CAPÍTULO 23

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Lavé mis manos y me aproximé a la mesada en donde Matt se encontraba rebanando verduras y carne. Matt se colocó detrás de mi, hizo que tomará un cuchillo con la mano y el colocó la suya sobre la mía. Se pegó totalmente a mi. ¡Mierda esto es excitante!, ¡siento que hace mucho calor aquí!. Matt dirigía mis manos al cortar la carne. Ninguno de los dos dijo nada, solo disfrutamos del excitante momento. En un momento comencé a sentir la imponente erección de Matt muy cerca de mi trasero. ¡Diablos, estoy muy excitada!. Sin poder contenerlo un leve gemido escapó de mi boca. ¡Maldita sea, muero de vergüenza!. Matt hizo que volteara e invadió mi boca con su sexy lengua, coloqué mis manos al rededor de su rostro y lo atraje mas a mi boca. Mientras me besaba Matt corrió con una mano los utensilios y la comida de arriba de la mesada. Tomó mis caderas y me sentó sobre la mesada y el se aproximó aún más haciendo que abriera mis piernas quedando a cada lado de sus caderas. Matt me atrajo mas al borde de la mesada y prácticamente estaba en contacto con tu erección, que al rozar mi zona intima, generaba un estilo de electricidad placentera que llegaba a lo mas profundo, me fue imposible que nuevamente unos gemidos escaparan de mi boca. Matt comenzó a besarme el cuello de una manera muy lenta y sexy. Se dirigió haciendo un camino al lóbulo de mi oreja y lo mordió suavemente. ¡Es torturantemente excitante!, mi cuerpo respondió aproximándose mas a Matt y ejerciendo una presión sobre el miembro erecto y mi zona intima. Los gemidos volvieron a escapar.
-¡Matt!- dije ya muy agitada.
-¿si?- dijo él con su boca pegada a mi cuello, su voz sonó ronca y un poco agitada.
-¡tengo hambre!- dije y ambos reímos. Matt me ayudó a bajar de la mesada, y acomodé mi ropa. Miré a Matt quien me miraba sonriente con las pupilas dilatadas y con un brillo precioso.
-¡dijiste que ibas a enseñarme a cocinar!- reí al igual que Matt.
-¡lo siento, fue tu sexy pantalón de chandal!- dijo fingiendo inocencia. Lo empuje suavemente y el me rodeó con sus brazos juguetonamente y me dio un tierno beso.
-¡entonces mejor mi pantalón de chandal y yo tomaremos asiento lejos de tu descontrolado amigo!- le guiñé un ojo. Refiriéndome a su miembro. Ambos reímos. Tomé asiento del otro lado de la barra, mientras observaba a Matt cocinar y hablábamos de la gente que no nos agradaba.
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-¡cocinas estupendo!- dije luego de tragar un delicioso bocado de carne con verduras horneadas.
-¡muchas gracias, mi querida Alicia!- dijo jugando. Matt acababa su comida y a mi aún me quedaba mas de la mitad del plato. ¡No creo que pueda terminar de comer esta cantidad de comida!, ¡pero lo intentaré!.
-¿así que, harás una grandiosa Pool Party?- dijo mientras me observaba comer. ¡Es un muchacho raro!, pensé para mi misma.
-¡así es!, ¡adoro las fiestas!, ¿irás?- pregunté y metí a mi boca el ultimo bocado de comida. ¡Lo logré!.
-¡pues no lo sé!, ¿estoy invitado?- dijo jugando.
-¡por supuesto que si torpe!, ¡tu no necesitas invitación!- dije y Matt me dio un tierno beso. ¡Es adorable!.
-¡allí estaré!- dijo sonriendo. ¡Realmente espero que vaya!.
Comencé a recoger los platos y fuentes de la mesa y Matt me ayudó.
