Theo, Schlesinger II

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La música golpea con fuerza en todo el lugar. Los amigos de Phoebe se multiplican cual cucarachas, y las risas nerviosas de niñas detrás de mi comienza a molestarme bastante.

Anne ha estado ayudando a Phoe y a mamá todo el día, y sinceramente no tengo idea de donde está ahora. Josh está desaparecido y Tom no se ha alejado de la barra de bebidas en todo lo que llevamos de la tarde y noche.

—Hola Theo —una voz chillona y melosa dice tras de mi.

—Theo, ¿no extrañas la escuela? —una de las amigas de Phoe me observa esperando respuesta junto a otras chicas que me miran extraño y de manera bastante incómoda.

—No —no me gusta ser frío, pero esto es necesario.

— ¿Cuál era tu clase favorita? —tal parece que no tienen intención de dejarme solo.

—Arte.

—Esa definitivamente es mi clase favorita también, tenemos tanto en común Theo.

—Es mi clase favorita también.

—Al menos yo sí sé dibujar.

De acuerdo, esto simplemente se está volviendo demasiado intenso. Estoy a punto de llamar a seguridad para que las pongan a unos cuantos metros de distancia de mí, pero una de ellas se engancha a mi brazo como si su vida dependiese de ello y me impide hacer cualquier cosa.

—Chicas, chicas. No quiero arruinarles la noche, pero necesito a Theo, completo. ¡Gracias! —Josh me salva, alejándome de las amigas de Phoebe.

—Gracias, te debo una.

—Lo sé, la próxima vez te dejaré ser engullido por las hienas —golpeo su cabeza levemente riendo mientras él forcejea —. Hablando en serio, debes venir conmigo. Hay alguien que quiere hablar contigo en este momento.

— ¿Quién? ¿Dónde están Phoe y Anne?

—Ven conmigo —nos alejamos de la fiesta, dirigiéndonos a una de las bodegas del lugar; la más grande —. Prométeme que serás tolerante y escucharás todo lo que tiene que decirte.

— ¿De qué estás hablando? —pregunto realmente confundido. Josh me lanza dentro de la bodega y prácticamente quedo que coma al verla —Noah...

—Hola, Theo —dice de manera suave pero segura.

Lleva un vestido rojo algo corto, se ve distinta. Su cuerpo se ve diferente, más trabajado. Ella se ve más... madura. Se ha cortado su cabello, pero este sigue siendo de un rubio muy claro. Se ve realmente hermosa, y maldigo mentalmente por pensar eso... pero no puedo mentirme a mi mismo.

— ¿Qué haces aquí?

—Yo... necesitaba hablar contigo. Una última vez.

— ¿De qué estás hablando? ¿Qué necesitas decirme? —digo y debo admitir, más fuerte de lo que hubiese debido.

—Te amo.

Siento un frío espeluznante recorrerme toda la espina dorsal, un puñal atravesarme el pecho justo en medio de mi corazón y siento mi alma desgarrarse. Lo único que puedo hacer, es mirarla como si no la conociera, pero se que la conozco perfectamente.

—N-noah, yo...

—Descuida, se que estás saliendo con alguien más y también se que la quieres.

— ¿Cómo sabes de...?

—Josh me lo dijo. No te preocupes por darme explicaciones, no interferiré... yo...

—Noah, en serio te quise —me acerco a ella lo suficiente como para tomar sus manos entre las mías. Su toque se siente distinto, se siente extraño y totalmente desconocido para mi —No tienes idea de lo mucho que te ame alguna vez, pero...