Kentin CORAZÓN DE MELÓN

259 21 6
                                    

FELIZ CUMPLEAÑOS HARUKA--CHAANN


Sentada en mi banca del instituto volví a mirar de reojo a ese castaño que me ponía boba siempre que se cruzaba en mi campo visual. Lo vi sonreírle a Sucrette, esa chica que odiaba aunque no fuera odiosa y que embobaba al chico que a mí me encantaba.

Kentin me descubrió mirándole y me regaló una sonrisa haciéndome girar mi cara a donde él no pudiera verla, pues me había sonrojado a tal grado que sentía mis mejillas y orejas arder.

Sin dejarle ver mi rostro a nadie, salí del aula para poder tomar aire y tranquilizar mi corazón. Fui hasta el baño y al mirarme al espejo volví a llamarme idiota por enamorarme de alguien que amaba a alguien más.

Lavé mi cara para despejarme un poco y no lo logré así que comencé a vagar por los pasillos para pensar con claridad, pero no lo lograba. Me recargué en la puerta del sótano y, suspirando, me dejé caer hasta quedar sentada en el piso.

Cerré mis ojos y la imagen de Kentin volvió a aparecer en mi mente alterando mi corazón. Musité —Debo terminar con esto —y suspiré con pesar, no quería que esto terminara pero estaba haciéndome mucho daño.

Planeaba confesarle mis sentimientos para que me rechazara y matara, de una vez por todas, ese "Que tal sí si" que siempre me empujaba a no dejar de amarlo. Pero esa pequeña esperanza me hacía sufrir cuando lo veía regalarle todas esas sonrisas que yo amaba a Sucrette.

¿Cuándo lo haría?, pues después de San Valentín, porque el 14 de Febrero era mi cumpleaños y no iba a marcarlo de esta manera. Esperaría a que una fecha tan importante pasara para entonces lograr que Kentin dejara de hacer pedacitos mi corazón destruyéndolo completamente.

Cuando volví al salón Sucrette preguntó —¿Haruka qué harás el 14 de febrero? —«llorar como idiota porque tú lo pasaras con el chico que me gusta» el pensamiento detrás de mí falsa sonrisa, y con falsa sonrisa dije —No sé, pero probablemente festeje con mi familia ser un año más anciana.

—¿San Valentín es tu cumpleaños? —preguntó Sucrette algo sorprendida y le sonreí moviendo mi cabeza de arriba abajo. Kentin hizo un extraño movimiento mientras reía como idiota poniéndome idiota a mí también.

—¿Por qué preguntas? —cuestioné a Sucrette que reprendía con la mirada a Kentin que ahora tenía esa expresión de cachorro regañado. Dijo —Pues haremos una fiesta entre amigas, pensé que querrías venir, pero ahora definitivamente vienes, tenemos que celebrar tu cumpleaños apropiadamente.

Iba a negarme, pero Sucrette no me dejó, dijo —Tienes que ponerte guapisisma, eres la cumpleañera después de todo y le sonrió a Kentin que se sonrojaba.

Debí forzarme a sonreír, odiaba lo que ella le provocaba a él, me encantaría ser la causa de sus sonrisas y sus sonrojos, pero no lo era.

Cuando llegué a casa le platiqué a mamá de los planes de mis amigas, quien dijo que en casa celebraríamos en la comida para que yo pudiera pasar la tarde con mis amigos.

Ese día, el día de mi cumpleños, mientras todos cantaban una canción de felicitación yo pensaba en mi más ferviente deseo, para, a la hora de apagar las velas de mi delicioso pastel de fresas, pedir «Deseo poder ser feliz junto a Kentin».

Estaba iniciando a alistarme para la fiesta con mis amigos cuando Alexy y Sucrette aparecieron como mi hada madrina y me trasformaron de la chica de las cenizas a una hermosa princesa. Me miré al espejo y sonreí al escuchar a Alexy decir —A todos se les caerá hasta la quijada, te vez muy hermosa —yo pensé que ojalá a Kentin le gustara la forma en que me veía.

Después de eso salimos y nos dirigimos a un pequeño restaurante, algo elegante, y lleno de parejas donde, al parecer, cenaríamos. Sucrette dijo que iría a por algo que había olvidado y volvería, se llevó a Alexy consigo y entré para anunciarme con la de la entrada.

Miré adentro y no reconocí ningún rostro, entonces pensé en salir corriendo, pero la camarera me llevó a un espacio aparte que se había reservado para el festejo de mi cumpleaños.

Comenzamos a andar por un pasillo lleno de pétalos de rosas esparcidos por el piso y algunas velas. Esto definitivamente no era la fiesta entre amigos a la que Sucrette me invitó, así que pregunté a la mujer que me guiaba a no sé dónde —Señorita, ¿segura que es por aquí?, tal vez no soy yo la de la reservación.

Ella confirmó mi nombre y sonriendo dijo, un apuesto chico la espera, abriendo la puerta de una habitación decorada hermosamente, con una mesa llena de flores y cubiertos. Tragué saliva y mi corazón se detuvo al descubrir la identidad del chico que me daba la espalda cuando entré allí.

Kentin, con un hermoso traje de gala me miraba con una sonrisa nerviosa en su muy sonrojado rostro mientras escudriñaba palmo a palmo mi figura que estaba a nada de derretirse de pura emoción.

—Te vez muy hermosa, demasiado para que mi pobre y enamorado corazón lo resista —dijo Kentin tomando mi mano que besó. Trastabillando pregunté —¿Qué es esto? —él dijo —Es mi regalo de cumpleaños y la confesión de mis sentimientos... Me gustas mucho Haruka, quiero que seas mi novia —dijo y comencé a llorar.

—¿Por qué lloras?, ¿No quieres? —preguntó preocupado y dije sin poder contener mis lágrimas —Claro que quiero, eres mi deseo de cumpleaños —Kentin me abrazó y dijo —Pues feliz cumpleaños amor.


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*  

Feliz cumpleaños Haruka--Chaann perdón el retraso, pero aquí esta mi felicitación... Un abrazote hermosa y muchas felicidades. 

QUIERO UN ONESHOT CONTIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora