Cap 25- Malditos mortifagos.

1.8K 144 15
                                    

Me acerqué a Fred y lo tomé de la mano, pero enseguida se separó. Me extrañó y me giré hacia él, que...no estaba. Todos mis amigos estaban alrededor, sí, pero todos eran sujetados por mortífagos. MALDITA SEA.

-Nonono, sueltenlos-. Giré sobre mis pasos- ¿Qué quieren?

-Sólo...- no podia ver el rosteo del mortífago pero hubiera jurado que estaba sonriendo-llevarte con el Lord...

-¡Eso no pasara!- gritó Fred intentando soltarse.

-¡Crucio!- escuché gritar al mortífago mientras sostenía la varita contra su cuello. Su rostro se tornó pálido y cayó de rodillas.

-¡NOOO!- corrí donde él pero alguien me sujetó de los brazos. La herida de mi hombro ardió y dolió con todo, pero yo sólo pensaba en que Fred estaba tirado en el piso agonizando por el dolor. Tiré hacia adelante y a patalear como desquiciada. Mi brazo dolía como nunca pero yo sólo quería llegar donde Fred.- SUELTENME, MIERDA, DEJENLOS EN PAZ, ESTO ES CONMIGO.

Todos los mortífagos tenían sus varitas en el cuello de mis amigos y yo sólo pensaba que era mi maldita culpa.

Me quedé quieta, con el brazo aún matándome de dolor, e hice un ultimo intento de zafarme del agarre del mortífago. Intenté girar hacia él para hablarle, temblando de miedo, pues obvio, no soy una leona...

-Voy a ir. Dejenlos- hablé seria.

-NOOOOOO- George y Breena se lanzaron hacia adelante y recibieron el mismo castigo que Fred.

-LES DIJE QUE VOY A IR, NO ERA NECESARIO QUE HICIERAN ESO- solté un manotazon que fue a parar en la cara del mortífago que estaba sosteniéndome, ahora por la cintura, puesto que mi hombro había comenzado a sangrar. Su mascara voló y pude verlo, era Malfoy, Draco Malfoy...

Abrí la boca para decir algo pero me cubrió con su mano.

-Shhh- sonrió por un segundo y luego sentí cómo nos elevabamos en el aire. Abrí grande los ojos y sólo pude susurrar un casi inaudible "No" antes de que todo se tornara oscuro.

~•~

Desperté en una habitación desconocida. Las paredes estaban revestidas por un acolchado de terciopelo verde oscuro, las cortinas, negras, también de terciopelo. Un sillón de cuero marrón oscuro se ubicaba a unos dos metros de la puerta, totalmente de madera y con delicados detalles perfectamente tallados. Al lado de la cama, una mesa de noche de la misma madera que la puerta y con una lámpara en forma de serpiente.
Los recuerdos de lo que había pasado pasaron como flashes por mi mente y me levanté rápidamente, provocando una vez más que mi hombro doliera.
Tantee mis bolsillos y mangas en busca de mi varita, pero no estaba. Miré en la mesa de noche, pero tampoco se encontraba allí.

-MALFOY- grité llamándolo. Tenía las piernas amarradas a la cama.

-Creí que me habías notado - escuché su voz en la habitación. Estaba en un rincón, cerca del sofá de cuero. Se acercó a paso lento. - Por cierto, es mejor que no vuelvas a gritar, y mucho menos mi nombre, a menos que sea en cierta situación... - sonrió divertido.

-Eso nunca va a pasar. Además, "Malfoy" es tu A-PE-LLI-DO, no tu nombre-. Me crucé de brazos. Mierda, cómo lo odiaba... creo...-¿Donde están mis amigos?- solté, intentando alejar los otros pensamientos.

-Se quedaron en tu mansión -. Lo dijo como si no significara nada.

-¡¿Estas loco?! ¡HABIAN MORTIFAGOS! ¡LES ESTABAN LANZANDO CRUCIOS! ¡VAN A MATAR...- me callé. Pues claro, él era uno de ellos, si estaba con él significaba que me llevarían con Voldermort... ¿cierto? -¿Donde estoy?- volví a abrir la boca.

-Eso no importa, lo importante es que estas a salv...que estoy a salvo.

-¿Que no importa? Te voy a...- intenté levantarme de la cama pero los amarres me lo impidieron- sabes lo que te pasaría si no estuviera amarrada- entrecerre los ojos, mirándolo con furia.

-Si, ¿sabes? No tengo ganas de que me abofetees...- comenzó a caminar hacia el sofá. - Por cierto, tu hombro, ya lo coci y demás. Creo que tu novio no es tan bueno en enfermería-. Sonrió satisfecho al decirlo.

-No, ¿pero sabes en lo que sí es bueno? Es...

-No gracias, mis oídos no tienen ganas de sangrar en estos momentos- me interrumpió.

Sonreí.

-Malfoy, ¿me desatas ya? No voy apegarte pero me estoy meando.

-¿Y quien dice que hay baño aquí?

-¿Me trajiste a un lugar sin baño?- hice una mueca.

-No. Pero no confío en ti. Conociéndote, tu plan es quitarle la varita y volver a donde están tus amigos a salvarlos y bla bla bla... pero no te dejaré hacerlo. Eso es todo-. Se levantó

- Malfoy, no te atrevas a...- y se fue. Tan predecible como siempre, y tan insoportable como siempre.- ¡Te odio!

-¡Gracias!

~•~

Pasé quizá unos 45 minutos intentando alcanzar mis tobillos para poder desatarme.

-¿Por qué soy tan mala en los deportes?- refunfuñé.

-No lo eres tanto, estas en el equipo de Quidditch-. Malfoy entró a la habitación con una taza humeante.

-¿Eso es para mi?- miré con ansias la taza.

-No- sonrió y comenzó a beber. Se sentó en el sofá.

-No te entiendo, en verdad que no. Me salvas de mortífagos, que no sé cómo lograste escapar, y ahora me tratas para el culo.

-Que vocabulario, Nott.

-Que observador, Malfoy.

Nos quedamos unos minutos en silencio.

-Te odio. Sacame de aquí. No me quedaré con los brazos cruzados mientras mis amigos están agonizando por los tuyos...

Se levantó bruscamente, tiró la taza a un lado y se acercó con paso firme.

-Escuchame, y escuchame bien- comenzó, tan cerca que sentía su aliento sobre mi labios. Tenia sus manos a mis costados y se erguía amenazante.- Ellos no son mis amigos y no me importan los tuyos. No me importa si me odias o me amas, ¿oiste? Acabo de salvar tu estúpido culo, así que quizá debas cerrar el pico. Ellos estarán bien, han visto con quien escapaste, en todo caso, secuestraran a los míos. Ahora tranquilizate de una maldita vez.

-Creo que tú eres quien necesita tranquilizarse-. Solté luego de unos largos segundos.

Suspiró con fuerza.

-Estoy enloqueciendo- se pasó una mano por el pelo, desordenando su flequillo y haciendo que éste le cubra los ojos.

Seguía cerca, pero ya no tanto. Estaba sentado a mi lado y...tenía razón, acababa de salvarme el culo. Pero yo no se lo había pedido. No era mi problema. ¿O si?

Al paracer Malfoy no era el único que estaba enloqueciendo...

Como acto reflejo, me abalancé y lo abracé. ¿Acto reflejo de qué?, pues no lo sé. Sólo estoy segura de que lo necesitaba. Necesitaba brazar a alguien, sentirme protegida...pero no era lo mismo que abrazar a Fred. Y lo peor es que eso no era bueno... ¿si me explico?

Malfoy se quedó quieto, tenso entre mis brazos. No me correspondió...

Inesperado...(Draco&Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora