ME QUIERES MATAR
Levi se dejó caer en la cama, sintiendo como el peso de las últimas palabras escuchadas le calaban hondo.
—Imposible —musitó, sin poder evitar que un montón de lágrimas se escapaban de sus ojos—. Esto no puede estarme pasando a mí.
—¿Levi? —preguntó Erwin detrás de la puerta, forcejeando con el picaporte al que Levi puso seguro cuando cerró la puerta—. Saca el seguro —ordenó el rubio con el entrecejo fruncido, en un tono imperante que le dolió al que estaba encerrado en la habitación.
—¡Solo lárgate! —gritó el azabache, terminando en morderse los labios para no llorar. Las palabras de Erwin le herían. Como una lluvia fina empapando su ser, sentía el dolor impregnando cada parte de su piel.
FLASHBACK
—Si estás enfermo debes descansar —señaló Erwin, viendo como Levi recargaba la cabeza en el respaldo de su silla, mientras cerraba los ojos y respiraba profundo.
—No es nada —aseguró el azabache, conteniendo náuseas y deseando que el mareo que le invitaba a abandonar la consciencia se disipara pronto.
—Tal vez deberías dejar que Hange te revise —sugirió el coronel y Levi le miró casi con fastidio.
—¿Tengo cara de fenómeno? —cuestionó Levi arqueando una ceja. Erwin sonrió, pensando en que definitivamente especial era, en más de un aspecto—. Da igual, no iré con ella —aseguró, porque eso era algo que ya había hecho.
—¿Estás estresado? —preguntó Erwin, necesitaba saber la razón de los recurrentes malestares de Levi, que se la pasaba más enfurruñado de lo normal—, ¿cansado?, ¿angustiado?, ¿preocupado?
—¡Lotería! —gritó Levi y se levantó intentando ir a la ventana por más aire, las náuseas no cedían. Pero el mareo era intenso, por eso, en cuanto Levi perdió la estabilidad que le daba la silla, sus piernas cedieron y lo mandaron al piso.
—¡Levi! —gritó Erwin, apresurándose a asistir al hombre que fijaba la mirada al suelo mientras sus ojos casi se salían de sus cuencas.
—Estoy bien —aseguró de pronto, siendo levantado en brazos por Erwin que lo acomodaba en el sofá al frente del escritorio donde Levi solía pasar horas de trabajo intenso—. Esto debe ser...
—Coronel Smit —interrumpió alguien detrás de la puerta—, su prometida está aquí.
—¿Prometida? —cuestionó Levi, olvidándose que hace segundos alguien hacía un alboroto en su vientre, ahora una probabilidad le batía el corazón.
—Sí —dijo Erwin apenado—, de eso quería hablarte...
—¡¿Estás comprometido? —preguntó Levi a gritos—, ¿vas a casarte con alguien?... ¿Y yo qué? —cuestionó aferrado a la chaqueta del más alto.
—Lo lamento —susurró el rubio, bajando la mirada y logrando que Levi le soltara.
—No —dijo el azabache con una retorcida sonrisa en el rostro—, no lo lamentas aún... —y salió corriendo del despacho, para encerrarse en su habitación.
FIN DE FLASHBACK
—¿De verdad quieres eso? —cuestionó Erwin en un tono apenas audible—, ¿de verdad quieres que solo me largue?
—¡Por supuesto! —dijo Levi—, ¿o qué planeas?, ¿la dejarás a ella por mí o me convertirás en tu amante?... No necesito nada de esa mierda... así que lárgate.
—Entonces me voy —accedió el rubio, haciendo sonar sus pasos al alejarse.
—¡Sí —gritó Levi—, lárgate y no vuelvas... vete y cásate con ella... nosotros no te necesitamos... nosotros podemos ser felices sin ti! —aseguró entre sollozos que se calmaron cuando la puerta de su habitación fue abierta por una patada.
Levi fijó la mirada en el hombre rubio que le veía con una singular expresión.
—¿Quiénes son nosotros? —preguntó Erwin que respiraba con dificultad. Había escuchado los gritos de Levi y había corrido desesperado a confirmar una sospecha—. Levi, dime la verdad... ¿estás esperando a mi hijo?
Levi le miró aún con sorpresa, y luego volvió a llorar mientras se aferraba al cuerpo del hombre que le abrazaba.
—Eso no te incumbe —musitó entre sollozos el soldado más fuerte de la humanidad—, ahora que harás una familia, nada tienes que ver en la mía... es mi hijo únicamente.
—No digas idioteces —pidió Erwin, conteniendo el forcejeo de Levi entre sus brazos—. El compromiso es cosa de mi padre, pensaba rechazarlo de todas formas... solo te estaba molestando —confesó y la lucha de Levi terminó.
—Eres tan idiota, Erwin —dijo Levi, que no atinaba si golpearlo, reír, besarlo, o solo seguir llorando. Las hormonas del embarazo eran más molestas que cierta cuatro ojos que conocía—. Te amo —dijo con una sonrisa llorosa y las rodillas de Erwin flaquearon.
—Tú quieres matarme —aseguró Erwin que también lloraba—, no hay manera de que pueda con tanta felicidad junta —señaló y también lloró mientras sonreía—. Te amo —dijo también, besando los labios de Levi y abrazando la cintura del hombre que amaba y que, en algunos meses, le volvería a llenar de felicidad.
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Otro para amino. Gracias por leer.
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QUIERO UN ONESHOT CONTIGO
De Todo¿Quieres un capitulo de amor, odio, venganza, diversión o encuentro con tu personaje favorito? . . . Pues llegaste al lugar indicado... solo tienes que pedir y ya está. Este proyecto tiene la finalidad de agradecer a mis lectores por apoya...