La fuerza del amor

Capítulo 28.

- ¡Cabrón! – se limpia la boca con el dorso de su camisa.

Acto seguido, lo empuja y lo amenaza con el dedo. Molesto.

- Deja de estar chingando, suficientes destrozos ya has causado. – vuelve a empujarlo, estrellándolo contra la pared. – Y ahora escucha, no quiero volverte a ver cerca de mi chico, imbécil.

Lentamente lo suelta, dejándolo sorprendido por su ataque de ira, yo tampoco lo había visto tan enojado.

Antes de que me encontrara en el pasillo, corrí, con las emociones a flor de piel hacia la entrada. Saqué el celular y haciendo caso omiso, comencé por contestar los WhatsApp a Riley.

Riley:

'Si mantienes sexo, hazlo con protección, no quiero que llegues lleno de un chancro voraz o herpes. Iugh! (emoticón de asco)'

'Estoy viendo que si te llegan los SMS'

'Extraño a mi mejor amigo :c'

'Diviértete neandertal'

Esta chica siempre me saca las sonrisas.

Zac:

'Hola! Tranquila, no estaba pegado al celular, también te quiero. Te llevaré una sorpresa, hay tanto que quiero contarte'

- ¡Vámonos!

Salimos del lugar sin despedirnos de Emily.

En cuanto entramos al cuarto, Jarec me abraza, apretándome más de lo habitual, como si le diera miedo perderme... perderse. Siento como me arrastra hacia su melancolía y comienza por soltar palabrotas de todo tipo y en diferentes idiomas, sin soltar ni una lagrima, sólo lamentos y sonidos desde lo más hondo de su garganta, con el pecho oprimido y sus brazos alrededor mío, como si de una barrera me tratase para que la corriente no lo arrastre consigo.

Me gusta esconder mi rostro en el hueco que hay entre el cuello y sus hombros y saborear su olor.

- No te voy a dejar, yo estaré contigo en buenas y en malas. – le beso el cabello.

Pero por ahora, dejemos que él lo haga. Le acaricio su pelo negro, y con la otra acariciando su espalda, que se estremece con cada lamento o palabra susurrada que sale de su pecho.

- Créeme, si lloro delante de ti es porque ya llegué a mi límite.