Me desperté antes que todos.
No hice ruido. Solo preparé un café y salí al patio, envolviéndome en el suéter más cercano. Me senté con la taza entre las manos, dejando que el calor se quedara allí, en mis dedos.
Cerré los ojos y respiré hondo, dejando que el poco sol que había me calentara la piel en medio del aire fresco de la mañana.
Necesitaba ese momento a solas.
Es hoy.
Después de tanto planearlo.
Después de soñarlo tantas veces.
Después de imaginarlo como algo lejano.
Al fin iba a pasar.
Di un sorbo lento y me quedé mirando nada en específico.
Pensé en lo extraño que se sentía todo. No en un mal sentido, solo... distinto. Mi vida había cambiado sin avisar, como si alguien hubiera movido las piezas mientras yo no estaba mirando. La cafetería, las rutinas, el miedo constante a no ser suficiente... todo eso parecía pertenecerle a otra versión de mí.
Hoy iba a tener mi primer concierto.
Sentí los nervios instalarse en mi pecho, ese cosquilleo incómodo que no se iba aunque intentara calmarme. Miedo a equivocarme, a olvidar una letra, a no estar a la altura. Pero también había calma. Una calma distinta, nueva. La certeza de que no estaba sola.
Estaba rodeada de personas que me amaban, que me cuidaban. Que me sostenían incluso cuando yo dudaba. Pensar en eso hizo que mis hombros se relajaran un poco.
Levanté la taza y bebí un poco del café, dejándolo pasar lento, saboreándolo. Necesitaba anclarme aquí antes de que todo empezara a moverse demasiado rápido.
En unas horas estaría cantando por primera vez frente a quienes me llamaban su artista: personas que, sin conocerme, encontraron algo suyo en mis canciones. Iba a mirarlos a los ojos y cantarles, a escuchar sus voces mezclarse con la mía, a compartir algo que durante tanto tiempo fue solo mío, algo antes solo era un sueño, pero ahora....Ahora era una realidad.
La idea me estremeció de una forma que no supe explicar. Miedo, emoción, gratitud... todo al mismo tiempo.
Bajé la taza con cuidado y respiré hondo, oyendo a los pájaros cantar
No sabía exactamente cómo iba a salir todo. Sabía que iba a estar nerviosa. Sabía que iba a temblar. Pero también sabía algo más importante: llevaba toda una vida esperando este momento.
༺☆༻
── Babyyyy, ¿me pasas la sal? ── le pidió Vicky mientras estiraba el brazo por encima de la mesa
── Ten, amor ── respondió Maddy, acercándole el salero
── Gracias, mami ── dijo Vicky antes de inclinarse para dejarle un beso rápido en la mejilla
── So, Maddy... are you ready? ── preguntó Mariana mientras bebía de su taza
── Emm... sí? No? Ay, no sé
Todos soltaron una risa suave
── Tranqui golda, es normal estar nerviosa
── Es que no puedo ni comer ── se quejó Maddy, mirando su plato intacto
Vicky no dijo nada. Se levantó de la mesa y fue directo a la cocina. El sonido del cuchillo cortando se escuchó mientras el resto seguía hablando.
── Maddy, solo preocúpate po'l disfrutar ── intervino Mauro— De eso se trata hacer un show, de pasarla rico con tu gente
ESTÁS LEYENDO
INTERLINKED ✉︎ Young Miko
FanfictionMadeline es silencio, inseguridad y sueños escondidos en una libreta. Victoria es luz, fama, y aunque todos la ven... muy pocos realmente la conocen. Ambas buscan algo que se sienta real. Un choque. Una mirada. Una conexión inevitable. No fue casua...