Comencé a fregarlos y Matt los secaba y los ponía en su lugar. ¡Fue fácil ya que solo somos dos!. Una vez listos los platos nos dirigimos a la sala y nos ubicamos en el sofá negro. Matt encendió el televisor  y comenzó a sonar un sencillo del momento, uno de mis favoritos, love me header. ¡Quiero bailar!. Me quité los tenis y me puse de pie sobre el sofá, Matt se quedó mirando, y yo comencé a bailar y a cantar la canción, ¡que por cierto es muy acalorada!. Matt me observaba divertido y con un brillo pícaro en sus ojos acompañados de su insinuante sonrisa, que combinaban a la perfección con la letra de la canción. ¡Tan solo mirar a Matt ya me acalora!, ¡estoy muy hormonal!.
-¡Ally, por dios no seas cruel, recuerda que llevas tu sexy pantalón de chandal!- dijo ya con un adorable color rojo en su rostro. Dejé de bailar y me aproximé a Matt quedando a horcajadas de el. ¿Que diablos me sucede?, ¡mi fierecilla hormonal se ha apoderado totalmente de mi cuerpo!. Matt colocó ambas manos en mi espalda y me atrajo totalmente al él. Comenzó a besarme muy lento pero apasionante. De esos beso que pueden llegar a despertar hasta la ultima hormona que habita el cuerpo. Matt comenzó a hacer pequeños movimientos muy sexys con sus caderas presionándolas contra las mías que seguían su ritmo excitante.
-¡ahora oye la letra nena!- susurró a mi oído y mordió mi lóbulo, y nuevamente volvió a invadir mi boca con su lengua. La canción se encontraba en la parte de the weeknd, Matt hacia lo que justo en esa parte decía la canción. No puedo evitar soltar unos pequeños gemidos. ¡Es que Matt es tan sexy!, es imposible no ponerse cachonda con el. ¡Nunca antes me había sentido así!. Mi respiración ya es agitada. Comencé la besar a Matt en su sexy cuello y mi cuerpo solo quiere más.
-¡Ally!- dijo Matt con la voz ronca pero suave.
-¿si?- dije viéndome obligada a separarme de él.
-¡creo que es muy apresurado cariño!, ¡soy un chico y estoy perdidamente enamorado de ti y es mas que obvio que quiero que suceda contigo!, ¡pero no quiero que pienses que solo te quiero para echar un polvo! Quiero que estés segura y que sea especial. ¡Y si sigues siendo tan sexy puede que te folle ahora!- dijo y mi rostro se tiñó rojo, no se si sentirme ofendida por su rechazo o feliz de que me haya salvado de mis propias hormonas. Me baje de su regazo y me ubique a un lado. ¡Que vergüenza!, ¡debe creer que soy una ofrecida!, me daría una bofetada a mi misma. ¡Alicia el no te rechazó, simplemente te cuida, eso prueba que es un buen muchacho!, dijo mi subconsciente tratando de salvar mi orgullo.
Matt se puso de pie y se dirigió a la cocina y yo me quedé en la sala, sintiéndome avergonzada.
Luego de unos minutos Matt regresó con palomitas de maíz y dos vasos de soda, los dejó sobre la pequeña mesa de la sala, y se arrodilló frente a mi, que me encontraba mirando el suelo, me tomó las manos e inmediatamente me sentí un poco mejor.
-¿que dices si vemos una película?- me sonrió como si fuese una niña. ¡Cualquier cosa es mejor que este silencio!.
-¡por supuesto!- dije y levante la vista para sentarme mas erguida.
-¿me ayudas a elegirla?- se puso de pie y de un jalón me puso de pie también.
-¡De acuerdo!- dije ya un poco mas animada.
-¿puedo besarte?- dijo colocando delicadamente sus manos alrededor  de mi rostro, mientras sonreía, ¿tímido?. Nunca he visto esa sonrisa en Matt, ¡pero me encanta!. Solo sonreí y Matt comenzó a besarme, con suavidad como si se tratara de una muñeca de cristal. Ambos sonreíamos en medio de cada beso.

Mentiras PiadosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora