QUIERO UN ONESHOT CONTIGO

Yamato (NARUTO SHIPPUDEN)

SIEMPRE CONTIGO

"Te va a destruir de la forma más bella y cuando se vaya, finalmente entenderás porque los huracanes tienen nombre de persona"

Catalina era el nombre de ese huracán que dejó mi vida patas para arriba... Catalina era ese viento que no solo desordenó mi cabello, sino que sacudió mi cabeza... Catalina fue la tormenta que dejó mi rostro empapado... Catalina es la mujer que me enseñó a amar y me dio tantos días de felicidad... Catalina es la mujer que con su partida me dejó amarrado a escombros y cenizas... Mi huracán Catalina.

Cuando llegué a Raíz la conocí, creí que debía ser una chica esplendida, pues ella era aún más niña que yo, pero era lejanamente lo que me imaginaba.

Ella era lo más importante y lo más frágil del mundo, era una botellita de cristal que guardaba la esencia más valiosa del mundo, ese aromático y delicioso perfume que era su bella personalidad.

-Nunca he salido de aquí... debe ser realmente hermoso allá arriba ¿no?

-Pues hay de todo

-Sí, me imagino, pero también me imagino que todo allá arriba es mucho mejor que acá abajo

-Eso puede ser... ¿nunca has tenido una misión entonces?

-No, yo no soy un ninja

-¿No eres un ninja?, ¿entonces qué haces en Raíz?

-Mi papá no me deja salir de acá

-¿Eres familiar de alguien importante?

-Pues sí, más o menos es así

-¿Y no te deja salir?, ¿por qué?

-Pareces un poco curioso- sonrió la chiquilla provocando una sensación completamente nueva en mí, un abochornante calor en mis mejillas -Pues no tienes que decirme si no quieres-.

-Ah no, si yo no quiero hacerte sentir incomodo, este sitió está lleno de adultos, ver otro niño me emociona bastante

-Yo no soy un niño

-Sí, sí lo eres, seamos amigos... mi nombre es Catalina ¿cómo te llamas?

-Kinoe

-Pues es un placer Kinoe

Me dedicó una nueva sonrisa que me gustaba de verdad y no sabía porque, será ¿Por qué nunca antes alguien me dedicó tanta amabilidad?

Ella continúo buscándome siempre, cada que regresé de una misión ella estaba esperando por mí, ella siempre me preguntaba del exterior, ella siempre me contaba todo lo que imaginaba.

Ella quería mojarse los pies en un lago mientras el sol le acariciaba los hombros. Yo la imaginé y me pareció realmente hermosa.

Ella quería atravesar un campo de flores hermosas mientras la lluvia le caía encima. Yo la imaginé y me hizo sonreír, debería ser divertido.

Ella quería sentarse bajo un árbol mientras los pétalos de cerezo caían resonando hermosamente con la luz de la luna. Yo la imaginé y quise sentarme a su lado.

Me acostumbré a su compañía, me acostumbré a su presencia, me acostumbré a sus sonrisas dándome la bienvenida, me acostumbré tanto a ella que cuando no la vi después de esa misión me sentí realmente vacío, sentí como murió esa hermosa mariposa que revoloteaba mis entrañas cada vez que la veía.

Después de eso pasaron muchos regresos en los que no me recibió, pasaron muchos días en que no me la encontré por los puentes ni pasillos de Raíz, pasaron muchos sentimientos que siempre deseé no volver a sentir.