No tengo idea del tiempo que ha pasado desde que hablé con Josh. No me he movido de mi posición estática en todo el día. No tengo idea como amanecí tan herido, al parecer no era solo la pequeña herida de mi brazo, mi costado me comenzó a doler tanto que incluso me costó demasiado levantar mi camisa para observar el gran corte que se encontraba desde mi cadera hasta casi mis costillas. ¿Cómo demonios llegó eso ahí? Es lo que he intentado averiguar desde hace horas, pero no lo consigo, es como si mi cabeza se hubiese desconectado por completo durante un lapso de tiempo en el que me volví loco y comencé a dañarme a mi mismo. Es aterrador.
El sonido de un golpe desesperado en mi puerta es lo que me despierta de mi trance pensativo y parece
ser interminable.
— ¿Qué ocurre? —me digo a mi mismo pasando mis manos por mi cara y sienes.
— ¡Abre! —el frío que siento en mi espina dorsal es espeluznante, no estoy seguro de si su voz representa seriedad, molestia, angustia... o todas las anteriores.
Me levanto de mi cama, caminando hacia mi puerta como si de un zombie se tratara. No entiendo por qué el alboroto.
Abro la puerta lentamente. Anne me observa atenta, con su mirada tierna y preocupada. Me dan ganas de abrazarla cuando me mira así.
— ¿Qué demonios te ocurre? —el grito molesto que Tom proporciona, me saca fuera de mi trance en su totalidad. Lo observo serio.
— ¿De qué hablas? —pregunto con mi voz más ronca de lo normal.
— ¿Estás bromeando, cierto? ¡Tenemos todo el día de estarte llamando, pensamos que te había ocurrido algo! ¿Por qué no contestabas?
—Estaba dormido —digo mirando a Anne directamente a los ojos, sin poder apartar la mirada de su expresión asustada, pero ella está mirando mis heridas. Sus ojos están perplejos y asustados.
—Demonios, Theo. Nos tenias con el corazón en la mano, y mira que eres bueno para que te ocurran cosas malas... —Tom habla, pero lo dejo de escuchar por completo en cuanto Anne me abraza. Acaricio su espalda y la parte trasera de su cuello.
—Lo siento —susurro en su oído, ignorando por completo a Tom quien no se ha detenido con su discurso.
—Les dije que estaba vivo —Josh se nos une, haciendo que Anne retroceda y se deshaga de nuestro abrazo, pero antes de que se aparte, puedo ver como elimina una pequeña lagrima de su mejillas — ¿Has comido algo?
Niego con mi cabeza mirando mis pies. Los calcetines son impares, ni siquiera me di cuenta cuando me los puse.
Me siento avergonzado y asustado, porque ni siquiera yo se con exactitud que es lo que está ocurriendo conmigo.
Luego de varias quejas por mi comportamiento, soy forzado a abandonar mi habitación para ser llevado a la cocina comer algo.
La sopa no está mal, pero nada ha logrado que mi animo se restablezca. Anne no se ha ido desde que llegó con los chicos, estaba tan asustada de que me hubiese sucedido algo realmente malo que me partió el corazón verla así frente a mi.
— ¿Te gusta? —pregunta sonriendo un poco. Sentados frente a la chimenea, que encendimos debido al increíble frío que comenzó a hacer.
—Está buena, gracias —tomo otro sorbo de mi sopa de Tomate, mirando el fuego danzar frente a mi.
— ¿Que te ocurre, Theo? —hablar con Anne sobre Noah, ni siquiera es una idea buena, es decir, ¿cómo hablo de esto con ella?
— ¿Alguna vez has tenido el corazón roto? —dejo mi tazón de sopa a un lado, mirándola a los ojos. Brillan por la iluminación del fuego.
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Theo, Schlesinger II
Novela JuvenilTras sufrir la pérdida de Sophie meses atrás, Theo decide comenzar de cero. Nueva ciudad, nuevos retos, nueva vida. Junto a Josh y Tom, emprenderá su tan esperado viaje a Boston, Massachusetts; siguiendo su sueño de convertirse en un Artista gradua...