De camino al quinceañero, no podía evitar sentirme nerviosa. No le diría a Arnaldo en ese instante; definitivamente durante la noche, pero no mientras manejaba. De ahora en adelante tenía que cuidar por Arnaldo, por mí, y aun más por mi bebé.
Mi bebé...ante este pensamiento, mis manos quedaron sobre mi estómago. No podía evitar sentirme emocionada, feliz; uno de mis sueños se cumpliría, aunque les confieso que Arnaldo era otro de mis sueños. Aun así, me encontraba en la espera de su reacción cuando supiese la noticia.
"Estás bien, Natalia? Estás muy pensativa..." comentó Arnaldo mientras tomaba una de mis manos en la suya, y continuaba manejando con la otra.
"Sí, estoy bien, mi vida. Estaba pensando en Sebastián... La reacción de Orlando y su esposa cuando lo vean allí" sinceramente, eso me estaba rondando la cabeza; en menos porciento que mi embarazo, pero era una de las mejores excusas que podía dar.
"Kassandra es atrevida. A caso quiere un espectáculo el día de la fiesta de su hermana?" Arnaldo sonreía de medio lado mientras me decía esto.
"Tal vez piensa que sus padres no harán ningún espectáculo por la cantidad de gente que habrá presente. Yo pienso igual que ella. De todas formas, será una gran sorpresa para sus padres" nuestra conversación terminó en ese momento, mientras Arnaldo estacionaba su auto.
Inmediatamente pude notar la cantidad de personas que se encontraban presente. Era algo extremadamente...exagerado para una fiesta de una joven. De dónde había salido tantas personas?
Arnaldo tomó mi mano, y juntos caminamos hasta el área de recepción, donde inmediatamente, fui atrapada en unos brazos.
"Me hace tan feliz verte!" Kassandra no podía esconder su alegría.
"Yo también. Cómo has estado?" pregunté mientras tocaba su barriga, sintiendo miles de emociones en mí.
"Estoy bien...Algo nerviosa, en realidad. Esperando que llegue Sebastián. Cómo estás, Arnaldo?" esta volteó su atención hacia mi novio, saludándolo con la misma felicidad que a mí.
"Muy bien, bonita. Y este pequeñito? Estoy deseoso de verlo..Seré un padrino sumamente orgulloso!" si tan solo él supiera, pensé dentro de mí.
"Ya lo siento moverse. Es algo increíble, algo que no puedo explicar...Espera a que estés embarazada, Natalia. En realidad, estoy es algo mágico" la sonrisa en su rostro era enorme, y la mía igualaba la de ella.
Platicamos por un rato, hasta que varios de sus amigos se acercaron a nosotros. Arnaldo y yo decidimos excusarnos para ir a saludar a los demás. No sin antes indicarle, que nos avisara tan pronto Sebastián llegara.
Mientras caminábamos, cruzábamos palabras y saludos con muchos de los empleados de la compañía. El ambiente estaba tranquilo, y la decoración era realmente sencilla; tonos perlados y rojos invadían todo el lugar. Mesas blancas, rosas rojas, un área de baile donde muchos de los jóvenes disfrutaban, la comida...todo era perfecto.
No podía evitar el encuentro con Orlando. Este caminaba con Laura, cuando nos vio. Jamás olvidaré su rostro al verme; probablemente era el vestido, tal vez lo poco que nos habíamos visto últimamente. Laura se veía hermosa, y Orlando se veía extremadamente guapo. Aunque jamás lo podía comparar con el hombre que me traía tomada de la mano.
Todos nos acercamos, compartiendo un saludo cordial. Orlando soltando la mano de Laura, mientras Arnaldo apretaba más la mía. Esto provocó una sonrisa en mi rostro; mi hombre, aun desconociendo lo que había sucedido entre Orlando y yo, me estaba asegurando.
"Te sientes mejor, Natalia?"preguntó Orlando mirándome fijamente.
"Sí...es que..." no pude terminar la oración, siendo inmediatamente interrumpida por Arnaldo.

ESTÁS LEYENDO
Duele ser infiel
RomansaNatalia, una hermosa chica, sin familia, pero exitosa. Sus padres fallecieron en un aparatoso accidente y no tenía más familia. Vive un romance con Orlando, un hombre que podría ser su padre. Pero quien despierta en ella sensaciones que jamás imag...