CAPÍTULO 15

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Íbamos en el automóvil y Matt me tomó la mano mientras conducía.
-¿dónde vamos?- pregunté intrigada.
-te gusta el Baseball ¿no es así?- me echó una mirada fugaz, acompañada de una sonrisa de seguridad. Yo me quedé observándolo un poco sorprendida. ¡Me gusta mucho el Baseball! Le preguntaré como lo sabe.
-¡adoro el Baseball! ¿Cómo lo sabes?- sonreí.
-¡es secreto!- dijo deteniendo el automóvil en el parking del estadio. ¿En qué momento llegamos aquí?.
Matt bajó del auto, lo rodeó y me abrió la puerta. Bajé, y Matt abrió la puerta trasera y sacó de allí dos sudaderas idénticas con el logo de los red sox de Boston en ellos. Me entregó uno y el se colocó el otro. ¡Yo quería seguir viendo su sexy camiseta roja!. Matt me miró un poco extrañado -¿no te gusta como me queda?- dijo mirándome y luego mirando su sudadera.
-¡me encanta como luces! , pero me gustaba mas tu camiseta ajustada!- ¡acabo de decir eso en voz alta!. Me sonrojé y procedí a colocarme mi sudadera para romper el contacto visual por un momento. ¡Qué torpe! ¡Muero de vergüenza!. Terminé de colocarme la sudadera y miré el suelo completamente sonrojada. Matt me tomó del mentón levantó mi rostro para que lo mirara.
-¡a mi me gustaba tu hermosa blusa, pero podemos quitárnoslas cuando queramos!- me guiño el ojo y sonrío pícaro. Me quedé observándolo boquiabierta y totalmente sonrojada.
Ingresamos al estadio y compramos un par de hot dogs y unas sodas grandes. ¡Terminaré rodando si Matt hace que coma así!. Nos ubicamos en nuestros lugares y el juego comenzó. ¡Me encanta el Baseball! ¡Mi padre y mi abuelo siempre me traían de pequeña a ver los juegos!.
Mientras observaba el juego y le gritaba a los jugadores como loca, encontraba a Matt observándome de lo mas divertido y dulce. ¡Adoro que se comporte tan dulce, aunque en ocaciones trate de ocultarlo!. En cada anotación festejábamos con un gran abrazo y en ocaciones con un beso. ¡Agradezco que el equipo estuvo de buena racha y tuvimos que festejar varias veces!. El juego terminó.
Ibamos saliendo del estadio tomados de la manos, luego de una gran victoria de los red sox y una muchacha le dió una nalgada a Matt. El se dió vuelta sorprendido, pero sin Soltar mi mano. ¿Quién es ella?.
-¿Isabela?- dijo él un poco serio.
-¡la misma!- dijo ella sonriendo petulante y mirándome mal.
-¿que haces aquí?- dijo inescrutable.
-¡hemos venido a ver el juego!- señaló su gorra de los red sox.
-¿hemos?- dijo mirando para ambos lados. ¡Al parecer se olvidó de mi existencia!. Siento ira y ganas de golpear a esa muchacha. ¡Celos! Dijo mi subconsciente.
-¡si, hemos venido todos! Y mark quiere que vayas a tomar algo con nosotros.- dijo autoritaria. ¡Desearía golpearla y no se por que!, ¡ah si!, ¡porque acaba de darle una nalgada a mi chico!. ¡Vaya, sueno muy celosa!.
-¡Emm bueno! ¿Donde están?- su voz sonó un poco nerviosa.
-¡en el bar RACING FAST!-
-¡Volveré luego, debo llevarla a casa!- me miró y luego a ella. ¡Por fin recordó mi existencia!.
-¡llévala con nosotros!- me miró fijo.¡No comprendo nada!.
-¡de acuerdo! ¡Déjame consultarlo con ella!- tiró de mi mano para acercarme a él.
-¡está bien! ¡No tardes! ¡Mark quiere verte!-
-¡de acuerdo! ¡De acuerdo!- dijo borde. La muchacha se fue y miré a Matt. ¡Necesito una explicación! ¡Luzco como una tonta!.
-¡Emm ella es una amiga!- dijo nervioso de pie enfrente mío.
-¡eso espero!- mi voz sonó muy sarcástica. Pero estoy furiosa, esa chica le dio una nalgada a Matt. A mi Matt. Colocó ambas manos alrededor de mi rostro se aproximó a mi y pegó su frente a la mía mientras nos manteníamos la mirada. La de el un celeste dulce y encantador, y la mía de un celeste celoso y molesto.
-¡no tienes por qué preocuparte preciosa! ¡Para mi eres tú y solo tú!.
-¡no me digas cosas tiernas cuando estoy enfadada!- fruncí el ceño. El rió.
-¿por qué no?- se aproximó mas a mí.
-¡porque haces que quiera besarte! Y se supone que estoy enfadada.- eso sonó muy infantil, pero es verdad.
-¡te quiero mucho! ¡Más de lo que te imaginas!- se aproximó a mi boca y comenzó a besarme, tierna y delicadamente. Tratándome como si fuese una muñequita de cristal.
-¡Ally! ¿Quieres ir conmigo al bar?- la preocupación era evidente en su voz y aún peor en sus hermosos ojos ahora de un celeste mas oscuro. ¡No logro descifrar si es bueno o malo que lo acompañe!, ¡pero quiero saber un poco más de este muchacho tan lindo!.
-¿tu quieres que vaya?-
-¡por supuesto!, ¡solo que no quiero que te sientas incomoda!, ¡ellos bueno... No son como la gente a la que estás acostumbrada!. ¡Ahora tengo ganas de saber como son! ¡Tengo intriga y no pararé hasta saber todo sobre Matt!.
-¡De acuerdo! ¡No debes preocuparte!- le di un beso casto y Matt se quedó un poco sorprendido. Pero sonrío, me tomó de la mano y comenzamos a caminar hacia el Bar, que se encontraba pasando la calle.

Mentiras PiadosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora