Un enorme alivio se apoderó del rostro de Kassandra. En realidad esta niña hizo lo que hizo por rebeldía? Porque pensaba que su papá tenía una amante? Bueno, la verdad era que sí, realmente la tiene; pero jamás rompería el matrimonio de Orlando. Yo no!
"Natalia, un joven llamado Arnaldo te busca" escuché la voz de Katia por el alta voz.
Kassandra levantó su cabeza de mi hombro, mirándome algo extrañada. Yo caminé hasta el teléfono y le dije a Katia que lo dejara pasar.
"Quieres almorzar con nosotros?" no se me ocurrió preguntarle otra cosa a Kassandra.
"Arnaldo es tu novio?" preguntó ella con una sonrisa en su rostro.
"Es un amigo, a penas lo conocí hace una semana..." respondí, y seguido a mis palabras, Arnaldo entró por la puerta, con esa hermosa sonrisa.
"Cómo estás, Natalia?" fueron sus palabras mientras me abrazaba y me daba un beso en la frente.
"Bien, y tú?" contesté mientras le sonreía; este hombre me hacía olvidar el dolor.
"Bien...eh...te molesta si llevamos una acompañante con nosotros?" pregunté mientras miraba a Kassandra, quien estaba sonriéndonos.
"Seguro, no tengo problema" respondió Arnaldo mientras nos miraba a ambas.
"Arnaldo, ella es Kassandra, la hija de Orlando, el dueño de la compañía. Kassandra, él es mi gran amigo, Arnaldo" ambos estrecharon sus manos.
"Entonces...nos vamos?" dijo Arnaldo, extendiendo una mano hacia mí, y ofreciendo otro brazo a Kassandra.
Una ola de paz y tranquilidad me invadió a la vez que salimos del edificio sin encontrarnos con Orlando. En realidad, no quería verle la cara, mucho menos cuando estaba acompañada de Arnaldo y de su hija.
Luego de ordenar nuestra comida, nos envolvimos platicando. Arnaldo era una persona extremadamente simpática e inmediatamente cayó bien con Kassandra.
"Te molesta si voy a casa luego, recojo mis cosas y te espero cuando salgas de la oficina?" preguntó Kassandra mirando de Arnaldo a mí.
"No tengo problema. Solo no olvides hablar con tu papá, por favor. No quiero problemas con él luego..." aun así, sabía que la realidad sería otra. Pobre de mí cuando nos volviéramos a ver en la oficina.
"Fiesta esta noche?" preguntó Arnaldo, probablemente sintiéndose algo perdido en nuestra conversación.
"Me quedaré unos días con Natalia.." fueron las palabras de Kassandra, sin abundar más en el asunto, "luego ella que te cuente más."
Mi teléfono sonó en esos instantes, y al mirar la pantalla, me di cuenta que era Orlando. Los nervios comenzaron a invadirme, nuevamente.
"Kassandra, es tú papá. Si me disculpan, tomaré la llamada fuera..." comenté mientras me levantaba de la mesa, y caminaba hacia la calle.
"Hola?" contesté mientras comenzaba a morder mis uñas. Qué bueno que no habían muchas personas a mi alrededor.
"Dónde estás con mi hija?! Qué quería preguntarte!?" Orlando, sin duda alguna, estaba muy agitado al otro lado de la línea.
"Orlando, cálmate! Estamos bien, estamos almorzando..."
"Donde están? Voy a recogerlas en seguida!"
"Orlando, escúchate, por favor. Kassandra está bien. Está comiendo, algo que creo que hacía días que no hacía, cierto? Ella está bien, cálmate...por favor. Hablamos cuando regrese a la oficina, y por favor, prométeme algo..." cerré mis ojos, pues ya no aguantaba más sus gritos.
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Duele ser infiel
RomanceNatalia, una hermosa chica, sin familia, pero exitosa. Sus padres fallecieron en un aparatoso accidente y no tenía más familia. Vive un romance con Orlando, un hombre que podría ser su padre. Pero quien despierta en ella sensaciones que jamás imag...