—ENTRE TITANES Y DEMONIOS—
Eren abrió los ojos al sentir su cara chocar contra un muro después de haber sido sofocado por la patada que, seguramente, Levi le había dado por quedarse dormido. Las patadas del capitán eran siempre tan fuertes que lograban sacarlo de la cama aún medio dormido, y siempre adolorido.
—Oi, mocoso —dijo la grave voz del capitán. Eren intentó incorporarse, pero estaba demasiado adolorido como para lograrlo, por eso cerró los ojos haciéndose bolita en el suelo, esperando los siguientes golpes del hombre. Pero no llegaron—. ¡Levántate, inútil, y explica la situación!
Eren abrió un ojo y miró a su alrededor. Lo que veía era tan imposible que se le olvidó lo lastimado que se encontraba y se levantó tan rápido como le fue posible, mirando a todos lados.
»Y bien, ¿dónde estamos? —preguntó Levi, de pie junto a la cama, observando al desconcertado cadete. Pero Eren no decía nada, continuaba mirando a todos lados, impacientándolo—. No me digas que estabas ebrio también —dijo el sargento con las venas de la frente tan alteradas que se notaban visiblemente.
—¡No, claro que no! —dijo Eren alto y rápido—. Estoy seguro que lo llevé a su habitación anoche, después de eso volví al sótano. ¿Cómo es que llegamos aquí? —preguntó Eren para sí mismo.
—Eso es lo que quiero saber —dijo una voz amable y casi dulce, proveniente del hombre alto en un traje extraño. Su postura era erguida y correcta, su piel pálida enmarcaba perfectamente esa preciosa sonrisa que deslumbraba a cualquiera, excepto a Levi, a él, ese sujeto innecesariamente alto, le molestaba demasiado.
»¿Quiénes son ustedes y cómo entraron aquí? —preguntó el mayordomo de la casa Phantomhive dejando de sonreír y fijando su enrojecida mirada en los intrusos. El cuerpo de Eren respingó y, adoptando la postura del saludo del ejército, gritó su nombre y cargo—. Oh —hizo Sebastian, para dirigir la mirada al otro ocupante de la habitación.
—Si quieres que me presente deberás presentarte primero —indicó el hombre de rostro serio.
—Mis disculpas —dijo el demoniaco mayordomo haciendo una reverencia—, mi nombre es Sebastian Michaelis, soy un simple mayordomo en la mansión de la familia Phantomhive. Su turno.
—Levi Ackerman, capitán del escuadrón de operaciones especiales de la Legión de Reconocimiento. Tus ropas son extrañas —terminó diciendo.
—Esto debe ser una distorsión tempo espacial —susurró el demonio observando con un poco de curiosidad a los otros dos—, supongo que se arreglará pronto.
—¿Qué? —preguntaron los otros dos—. ¡Explícate, gusano! —ordenó Levi.
—No es importante ahora —aseguró Sebastian, sin darle importancia al insulto anterior. Había escuchado cosas peores de su amo—. Primero vístanse —pidió entregándoles un puño de prendas que sacó del armario de esa habitación—, no puedo presentarlos a mi amo en ropa de dormir.
—No me interesa conocer a tu amo —dijo Levi—, solo di donde estamos para que podamos volver a nuestro hogar.
—Bien, me temo que eso no será posible hasta que averigüemos cómo es que llegaron aquí, y solo hay una manera de hacerlo, para eso necesitan conocer a mi amo.
Levi chistó los dientes, eso sonaba a problemático, y odiaba como nada las cosas problemáticas.
*
—Ellos son Eren Jeager y su mayordomo, Levi Ackerman —señaló Sebastian cuando los tres estuvieron frente a Ciel—. Él es Ciel Phantomhive, mi amo.
—¿Por qué mierda soy el mayordomo de esta basura? —farfulló el capitán molesto de tener que fingir un rango menor al de un mocoso con cara de idiota y poderes sobrehumanos.
—Porque si él te sirve el té seguro te lo tira encima —susurró Sebastián para el hombre el traje de mayordomo—, y si él es tu joven amo no tienes que pasar tiempo con el mío.
—Eso suena a conveniente y aun así no me gusta —bufó Levi—. Bien, mocoso, pregunta lo que necesitamos saber y larguémonos pronto —susurró el capitán al oído del castaño, que volvió a respingar y gritó un "Sí" mientras se ponía de pie.
—Ellos son muy extraños —indicó Ciel.
—Son extranjeros —informó Sebastian y Ciel lo entendió todo. Los extranjeros eran extraños, solo debía recordar a Soma y Agni para comprobar lo dicho.
Sebastian y Eren explicaron la situación de Eren y Levi, entonces, con el favor de Ciel, fueron conducidos hasta Undertaker.
Una sonora carcajada hizo estruendo en el lugar y, al entrar, Sebastian y Ciel notaron como Eren y Levi jadeaban en el estar del sitio donde habían pasado las últimas siete horas.
—Supondré que tienen que aprender una lección o algo así —dijo el sepulturero, fastidiando a Levi, que no se había deshecho de su orgullo para obtener una simple sugerencia.
—Capitán, contrólese —pidió Eren, abrazado al cuerpo de un hombre perdiendo los estribos.
—¡Cállate! —gritó Levi—. No me digas que hacer. Voy a matarte y a matarlo. ¡Suéltame!
—Bien, bien —intervino Undertaker—, investigaré un poco, solo disfruten su estadía. Estoy seguro que la hospitalidad del joven Phantomhive será grata.
Los cuatro personajes volvieron a la mansión. Levi, a pesar de sentir ese rechazo a un hombre perfecto y alto, estaba maravillado de la diligencia de ese hombre en todas y cada una de las actividades que realizaba. Incluso hizo algunas notas mentales que pondría en práctica su próximo día libre.
Eren disfrutó de lo que hacía mucho no disfrutaba, un día sin su verdugo, sin recibir órdenes, sin ser golpeado, un día sin Levi Ackerman.
Al final, lo que inició como una pesadilla, fue un agradable día. Mientras cerraban los ojos, mientras se dejaban atrapar por el sueño, la molesta y chillona voz del sepulturero susurró algo incomprensible pero quizá cierto.
*
Ciel abrió los ojos para encontrarse en la rama de un enorme árbol, rodeado de al menos media docena de desagradables seres que intentaban atraparlos.
—¡Sebastian! —gritó el conde y un mayordomo enano apareció para salvarlo.
En el cuartel general de la Legión de Reconocimiento, Ciel se encontró con su mayordomo, que al parecer había despertado en el sótano del cuartel.
—Bien —dijo Eren—, es momento de devolverles el favor. Disfruten su estadía en lo que aprenden su lección, sea cual sea.
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Este es para mi amino de Kuroshitsuji.
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QUIERO UN ONESHOT CONTIGO
Diversos¿Quieres un capitulo de amor, odio, venganza, diversión o encuentro con tu personaje favorito? . . . Pues llegaste al lugar indicado... solo tienes que pedir y ya está. Este proyecto tiene la finalidad de agradecer a mis lectores por apoya...