La desterrada › Old Magcon

5. Lucy Edwards

— ¿Lo quieres? — me pregunta Luke mostrándome su castaña ceja alzada.

— No lo puedo negar.

— Dustin — suspiró— ¿Quién es él?

— Juega en el equipo de balón cesto en la escuela... Luke, gracias por ir a buscarme.

— No te interrumpas — me señaló.

— Hablo enserio Luke — me crucé de brazos.

— No te preocupes, tu madre me avisó ayer que llegaste a casa llorando y que no quisiste hablar con nadie, te dejé, pero hoy tenía que hablar contigo — me mostró su semblante serio — ¿Qué hiciste ayer?

Lo miré detenidamente, no quería que me regañara.

— Intenté hablar con los chicos.

— Y, específicamente ¿Con quién? — esta vez levanto ambas cejas.

— Con Cameron— titubeé.

— ¿Que te dijo? Supongo que no fue nada bueno.

Intenté recordar las palabras de Cameron, que por cierto fueron bastante dolorosas... como las de Matt.

— Estoy muerta para ellos — dije con voz entre cortada.

— ¿Y qué te dijo Dustin? ¿Sabe algo?

— ¿Cómo no va a saberlo? Lo sabe toda la escuela.

— Okey, te aconsejo Mack, que confíes en él, tal vez pueda ayudarte.

—Lo haré — susurré.

—Pero te prohíbo que vuelvas a humillarte, no de nuevo Mackenzie, o estarás en serios problemas.

— ¿Que sabes tú sí...?

— Lo sé porque te conozco— me interrumpió.

Bajé mi cabeza.

— No quiero que seas débil ¿Me oíste? No llores, no ruegues, sólo hazlos entrar en razón, tienes que ser mucho más astuta que ellos. Juega bien tus cartas.

Asentí.

— Mack, no soy nadie para decirte esto, pero, yo te prometo que no habrá otro año de odio — se puso de pié frente a mí.

— Gracias Luke — me paré y lo abracé.

Confío en él.

El día en que debía convencer a Matt se terminó desde que Luke fue por mí a la escuela. Aún tengo toda la tarde para pensar en la persona que arruinó mis días hasta hoy, pero hay muy pocas posibilidades.

Busqué en mi mochila el número de celular de Dustin, me lo dio antes de que Luke me retirara. Lo marqué y esperé. Suerte que sabía que es hora de almuerzo.

— ¿Hola? — escuché su voz.

—Dustin, soy Mack.

—Oh, hola Mack ¿Cómo estás?

—Mucho mejor, gracias por preguntar.

—Que bien.

—Okey, amm ¿nos podríamos juntar hoy después de clase? Digo, si no tienes nada que hacer.

—Sí, sí puedo ¿Puedo saber para qué?

—Es que necesito tu ayuda.

—Okey, no te preocupes, cuentas conmigo.

—Gracias, adiós.

—Adiós.

Dejé mi celular y me fui a almorzar junto a mamá y papá. Hablamos del trabajo de papá y algo relacionado con vacaciones, mamá lo apoyó y ahora sé que si consigo aclarar el mal entendido con los chicos tal vez podría tener unas lindas vacaciones. No pasó mucho tiempo cuando llamaron a la puerta. Cosa que me sorprendió. Me levanté de mi silla para abrir la puerta y por esta apareció Dustin.

Avisé a mamá que saldría a caminar con Dustin para que en cierta parte hubiera más privacidad estando solos, y luego de caminar un poco nos sentamos a hablar en la vereda.

—Hey no te hubieras molestado ¿Cómo sabias donde vivía?

—GPS— me respondió él y rió.

—Okey, te contaré parte de la historia, lo que realmente pasó hasta cierto punto ya que hay algo que yo no sé.

—Estoy de acuerdo.

—Okey, hace 16 años que yo conozco a Cameron, a Nash, los Jack's...

—Se quiénes son, no te desgastes— sonrió.

—Gracias. Bueno yo los conozco hace 16 años y desde ahí siempre hemos sido amigos hasta hace tres años atrás. Los conozco tan bien, que podría jurar que en este momento están todos reunidos asiendo alguna cosa rara.

Dustin rió y me dejó continuar.

—A los 10 años creamos un grupo llamada Magcon en donde también estaba yo. Y fuimos todos unidos y los mejores amigos hasta los 13 años.

— ¿Por qué hasta los 13 años?

—Porque hubo un conflicto en el que yo fui la principal involucrada.

— ¿Qué ocurrió?

— ¿De verdad te interesa?

—Más de lo que crees.

—Pasaban cosas extrañas, Sam era mi novio y yo realmente lo quería, pero un día Carter, muy enojado fue y me encaró diciendo que lo había engañado con Aaron, pero no fue así, yo nunca besé a Aaron ni nada, no sé cómo es que pueden decir tanta mierda de mí en un solo día después de haber pasado años conmigo. Hablé con Aaron y él le dio la razón a Carter, dijo que yo había sido quien lo besó. Después de algunos días de discusiones, lo dejaron pasar y no le dijeron nada a Sam, pero la gota que rebalsó el vaso fue una mortal.

—Me asustas.

—Fue horrible Dustin. Nos habíamos ido de campamento a unas cabañas de mi padre que hay cerca de un lago, sé que en algún momento tomé algo que me hizo dormir como jamás lo he hecho, pero no sé qué fue y cuando desperté... eso fue lo peor.

— ¿Que sucedió cuando despertaste?

Traté de contener mis lágrimas.

—Cuando me desperté, Aaron estaba dormido conmigo y ambos estábamos desnudos. Yo de verdad te puedo asegurar que nada pasó porque no me siento como si me hubiesen tocado o algo parecido. Y lo peor de todo fue cuando por la puerta apareció Sam, Matt y los demás.

—Ellos pensaron lo peor de ti.

—Si— suspiré— no sé si deba juzgar así, pero he pensado que fue una trampa que ellos mismos me tendieron o que tal vez hay otra persona en medio que me planeó todo esto.

— ¿Aaron sigue siendo amigo de ellos?

—Claro que sí, lo perdonaron al idiota solo porque el primer error lo cometí yo y no él.

—Lo siento mucho, Mackenzie.

—No te preocupes, desde hace tres años busco una respuesta a ese problema y cada vez parece más difícil de encontrar, por eso ahora es cuando estoy aprovechando mi tiempo, tengo que hablar con cada uno de ellos y tú tienes que ayudarme a menos que tampoco me creas.

—Claro que te creo y por supuesto que te ayudo. No soy nadie para juzgarte.

—Gracias Dustin— le sonreí— ¿Cómo crees que debería hablar con ellos? Porque francamente en persona jamás resultará.

—Tal vez puedes enviarles una carta anónima que explique todo, pero... primero tenemos que averiguar si es que hay alguien más o fue una trampa de ellos mismos.

—Okey.

— ¿Tenias enemigos antes de todo esto?

—Sí, uno solo.

— ¿Quién? — preguntó intrigado.

—Lucy Edwards, ella siempre nos tuvo envidia o algo así.

— ¿Vive cerca?

—Unas cuadras más allá, dejó de molestarme cuando me desterraron del grupo.

—Entonces, es la primera sospechosa.