Mentiras Piadosas

CAPÍTULO 41

Iba caminando decidida hacia los cambiadores en donde se encontraba Brandon. ¡Me da asco, pero si consigo que Brandon me lleve a su habitación, podré quitar de su ordenador el video con mi madre!.
Iba a abrir la puerta del cambiador y una voz varonil me exaltó.
-¿Ally?- giré y era Scott.
-¡hola Scott!- le sonreí, Scott es un muchacho adorable, y muy lindo pero jamás como Matt. ¡Mierda no dejo de pensar en el!.
-¿que haces aquí?- preguntó un tanto confundido.
-¡nada!, ¡bueno debo irme!- traté de ponerme en marcha e irme rápido de allí.
-¡espera!- sujetó suavemente mi mano deteniéndome, volví mi vista hacia el.
-¿si?- pregunté. ¿Que sucede?.
-¡quería decirte que lo siento!, ¡se lo de Matt!- dijo un tanto afligido.
-¡oh emm gracias!- dije totalmente confundida y afligida por la situación.
-¡quiero que sepas que estaré para ti para todo lo que necesites!- me sonrió con ternura.
-¡eres muy amable Scott!, ¡eres un gran amigo!- le di una pequeña palmada en su hombro y le sonreí.
El se aproximó a mi muy despacio y de repente comenzó a besarme. ¿Que diablos sucede?, ¡mierda!. Me separé de él.
-¡Ally estoy enamorado de ti!, ¡realmente me gustas mucho!- tomó mis manos y me miraba como si me suplicara que dijera que si. Pero mi corazón tiene un maldito dueño.
-¡eres mi amigo Scott!, ¡te quiero mucho! Pero yo amo a Matt, aunque el me haya dañado lo amo y lo amaré hasta que muera, lo siento, debo irme - giré y comencé a caminar de prisa mientras lloraba, ¡dios!, ¿por qué no puedo tener un poco de paz? Extraño a Matt lo extraño tanto.
Debo irme de aquí por un tiempo al menos. ¡Necesito huir de aquí!.
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Regresé a casa, cambié mi ropa y llamé a mi abogado, al contador y a un guardia de seguridad. Que en diez minutos estuvieron en casa.
Tomaron asiento en la sala y Clara sirvió café.
-¡díganos señorita!, ¿a que se debe su llamado?- preguntó Bob.
-¡los he llamado porque he decidido realizar un viaje, es por salud y bien estar propio, me tomaré tres meses de viaje y quiero que ustedes se ocupen de que mi madre no realice ninguna acción legal ni realice gastos ni nada sospechoso! ¡Cuando regrese iniciaremos el juicio contra Matt Johnson!- traté de sonar fría. Los tres me miraron sorprendidos.
-¿a donde tiene planeado irse señorita?- Bob se encarga de averiguar todo.
-¡iré a Venecia y saldré hoy por la noche!, ¡informen al abogado de Johnson sobre el juicio!, ¡usted señor Adrián (personal de seguridad) recibirá un pago abundante por ser la sombra de mi madre, quiero que me manténgame  informada de todo, ustedes tres se encargarán de mantener todo en orden hasta mi regreso!- dije autoritaria.
-¡Alicia creo que le será muy difícil salir del país, usted se ha escapado del hospital sin autorización y ha iniciado un proceso legal, por lo que no puede salir del país!- dijo Bob totalmente profesional. ¡Diablos!.
- ¿y qué pretende que haga aquí?- dije disgustada. ¡Necesitaba huir de aquí!.
-¡Debe comenzar a administrar la empresa y no debe faltar a clases señorita, sino no podrá ingresar a la universidad!- me miró como si hablara con una niña. ¡Rayos todo lo que dice es verdad, al parecer!.
-¡tiene razón Bob!, ¿cómo haré para ir a la escuela y administrar una empresa?- pregunté un tanto desorientada en el tema.
-¡está la posibilidad de que estudie aparte, con un tutor privado y así poder ajustar su tiempo según lo necesite!- propuso el elegante economista. ¿Tomar clases en casa?, ¿abandonar la escuela?, la idea de estar sola no me gusta, pero podría intentarlo hasta que el juicio termine. ¡Si eso haré!.
