Cap 61- Verdad.

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Y entonces comprendí todo. Yo no era uno de ellos, no era una mortífaga, no me estaban buscando. Y ellos no se atrevían a decírmelo. Ni siquiera les parecía importante que supiera que mi familia estaba del lado del "enemigo".

Sin pensarlo, me paré en frente de los tres, en el medio para que todos pudieran verme, y levanté la manga que cubría mi Marca. La sonrisa se borró del rostro de mi madre y Theo, pero la de mi padre se agrandó aún mas.

— ¿Que hiciste?— dijo Theo, casi en un susurro, sin apartar la vista de mi antebrazo.

— Lo necesario.

Lo que sigue son solo recuerdos borrosos en mi memoria. Una explosión, mi cuerpo impulsándose por el aire para luego chocar contra algo tremendamente duro, el golpe, el aturdimiento, mortífagos entrando en la casa, Fred gritándome algo que no lograba entender, luces, hechizos, Theo gritando, mi mamá...Y luego alguien que tocaba mi brazo, Fred...

Cuando desperté, lo hice en San Mungo. Fred había logrado sacarnos tanto a mi como a mi hermano de allí. Mis padres fueron atrapados por lo mortífagos y llevados frente al Señor Tenebroso, quien luego de días de tortura, los encerró en la Mansión, solo para recordarnos a mi y a Theo cuál sería nuestro destino si intentabamos escapar de Él.

***

Entonces, todo volvió a la normalidad. Theo y yo, nos mudamos a unos estúpidos edificios porque no podíamos volver a nuestro maldito hogar, infestado de mortífagos al igual que la Mansión Malfoy.

Volvimos a las clases, volví a vigilar a Malfoy como toda loca obsesionada, y volví a comer demasiado pastel, ¿saben? Aumenté 2 kilos, puaj. Y volví a la rutina. Lo mas horrible se estaba acercando, lo podía sentir. Aunque Malfoy me hubiera dicho que su misión era vigilarme, su actitud no lo confirmaba. Actuaba nervioso, se desaparecía en una extraña tienda en Hogsmeade, casi no comía... Lo peor era que no fui la única en notarlo, Potter también lo había hecho y no dejaba de perseguirlo. Cualquiera fuera la misión de Malfoy, lo estaba haciendo pésimo, porque no deberían siquiera sospechar de él y ahora no solo había todo un grupo en su contra, sino que era el puto grupo de San Potter.

— ¿Te sucede algo, Leah?— oí decir a Breena. Estaba tan preocupada pensando en lo peligroso que se estaba poniendo todo, que no me había dado cuenta de que mi mejor amiga estaba tratando de contarme algo, y que, por su expresión, diría que era algo importante.

— No, no. Lo siento, ¿qué decías?

Suspiró. —No importa— soltó desanimada para luego seguir caminando.

— Bree, perdón, no quise...no era mi intención, anda, dime...—. Me adelanté para seguir caminando a su lado.

— No entiendo porqué no quieres decirme lo que te sucede, Leah. Porque sé que te sucede algo, todo el tiempo te distraes, tienes la mirada perdida, no hablas, ¡incluso te desapareces!—exclamó frustrada, provocando que algunas miradas se centraran en nosotras. Caminábamos por los pasillos hacia la cancha de Quidditch, jugaríamos nosotras, era un partido amistoso entre Gryffindor y Slytherin, ya saben, para pasar el rato, como no teníamos nada mejor que hacer...

— Ya te lo he contado todo, Breena. Todo—. Le señalé mi brazo.— Pero no puedo explayarme mucho mas, porque simplemente no hay nada mas. ¿Es que no puedo estar preocupada por lo que sea que esté por venir? ¿O lo que sea que mi familia esté enfrentando en este momento?

— Esta bien —, suspiró— te creeré porque no quiero discutir, y no quiero que estés de mal humor.

Me sentía bastante preocupada, era cierto, y también algo, no sé, deprimida, pues ahora Fred y George ya no estaban merodeando por el colegio, con sus bromas y risas. Ya no verías dos cabezas anaranjadas exactamente iguales acercarse por los pasillos. Ellos habían decidido dejar el colegio para poner su tienda que, debo admitir, era magnífica. No había día en el que no quisiera ir a ver las novedades, pues nunca me alcanzaba el tiempo para terminar de revisar todo lo que vendían allí, cada producto era una nueva sorpresa. 

Inesperado...(Draco&Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora