Estaba carcomiéndome los sesos, las uñas, y sentía una ansiedad tremenda. No puedo soportar el trato de mi madre, ya había anochecido cuando llamé a la casa para avisar que estaba bien. Papá me dijo que mamá si había preguntado por mí. Pero su actitud de niña estigmatizada es insoportable. No es por mí culpa.
No sé qué me pasa a quién estoy engañando las ganas me consumen y comienza a doler. El rechazo de mamá es otro nivel, siempre fui más apegado a ella, y ahora ni se atreve a mirarme.
- ¿Estás bien? – pregunta Jarec, tan perfecto y guapo con su traje negro de algodón, pegado a su cuerpo.
- No. No pasa nada.
- Sé lo que tu madre está haciendo contigo.
- ¿Ah, sí? ¿Y qué crees que está siendo?
- Injusta.
- Tienes razón. – dejé que la melancolía invadiera mi ser.
Tengo ganas de echarme a llorar, pero si lo hago estropearía el traje que Jarec hace un rato me compró. Y, mis ojos se verán rojos e hinchados, y se notara más, ya que no traigo los lentes puestos.
- No pongas esa cara, hablaremos con ella. Es tu madre, y para ella también es difícil aceptar todo este rollo... dale un poco de tiempo –. Su voz es perceptible y llena de confianza.
"Eres terriblemente guapo y protector."
- Gracias.
Coloca su brazo entorno a mis hombros y me estrecha con firmeza, me revuelve el pelo y me da un beso en la frente.
Mis manos comienza por sudar, ¡hay tanta gente que nos puede ver!
El show comienza y con ella los tragos y la gente arrimándose hasta el estrado, encapsulando a los jueces a su alrededor. Hoy sólo es la presentación para nominar a las mejor modelos para posar con ropa, accesorios y bolsos de marca muy buenas.
Todas las mujeres que pasan enfrente son tremendamente flacas, y largas, muy altas. Por fin es el turno de Emily, se ve perfecta, hermosa. Esa mujer provoca que muchos hombres se remuevan incómodos a causa de la excitación que les provoca, y eso que no viene acompañada de paños menores o les dedica su mirada infernal que lo único que causa es lujuria. Siento como Jarec se coloca detrás de mí y en mis nalgas puedo sentir su dura erección.
- ¿Acaso te estás excitando con sólo mirar a tu amiga? – pregunto ladeando la cabeza.
- Claro que no. Me excito porque en este preciso momento quiero poseerte. - dice muy cerca de mi oído, provocando que la sangre me hierva. Y mi pene empiece por endurecerse.
- Señor, quiero informarle que usted también me pone muy caliente. – por lo bajo le suelto una palmada a sus abultadas nalgas.
Él sonríe divertido y escuchamos como todos vitorean a Emily por su gran presentación. La cual, no escuché, pero de seguro Jarec, sí.
Antes de salir, miro como un hombre de cuarenta años se no queda mirando durante un rato, que me parece a mí es mucho tiempo. Le pregunto a Jarec que si lo conoce, veo como se remueve incomodo y con un cortante "No" me contesta, jalándome de la muñeca para salir a toda prisa de ese lugar.
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La fuerza del amor
Teen FictionLo observo detenidamente, es un hombre guapo y delgado, el color de su cabello negro azabache, nariz pequeña y su boca... exquisita, el labio inferior carnoso y de un rojo intenso. Mando callar a mi subconsciente, no seré hipócrita, siempre eh queri...