—Ya se— George se sentó de repente, estirando un mechón de mi cabello que se le había enredado en sus largos dedos. —Lo siento— rio, luego de escuchar mi AUCH.
—No importa, ¿qué ibas a decir?
—Pues que ya sé qué podemos hacer para distraernos— puso su cara de "es obvio", aunque no lo fuera.
—¡¿Pues qué?! ¡Habla de una vez, coño!
—A ver si te me calmas, estúpida.
—Ya, ya me calmé.
—Pues juguemos quidditch, maricas.
Sonreí y me giré hacia Fred, que aún tenía su mirada perdida en el techo. Le di un pequeño golpe con el codo que pegó en sus costillas. El se giró hacia mi, sin expresión, como si siguiera perdido en sus pensamientos.
—¿Estas escuchando?—, solté en tono suave, demasiado suave.
Negó con la cabeza levemente.
Ni siquiera hablaba...
Solté un pequeño suspiro y lo abracé por la cintura, haciendo que mi cuerpo girara completamente hacia él. Le deposité un pequeño beso en la mejilla y volví a apoyar mi cabeza junto a él, sin dejar de abrazarlo.
—Estaré bien, no te preocupes—. Hice una pequeña pausa—Vayamos a jugar quidditch, ¿quieres?.
Colocó su brazo sobre el mío acariciandolo levemente mientras cerraba sus ojos. Casi podía sentir a George rodando los ojos, harto de nuestras escenas.
—No se come delante de los pobres— susurró. Lo esperaba.
Sonreí y me senté solo un segundo para luego pararme con rapidez.
—Vamos, no podemos amargarnos por cualquier cosa.
Coloque un pie en cada costado del cuerpo de Fred y estire mis manos para levantarlo. Él me miró fijamente unos segundos y luego tomó mis manos.
Nadie nos molestó en lo que quedaba de la tarde, a menos que fuera para unirse al partido. En poco tiempo, Fred estaba riendo de nuevo, y eso me dejó respirar tranquila nuevamente. No deje de mirarlo en ningún momento, aunque nuestras miradas se cruzaron pocas veces. Estaba raro, pero le entendía. Quizá él tenía tanto miedo como yo de que hicieran alguna pregunta sobre mis sentimientos sobre él, y de que la respuesta no coincidiera con lo que yo profesaba todos los días. Aún así, no quería pensar en ello, así que cada vez que algún pensamiento parecido se asomaba a molestar, los hacía desaparecer.
Cuando el sol comenzó a ocultarse, todos decidimos entrar nuevamente a la Madriguera y dar por finalizado el partido. No escogimos ganadores ni perdedores, simplemente estábamos contentos de habernos divertido un rato al menos, en medio de tanta tragedia.
—Rápido, rápido, báñense antes de que esté la cena, quiero que se sienten en la mesa de manera presentable, por favor— nos apuró Molly, agitando sus manos como si estuviera espantando un pequeño animal.
Todos subimos y nos turnamos para bañarnos, puesto que no habían suficientes baños para que lo hiciéramos todos al mismo tiempo. Al último, solo quedábamos Fred y yo. Los dos habíamos estado esperando en la habitación de Fred, aunque tuvimos que salirnos cuando George entró en toalla a cambiarse. Luego, cuando todos los demás estaban abajo, ayudando a Molly a poner la mesa mientras ella terminaba de cocinar, empujé a Fred dentro del baño y trabé la puerta.
—¿Qué estás haciendo?
—Quiero que dejes de actuar raro.
—No puedo... de verdad no quiero hacerlo, pero es que...— hizo una pausa. — Tengo miedo—. Por primera vez en toda la tarde, me miró directo a los ojos.—¿Recuerdas cómo nos hicimos amigos? George y yo íbamos a ayudarte a estar con Malfoy, Leah. Él estaba enamorado de ti, y tu...
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Inesperado...(Draco&Tu)
RandomMi nombre es _______(tn) Nott. Tengo 15. Estoy cursando mi quinto año en Hogwarts, escuela de magia y hechicería. Mi vida era... como la de los muggles, aunque siempre supe de la existencia de la magia, ya que mi padre es un mago; y mi madre es mugg...