Inesperado...(Draco&Tu)

Cap 28-Provócame (Parte 2)

-Suerte que guardo la ropa interior de las zorras con las que me acuesto...- sonrió mientras se paraba y comenzaba a buscar en el placar de su habitación. 

-No voy a usar eso, no quiero contagiarme de SIDA- hice una mueca mientras se daba vuelta con unas pantis color fucsia de encaje. 

-Entonces no sé qué coño quieres que haga-. Se encogió de hombros, dio un paso hacia adelante y se tiró en la cama.

-¿Por que no....?

-¿Quieres que te preste mi ropa interior, Nott? Te advierto que va a sobrarte demasiado, tú me entiendes- me guiñó un ojo.

-De seguro no te la veo ni con lupa- hablé restándole importancia. 

-¿Quieres probar?- alzó una ceja.

-No gracias, mas SIDA. 

-En fin, quedate sin ropa interior.

-No, tú me trajiste aquí, es tu culpa, consigueme algo que ya tengo frío. 

-Ya te di ropa, es suficiente.

-Prestame tu varita.

-Sabia que querías probar- se desató el cinturón- pero puedes decirle v....

-Esa no, dije varita no astilla.

-No te daré la varita, no soy idiota.

-¿Ah no?- me hice la sorprendida.

-Vete de mi habitación antes de que te saque a patadas, Nott.

-Dame mi ropa interior, Malf...- se levantó y en dos segundos estuvo al lado mio, tapándome la boca para que no dijera su nombre.

-¿Cuantas veces tengo que decírtelo?- se oía enfurecido- No debes decir mi nombre o apellido, estúpida-. Había pegado sus labios a mi oído y aunque hablaba en tono tranquilo se notaba su enojo. 

Me quedé quieta, había quitado mis manos de la toalla y las había llevado hasta las suyas, como acto reflejo. Entonces sentí como ese maldito pedazo de tela se resbalaba de mi piel y caía al suelo. Y estoy segura de que el idiota de Malfoy también lo notó. Quité sus manos cuando aflojó un poco el agarre.

-Ni se te ocurra bajar la mirada, ¿oíste?-. Abrí grande los ojos. Sentí su sonrisa cínica.

-No sé de qué me hablas...- se alejó de mi y sin voltear a verme, caminó hasta su cama. Aproveché para alzar la toalla y taparme al menos el frente, puesto que se giró bruscamente cuando estuvo por acostarse. Saben, creo haber visto algo en sus pantalones...

Terminé de colocarme la toalla y lo miré.

-Esperaré mi ropa interior en mi cama, gracias- le guiñé el ojo y salí de la habitación tirándole un beso.

-Te cansarás de esperar...

Cerré la puerta de su habitación, haciendo caso omiso a sus palabras, y volví a la mía.

Me recosté y noté que me ardían las mejillas. Puta toalla, puto Malfoy, putos todos.

Me pregunto si decir su nombre en mi mente cuenta como decir su nombre...ya no sé lo que digo.

En fin, me quedé dormida pensando en esas tonterías. Mierda, odiaba quedarme dormida en toalla.

Lo bueno fue que cuando desperté había ropa interior  perfectamente doblada sobre mi mesa de noche. La primer ropa interior eran calzones enormes de vieja, color blanco. Gracioso. La segunda ya era normal, de mi talla, también color blanco, me pregunto porqué no me habrá traido de otro color. Recordé lo que me dijo una vez Breena; "Por eso los chicos dicen que las chicas inocentes siempre usan ropa interior blanca"... Maldito hijo de la.... Después de todo lo que lo provoqué, ¿sigo siendo inocente? Creo que no esta siendo suficiente... (Eso rimó).

Me vestí y salí de mi habitación. Entré a la de Malfoy bruscamente y estuve a punto de ponerme a gritar cualquier cosa cuando lo vi tirado de rodillas cerca de su mesa de noche. Se agarraba el antebrazo izquierdo con tanta fuerza que sus dedos estaban mas blancos de lo normal. No emitía ningún sonido y su flequillo platino caía sobre su rostro impidiéndome ver cualquier expresión, si es que tenía alguna...

-Mal...oye- me frené, recordando que no debía decir su nombre o apellido- ¿estas bien?

-Largate-. Pronunció en tono frío, estaba apretando los dientes, se notaba. Eso significa una sola cosa: esta sintiendo demasiado dolor. 

Me acerqué despacio y me arrodillé a su lado. 

-¿Estás sorda, idiota? Te dije que te largues.

Coloqué mi mano sobre la suya, la que estaba sosteniendo su antebrazo. Quería ver lo que estaba ocurriendo...

-Sangre sucia, no me toques-. Lo miré al pronunciar esas palabras y sonrió levemente. Aún con el mayor dolor de su puta vida, era un maldito cínico. Le sonreí y volví a colocar mi mano.

Aflojó su agarre y logré sacar su mano. La Marca Tenebrosa se volvía cada vez mas negra sobre su piel, provocando que ésta se elevara un poco alrededor del sello. Mierda eso daba miedo...
No dije nada. Pasé suavemente la yema de mis dedos por la piel inflamada, y sentí la mirada de Malfoy sobre mi, pero no le di importancia. Su piel parecía estar hirviendo bajo mis dedos y me asusté. Por alguna extraña razón mis ojos se nublaron en lágrimas, aunque no derramé ninguna.

Por otro lado, noté que sus pantalones ya estaban normales, y que no llevaba remera...

Draco's POV

 Que trate de provocarme se me hace putamente chistoso, pero que funcione es peor...
Así que cuando necesitó ropa interior, decidí darle su lección, aunque espero que no haya notado nada raro ahí abajo, ¿si me entienden?...

***

Cuando llegó la noche, como pasaba últimamente, el Lord Tenebroso comenzó a llamarnos. Esa maldita marca ardió como la mierda aquella noche, y justo tenía que pasar cuando estaba por cambiarme. Como siempre, el dolor pudo conmigo y terminé tirado de rodillas como todo un maricón. 
Dos segundos después la escuché entrar en mi habitación. Estuvo a punto de decir mi nombre y se contuvo, al parecer aprende rápido...bueno no mucho.
Pero es tan inteligente que me preguntó si estaba bien.

-Largate-. Fue lo único que pude decir. No quería que me viera de esa forma, yo no soy así...

La escuché acercarse y luego la vi arrodillarse a mi lado. 

-¿Estás sorda, idiota? Te dije que te largues. 

No me escuchó, simplemente colocó su mano sobre la mía...y deseé que no se fuera...

-Sangre sucia, no me toques-. La provoqué, y sonreí como pude cuando me miró con un deje de disgusto.
Me sorprendí cuando me devolvió la sonrisa, pero no se lo demostré. 

 Entonces volvió a colocar su mano sobre la mía, y me rendí... quitó mi mano y vio la Marca, la recorrió toda con sus suaves dedos, y se le llenaron los ojos de lágrimas, y me sentí bien, porque bajo su tacto no sentía dolor, porque se preocupó por mi, porque estaba conmigo, porque seguía con vida...