¿QUIERES QUE TE ODIE?... PUES TE ODIO
—¿Quieres que te odie?, ¿quieres que te odie?... pues te odio... ¡te odio!... ¡TE ODIO! —el grito de la pelinegra que golpeaba el fuerte pecho del que, en su cara, se burlaba del dolor de esa chica de ojos bellamente oscuros y dolorosamente inundados en lágrimas.
Ella ni siquiera podía recordar cuanto tiempo tenía allí encerrada. Lo único que recordaba era que tenía una razón para seguir viviendo, una poderosa razón que la obligaba a soportar esta horrorosa situación.
Pero eso fue en el pasado pues, justo ahora, ya no estaba esa razón, había desaparecido completamente después de las palabras que le dedicara el que la mantenía cautiva, Damon Salvatore.
Damon Salvatore era ese sujeto endemoniadamente perfecto que le había seducido, enamorado y que le mantenía cautiva en esa hermosa cabaña en medio de absolutamente nada.
Damon Salvatore era ese maldito vampiro que le había extorsionado para que lo pensara dos veces antes de siquiera atreverse a intentar huir y dejarlo sin esa sangre que realmente le fascinaba.
—Tu sangre realmente es la mejor —dijo el que acariciaba con su lengua el cuello de la chica donde recientemente había atravesado la piel con sus colmillos.
Ella apartó la mirada de ese demonio que realmente odiaba, mucho más justo ahora.
Cuando él le soltó ella cayó rodillas al piso. No pudiendo soportar toda la carga que tenía en el alma, susurró —Mataste a mi mamá. —Preguntó —¿Por qué lo hiciste?... lo prometiste... ¡Prometiste que si me quedaba y te complacía no le pasaría nada a mi familia!... ¡ERES UN MALDITO!... ¡TE ODIO!.
Damon se dispuso a dejar la habitación, pero no sin antes aclarar el malentendido. Dijo para la chica en el piso —Te equivocas Karly —logrando la completa atención de la morena.
«¿Será que no la mató?, ¿será que le mintió?» se aventuró a pensar la chica. Pero, rompiendo todas sus esperanzas, el vampiro dijo —Yo no la maté —explicó— dije que me mantendría al margen y así lo hice. Yo sólo te informó lo que vi de lejos.
La reacción de Karla a las crueles palabras del vampiro fue llorar. Él realmente era un maldito.
—Idiota —le dijo y volvió la mirada a donde no tuviera que ver a ese hombre que tanto le dañaba.
Los días se pasaron y el estado de ánimo de la cabaña iba de mal en peor. Ella estaba demasiado triste y él se encontraba demasiado furioso.
—Ya déjalo por la paz —pidió Lorenzo argumentando— no tiene caso que lo busques, además ¿para qué quieres dar con él? eso no es tu asunto
—Este es mi territorio Enzo —dijo Damon— ese imbécil no pueden venir a matar gente y largarse como si nada
—¿Desde cuándo te importan ese tipo de estupideces? —preguntó Enzo realmente confundido por la actitud de su amigo—. Solo fue una humana —dijo.
—Es mi territorio, ¿no lo entiendes?
—Lo que entiendo es que haces todo esto por esa humana que tienes encerrada.
—Ella no está encerrada
—No claro que no —ironizó el más alto de los dos—.Si no está encerrada ¿por qué diablos no sale de esa habitación? —preguntó y Damon dijo —Porque no quiere —explicando— la puerta está abierta.
—Quizá no quiere verte, quizá por eso no se asoma —sugirió Lorenzo con una sonrisa burlesca que enfureció al vampiro. Completó —Yo creo que esa humana te interesa demasiado. No deberías encariñarte, eso no es bueno ¿lo sabes no?.
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QUIERO UN ONESHOT CONTIGO
Random¿Quieres un capitulo de amor, odio, venganza, diversión o encuentro con tu personaje favorito? . . . Pues llegaste al lugar indicado... solo tienes que pedir y ya está. Este proyecto tiene la finalidad de agradecer a mis lectores por apoya...