Theo, Schlesinger II

•18•

—Tranquila, solo respira.

—Esto es muy... muy... es horrible Theo, en serio.

—Anne, por favor. Respira —escucho como toma una fuerte bocanada de aire desde el otro lado del teléfono, botándolo segundos después — ¿Mejor?

—Un poco, pero sigo nerviosa. ¿Nunca has estado así de nervioso en tu vida? —muchos recuerdos de mis primeras citas junto a Sophie y Noah llegan a mi cabeza como relámpagos, encandilando mi visión.

—Sí, se lo que es estar nervioso... en ese sentido. ¿A qué hora dijo Benjamin que llegaría?

—Llegará en cualquier segundo, y me están sudando las manos, Theo. ¡Ayuda! —no puedo evitar reírme — ¡No te rías esto es serio!

—Lo siento, es que te imagino tan ado... —me cayo de golpe cambiando mi elección de palabras.

— ¿Tan qué?

—Tan... nerviosa. Solo relájate y pásala bien, ¿de acuerdo? —escucho el timbre de su casa sonar desde el otro lado. Él ha llegado.

—Es él, gracias Theo. Te veo mañana, buenas noches.

—Buenas noches, Anne. Diviértete. Llámame si ocurre algo, ¿de acuerdo? No importa la hora que sea.

—Tranquilo, no creo que sea necesario. ¡Adiós! —cuelgo la llamada antes de decir alguna estupidez que pueda hacerme quedar realmente mal.

No confío en Benjamin. Sí, es un buen tipo y todo eso, pero no me siento tranquilo sabiendo que estará solo en algún lugar desconocido con Anne.

Confío en Anne, y también confío en que sabe como cuidarse a ella misma, pero la intranquilidad me persiste.

—Iremos a comer pizza, ¿vienes? —Tom informa a mis espaldas. Lo miro asintiendo levantándome de mi cama.

—Claro.

— ¿Qué tienes? Parece que te apalearon y bien fuerte.

—Algo así...

Sin decir nada más, salgo de mi habitación y sigo a mis dos mejores amigos escaleras abajo hasta el auto de Josh en el cual nos encaminamos hasta una de las pizzerías que están cerca de la universidad.

Dentro del restaurante, nos sentamos en una de las mesas junto a las ventanas y observamos el menú unos minutos antes de que un chico con mirada agotada nos tome la orden y se retire para volver quince minutos después con una pizza enorme llena de hongos y piña con mucho queso.

—Entonces, ¿saldrás con ella? —suelta de pronto Josh antes de tomar una porción de la pizza.

—No lo sé... es... complicado.

—¿Como que complicado? Es muy simple, quieres que sea tu novia, ¿si o no? —pregunta Josh exaltado moviendo un poco la mesa.

—No... aún —los tres sonreímos por inercia.

—Se un hombre, acércate a ella y dile "Estoy malditamente enamorado de ti, ¿quieres ser mi novia? " —expresa Josh en un tono muy serio, al parecer este tema es importante para él.

Dejo de prestar atención en la conversación de mis amigos un segundo para mirar mi teléfono.

Ningún mensaje, ninguna llamada.

—Claro, Josh y luego me lanzaré del balcón en cuanto me rechace y tu serás el culpable de mi trágica muerte.

—Eres de lo peor, morirás soltero y será tu culpa, no la mía. En fin, cambiemos el tema antes de que te parta la cara. ¿Estás listo para las bodas, Theo? —vuelvo mi rostro hacia la mirada atenta de Josh. Tom mastica su porción de pizza tranquilo, también esperando por una respuesta.