que tendré que hablar.
-¡Dime Alicia, ya sabes que harás con la herencia?- dijo e instantáneamente supe que lo que supuse era verdad. ¡Lo sabía, solo está aquí por mi herencia!, pero voy a jugar con sus emociones.
-¡Creo que lo correcto sería dejar un 70% de bienes para mi Madre!- dije y ambas sonrieron sorprendidas mientras se miraban mutuamente y luego a mi. ¡Lucen como estúpidas!, si supieran que es mentira. Tuve que mirar a otra parte para no reírme en sus caras, me llené la boca de mariscos para no tener que hablar.
-¡oh Cher, eso eso fantástico!, ¡tu padre habría querido eso, el y tu madre se amaban mucho!- dijo sin poder ocultar su felicidad. Puedo soportar su interés en mi herencia, pero que no se meta con mi padre.
-¡disculpe si soy descortés señora!- dije mirándola fijo.
-¡oh dime abuela o Yiyí!- Dijo mezclando el francés con el español.
-¡señora!- dije haciéndole la contraria- ¡no veo cómo puede usted opinar sobre la relación de mi padre y mi madre, si usted nunca tuvo un segundo de su tiempo para visitarnos!, ¡yo creo que es mejor que no opine de temas que no sabe!- dije sonriendo con petulancia. ¡Si esta mujer es como mi madre, estoy segura de que mi actitud le va a molestar!.
-¡Alicia no seas irrespetuosa con tu abuela!- dijo tratando de remediar mi conducta. ¡Qué patético que es esto!.
-¡descuida Eleanor!, creo que debo disculparme con Alicia- dijo mirando a mi madre mientras colocaba su mano en el brazo de ella. Luego dirigió sus ojos verdes controladores hacia mi y sonrío como si se tratara de una niña de cinco años- ¡Ally discul...!- dijo y la interrumpí diciendo - ¡Dígame Alicia!.
-¡De acuerdo, Alicia discúlpame por haber hablado de tu padre!- me sonrió, pero en sus ojos se notaba que quería asesinarme. ¡Haré que se vaya por si misma!.
-¡puedo disculparla señora, pero para la próxima piense antes de hablar!, ¡bueno con su permiso, me retiro, acabo de perder el apetito!- dije y me puse de pie, dejándolas solas en el comedor.
Mientras subía la escalera, me causaba risa recordar lo patética que fue su conversación.
Una vez que llegué a mi habitación le envié un texto a Matt que decía "¿cariño como va tu día, ¡ya te extraño!". Luego de enviarle el texto entró una llamada de Kim.
-¿si?- dije.
-¡Ally estoy fuera de tu casa!, ¿te encuentras ocupada?- su voz sonó tranquila y no inquisidora como viene siendo hace días.
-¡no, para nada!, ¡sube estoy en mi habitación!- dije mirando por la ventana, a lo lejos pude divisar el automóvil de Kim.
Me quedé en mi habitación, y luego de cinco minutos llamaron a la puerta.
-¡Adelante!- dije y Kim pasó inmediatamente.
-¡hola Ally!- dijo sonriendo tímida. ¡Está rara, luce incómoda!.
-¡hola Kim!, ¡toma asiento!, ¿qué te trae por aquí?- dije sonriendo mientras Kim tomaba asiento y se ponía cómoda.
-¡hacia mucho que no pasaba tiempo contigo!- dijo mirando nerviosa sus manos.
-¡si es verdad!- dije tratando de sonar lo mas hospitalaria para que Kim se sintiera cómoda.
-¡Ally necesito saber, que sucede!, ¡todo se destruye!- dijo dejando la timidez de lado, y yo solo la observaba extrañada.
-¿a que te refieres?- pregunté, ya que no comprendía a que hacía referencia su planteo.
-¡Ally, ya no almuerzas con nosotros, terminaste con Brandon, bueno lo puedo comprender, pero también te alejaste de mi, y se supone que somos mejores amigas!- dijo ya con la voz quebrada y los ojos cristalinos.
- ¡pero seguimos siendo mejores amigas Kim!- dije sin comprender.
-¡No Ally!, ¡sino me habrías contado que perdiste la virginidad con Matt Johnson!, ¿enserio con Matt Johnson?- dijo casi gritando, y no pudo contener sus lágrimas. ¡La mismísima mierda!, ¿que acaba de decir?.
-¡mierda!, ¿de qué hablas?, ¡no he perdido la Virginidad aún!, eso es mentira, ¿quién diablos lo dijo?- dije furiosa. ¡No puedo creer que Kim crea en eso!.
-¡me lo ha dicho Brandon!- dijo triste.
-¡oh maldito infeliz!, ¡demonios! ¿Se lo ha dicho a alguien mas?- dije ya casi perdiendo la cabeza. Me aproximé a mi mesa de noche, tomé una píldora de hierro, antes de desmayarme.
-¡No!, ¡solo a mi!- dijo con la mirada baja.
-¡oh genial!- dije suspirando. ¡Si no lo ha dicho a toda la escuela creo que por ahora puedo estar tranquila!, ¡maldito idiota!, ¿por qué diablos inventó eso?.
-¡quiere que vayas hoy a la tarde a su casa, si quieres que nadie se entere de esto! Y que no le suceda algo a Matt- dijo un tanto preocupada y a mi se me cayó el corazón a los pies de tan solo imaginar que algo pude sucederle a Matt.
-¡pero es mentira Kim!, ¡debes creerme, no he perdido mi virginidad! ¡Iré en este momento a casa de Brandon, no permitiré que lastime a Matt por mi culpa!- dije ya llorando. ¡No quiero ir a casa de Brandon!, ¡siempre sucede algo malo!.
-¡Ally, por favor no vayas!, ¡es peligroso!, ¡por favor!- dijo mi amiga mientras yo cambiaba mi vestido por una blusa negra, unos vaqueros y unas botas de tacón, con una chaqueta. ¡Mientras mas ropa mejor!, pensaba para mi misma.
-¡Kim quédate tranquila!, ¡te prometo, que estaré bien amiga!- dije y nos dimos un fuerte abrazo. Tomé mi movil y mi bolso y salí de mi habitación.
Subí a mi automóvil y me dirigí a la casa de Brandon. ¡No se que sucederá, pero siento temor!.
Llegué a la casa de los Heinze y llamé a la puerta y me atendió la madre de Brandon. Es una mujer amable y cariñosa, todo lo contrario a su hijo.
-¡Ally querida, adelante Brandon esta tomando un baño en hielo tiene para un buen rato!, ¡pero me dijo que si llegabas lo esperaras en su habitación!- dijo sonriente y yo traté de devolverle una.
-¡oh, de acuerdo gracias!- dije y subí las escaleras a la habitación de Brandon.

Mentiras PiadosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora