Capítulo 8.

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Me encuentro a Riley y Clar fumando cómodamente sobre el césped, desde aquí puedo verle las bragas de encaje a Clarisse, en cambio, Riley trae puesto unos jeans. En verdad, esta chica blanca es preciosa.

"No es mejor que Jarec"

Mierda. Mierda. Mierda.

Deja de pensar en tonterías. Oh. Es verdad, tengo que desocuparme rápido de este asunto.

- Cara de moco -. Le arrojo las cosas a Riley, ella las agarra en el aire con facilidad. – ya está tu pedido.

- Ven y fúmate un porro, cariño. – con voz cantarina, me invita a tomar asiento a un lado de ella.

- Paso. Dejémoslo para mañana.

- Zac y yo, vamos a tener sexo rudo y sin piedad. – la voz y seguridad de Clarisse me toma por sorpresa.

Parecen ver mi cara de asombro, pues se echan a reír estruendosamente.

- No tenias por que soltarlo así sin más. Se le llama intimidad. – exclamo, tratando de apartar mi asombro.

- Sólo es una broma. Le aposté a Clar, que no te acostarías con ella ni por un millón de dólares. – entre risas, me contesta Riley.

Frunzo el entrecejo. ¡Qué estúpidas!

- Hablando de dinero, debemos una grande y gorda cantidad a Max "el corta huevos". – imito su ronca y apagada voz del vendedor.

- Ja, ja, ja, Zac, bebé, relax. Max no tocará tus pequeñas bolas.

- Eres tan insoportable. – bramo.

Las chicas dejan de fumar y me miran con ojos realmente abiertos.

No dicen nada.

Tranquilízate Zac, tú eres un chico pacifista.

Aflojando mis puños, me levanto lentamente sacudiendo mi trasero.

Acomodo estos molestos lentes y sonrío con falsedad.

- Te hablo en la noche para ponernos de acuerdo sobre la fiesta. Tienes que pasarme la dirección. Invitaré a un amigo.

- ¿Tienes un amigo? ¿Del verbo masculino? – pregunta Clar y exhala el humo de su cigarrillo.

- Sí.

- ¿Es alto, guapo y bronceado? – pregunta Riley.

- Eso no lo sé. – levanto los hombros.

Sí que lo sé. Es muy guapo, me gana por unos escasos centímetros y lo mejor de todo... esta tatuado y musculoso.

Para ya.

Basta.

La chica blanca y delgada, con su pecho firme y en alto, se levanta de su lugar, me toma de las manos y con movimiento coqueto, acerca su boca roja a mi oído.

- Mañana será el mejor día de tu vida. Olvidarás porque odias un día antes de tu cumpleaños.

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La fuerza del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora