•7•

5.2K 342 13
                                    

La clase de dibujo es mi favorita desde que Fabius nos dijo que experimentemos con nuestros sentimientos, ha sido toda una terapia para mi, y eso fue precisamente lo que me recomendó Andrew, que dibujara.

—Hoy trabajarán en parejas, quiero que hagamos un ejercicio distinto.

Todos los alumnos comenzaron a moverse, acomodándose con alguien, mientras yo busco con la mirada a Annabeth pero no la encuentro.

— ¿Me buscabas? —la sonrisa de Anne me toma por sorpresa.

—De hecho si, si no hubieses venido estaría en problemas en este momento.

—Que casualidad, yo igual —la ironía que su voz emana es como un choque de energía positiva, y eso me hace sentir bien de momento.

—Pongan atención, quiero que dibujen el retrato de su compañero, y le agreguen detalles de fantasía asociados a lo que sientan en este momento —explica Fabius moviéndose alrededor de los taburetes.

—Pensé que el cuerpo y sus características eran de dibujo realista... —dice una chica en la mesa junto a nosotros lo suficientemente alto como para que Fabius la escuche.

—Y lo es, señorita Ernest. Este ejercicio es basado en lo que sienten en este momento, digamos que sus sentimientos serán la mascara del rostro de sus compañeros. Tienen el resto de la clase para hacerlo. Comiencen.

Annabeth me observa detalladamente. Es interesante como algunas personas necesitan hacer eso para retratar a alguien, en mi caso, un par de miradas bastan, tengo sus rasgos en mi cerebro. Cuando conozco a alguien lo primero que hago es analizar sus rasgos, la forma de su mandíbula, la profundidad de su mirada.

Comienzo con los trazos hasta que tengo la base hecha.

—Eres tan rápido —comenta Anne mirándome y luego al papel que tiene en frente.

—Son años de no prestar atención en la escuela —su risa es suave y adorable.

—Supongo que ese fue mi problema, no te muevas tanto —me pide volviendo mi rostro, hago una mueca graciosa y ella ríe — ¡Theo!

— ¿Todo bien por aquí? —Fabius aparece detrás de nosotros y observa el progreso de ambos —. Reduce un poco el contorno de su mandíbula —me señala el dibujo y luego a Anne —. Ves que es mas pequeña de este lado, abajo, y justo aquí en donde se junta con el maxilar superior, es mas delicada.

Nunca había notado eso, en realidad es prácticamente indetectable.

— ¿Seguro? —pregunto mirando detalladamente a Anne, es cierto que sus rasgos son muy finos, y ahora que lo veo, su piel se ve muy tersa.

— ¿Estás dudando de mi, Schlesinger? —pregunta Fabius sonriéndome —. En cuanto a ti —se dirige esta vez a Anne —, endurece mas los pómulos, eso hará que se vea mas fuerte su mandíbula —Anne le agradece y Fabius se va a las otras mesas.

—Mírame un segundo por favor —pido y la analizo una ultima vez, su mirada es profunda, sus labios se ven suaves y delicados, sus mejillas están algo sonrojadas, lo que me da a entender que tal vez la estoy mirando más de la cuenta.

—Gracias —digo volviendo mi mirada al papel y comienzo a detallar su rostro.

Treinta minutos después, he terminado el rostro de Anne por completo. Con los consejos de Fabius, ciertamente se ve mucho mas real, y se ve increíble.

—Listo — le anuncio a Anne, quien abre sus ojos al máximo sorprendida. Se baja de su banquito y observa mi trabajo anonadada.

—Theo, es increíble, es...como si me estuviera viendo al espejo, es grandioso. Odio que seas tan rápido, en serio.

Theo, Schlesinger IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora