F.A. - ¿Qué pasó con su vida?

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Luke.

El doctor ya nos había avisado que podíamos entrar a verla y yo fui el primero para poder ver su estado, me partía el alma verla así, tan vulnerable, postrada en una cama.

Tenía algo distinto y eso era su cara, la expresión de su rostro era diferente a la que antes tenía.

Solía tener el ceño fruncido la mayoría del tiempo pero ahora eso despareció, seguramente fue la buena noticia.

Me acerqué a ella lentamente y tomando una silla cercana, me senté junto a ella tomando su mano.

-Hola pequeña- le hablé- soy Luke... no se si me escuchas pero me gustaría decirte alguna cosas aún así- suspiré antes de hablar nuevamente- no sabes todo lo que han sufrido los chicos por ti, están vueltos locos, hacen memoria de todos los momentos que vivieron juntos y siempre están pensándote en el futuro. Ellos quieren que despiertes al igual que yo, quieren que nos muestres esos tiernos y lindos ojos azules. A veces me asusta un poco la manera en la que hablan de ti ya que es demasiada la confianza y yo no los conozco muy bien que digamos, pero son buenos chicos, lo único que quieren es verte despierta para pedirte disculpas, ellos están dispuestos a reconstruir un futuro nuevo junto a ti... pero debes poner de tu parte, ellos te necesitan tanto como yo.

Besé su mano y la miré en silencio unos segundos. Parecía que en cualquier momento fuera a abrir sus ojos.

-Te necesito mi pequeña, quédate conmigo- apoyé mi frente en su mano- te quiero demasiado, no te me vayas a ir, aún tienes mucho por vivir.

El pitar de la maquina que me decía que estaba viva parecía cantarme una canción, por lo que me quedé en silencio mientras lo escuchaba con tranquilidad, era lo que me decía que estaba viva y luchando por salir de ese sueño temporal, tal vez.

Pero lo temporal no duró demasiado, el sonido continuo de este me hizo mirar la maquina, que en ese mismo momento me mostraba una linea recta.

-No- dije y me puse de pie mirando a Mackenzie- ¡NO! ¡MACKENZIE NO ME DEJES!- comencé a llorar con desesperación- ¡DEBES LUCHAR NO PUEDES ABANDONARME! ¡DOCTOR, AYUDA!

El doctor entró con varios asistentes más en la habitación mientras que intentaban sacarme, pero yo sólo quería estar junto a ella.

-¡MACKENZIE!- logré gritar luego de luchar varios minutos con la enfermera y ver como intentaban avivarla-¡QUÉDATE! ¡MACKENZIE!- fue lo último que pude gritar cuando escuché al doctor hablar.

-No responde- dijo y miró la hora- hora de muerte 03:45pm...

Esas palabras resonaron en mi cabeza y finalmente salí de la habitación. Los chicos al verme me miraron angustiados.

-¿Luke como está? ¿Todo bien? ¿La podremos ver?- todos me atacaron a preguntas mientras yo me mantenía sin poder creerlo hasta que no pude más.

Nash.

-Luke- susurré- habla por favor.

-Hora de muerte... 03:45pm- dice y finalmente comienza a llorar.

-¡NO, NO, NO!- grité y se creó un caos entre nosotros.

Todos estábamos desesperados.

-¡DIME QUE ES MENTIRA, LUKE, DÍMELO!- le grité y el negó.

-Mackenzie murió- murmuró llorando.

-¡NO, NO, ESO ES MENTIRA! ¡QUIERO VERLA, QUIERO VERLA!- corrí hasta la que era su habitación y entré sin permiso alguno- ¡MACKENZIE!- grité los doctores me detuvieron.

Sólo podía visualizar un cuerpo tapado hasta la cabeza con una sábana.

-¡DÉJENME VERLA!- luche hasta que las enfermeras se rindieron y me acerqué a la camilla. El doctor bajó la sábana y mi mundo se derrumbó.

-¡NO, NO, NO MACKENZIE, POR QUÉ!- grité abrazándola fuerte- ¡POR QUE ME DEJASTE SOLO, LO PROMETISTE! ¡YO TE QUIERO DEBES QUEDARTE CONMIGO, MACKENZIE, PERDÓNAME!- el nudo en mi garganta era tan grande que me dolía demasiado, y mis ojos no dejaban de escurrir lágrimas- ¡MACKENZIE... DESPIERTA! ¡QUÉDATE CONMIGO!

Sentí unas manos tomarme de los hombros pero abracé más a Mackenzie entre mis brazos.

-Nash, calma- dijo una voz.

-¡YO ME VOY CONTIGO, IRÉ CONTIGO, TE VOY A ACOMPAÑAR!- dije con desesperación.

-¡Nash!- escuché la voz mucho más fría- ¡No digas esas cosas!

Besé la frente de Mackenzie mientras acariciaba su cabeza.

-Ella estará siempre contigo, Nash, tranquilo.

Dejé a Mackenzie con cuidado en la camilla y me volteé hacia él abrazándolo con terror.

-¡Me dejó, me dejó!- exclamaba sin parar de llorar.

Luego de que Nate forcejeara conmigo para salir de la habitación. Lo logró y me quedé sentado en las sillas de sala de espera. ¿Que pasó con su vida? Me preguntaba mientras veía a los chicos llorar desesperados.

Este a sido el peor día de mi vida, era lo que lograba decirme.

El peor día de la historia de Magcon.


NOTA DE AUTORA (POR FAVOR LEER):

Hola, lamentablemente tengo que informarte que éste capítulo no formará parte de la novela, es una broma, pero a la vez un experimento social, si llegaste hasta aquí y aún estás llorando, te pido disculpas, no quise lastimar tus sentimientos. Por lo tanto significa que Mackenzie no murió realmente.

Gracias por leer.

Paradisecond.

La desterrada  ›  Old MagconDonde viven las historias. Descúbrelo ahora