-¡de acuerdo, tomaré clases en casa solo hasta que el juicio acabe y pueda tener mas tiempo!, ¡iré a la escuela por las mañanas y a la empresa por las tardes!, ¿qué dicen?- pregunté ya que en este momento estos tres hombres son mis únicos consejeros.
-¡es excelente Señorita!- dijo Bob al parecer contento con mi decisión.
-¡de acuerdo!, ¿que sigue?- dije actuando madura, ya que debo serlo aun contra mi voluntad. ¡Daría todo por volver el tiempo y estar con Matt y no saber nada de esto!.
-¡Hay muchas cosas que hacer!, ¿podemos ir a la empresa para tener mas privacidad y poder explicarle mejor?- dijo el economista del cual no recuerdo el nombre.
-¡claro!- dije y nos pusimos de pie, por suerte ya había cambiado esa muy diminuta falda y me vestí con un vestido color perla corto pero entallado. Salimos de casa y el chofer que era de mi madre había preparado el Mercedes Benz negro para mi, subí al automóvil y los tres hombres se fueron en sus respectivos automóviles. Salimos de casa y atravesamos una pequeña parte de Boston hasta la empresa. ¡Hacia años que no ponía un pie aquí! ¡Es tan grande, tan elegante!. ¡La empresa de mi padre es tan sorprendente!.
Ingresé a la empresa escoltada por los tres hombres que me ayudarán a arreglar mi vida. Todos me veían sorprendidos al parecer, pero no comprendo por qué. Durante el caminos hasta la oficina de mi padre varias mujeres de diversas edades me detenían para saludar y preguntarme como me encontraban. ¡No recuerdo a ninguna de estas personas pero son tan amables y hospitalarias!. Todo en la empresa luce impecable, altos techos labrados a lo europeo, pisos blancos impecables y todos lucen perfectamente ordenados con sus uniformes negros.
Llegamos a la oficina de mi padre y Bob me pidió que tomara asiento en el sillón de mi padre del otro lado del escritorio. Tomé asiento y ellos se ubicaron en frente mío. ¡Estar en el lugar de mi padre me entristece!, ¡dios!, ¿por qué tuvo que morir?, ¡lo extraño tanto!.
Bob y el economista comenzaron a sacar documentos de sus portafolios y los disponían Sobre el escritorio.
-¡Alicia, comenzaremos por el juicio, y todo lo que implica para que vayas teniendo una idea de como es el proceso!- dijo Bob tan profesional como siempre.
-¡de acuerdo!- dije tratando de sentirme cómoda. ¡Estar aquí me agobia!, ¡la ultima vez que vine tenía 14 años de edad y había venido a visitar a mi padre!, ¡y ahora ya no está!.
-¡ya han pasado tres meses desde el accidente y muerte de tu padre, pero aun no se obtiene una prueba concreta de quien fue quien mató a tu padre!- dijo hablando de en plural.
-¡el automóvil que causó el accidente y la muerte de mi padre era propiedad de Matt! ¡No comprendo!, ¿a que te refieres con que no saben bien quien lo mató?- me es muy difícil pronunciar el nombre de Matt sin sentir un enorme dolor en el pecho, ya no es en el corazón por que mi corazón ya ha muerto.
-¡en el siniestro vial hubo dos muertes, la de su padre y la de un joven que viajaba en el automóvil de Johnson!, ¡pero aun no se comprueba quien de los dos jóvenes causantes del accidente iba conduciendo el automóvil!- dijo e instantáneamente la imagen del cementerio y la lápida en donde vi a Matt cruzó por mi cabeza.
-¿su nombre era James Donnel?- mi voz sonaba distante, pero las imágenes del cementerio cuando vi a Matt pero el huyó y cuando estábamos discutiendo, Matt nombró a un tal James.
-¡ese es el nombre señorita!, ¿cómo lo sabe?- preguntó Bob asesorándose en los documentos de que el nombre fuera correcto. ¡Entonces aquel día en el cementerio si era Matt!.